INCERTIDUMBRE SOBRE CÓMO IBAN A FUNCIONAR LOS AUTOS DE LA NUEVA ERA INICIADA, EN SU PRIMERA VEZ EN EL TEMPLO DE LA VELOCIDAD.

Siempre son especiales las carreras en Rafaela. Por la adrenalina que generan las altas velocidades que permite el circuito, más allá que por obra y gracia de la paulatina incorporación (hay tres) de las chicanas ya no sean las topes dentro del automovilismo nacional, superadas por las que se registran en el circuito 12 del Gálvez y en Toay, La Pampa.

Primer ganador con el Torino de Nueva Generación (NG), encaró optimista la carrera de Rafaela. Junto con Mariano Werner (otro vencedor con un auto NG) probó en el Mouras para llegar afilado a Rafaela.

Eso no le quita atracción a la séptima fecha del campeonato, ocurre que la velocidad está íntimamente ligada a las verdaderas carreras de autos. Claro que esas altas velocidades no son para todos, incluso en un deporte de gran riesgo. Por eso tal vez la cantidad de inscriptos se redujo a 43 (dos menos que en la anterior fecha en Concepción del Uruguay) por las bajas de Kevin Candela, Juan Garbellino, Sebastián Abella y Leandro Mulet, compensada con los retornos de experimentados como Norberto Fontana y Sergio Alaux.

Los tiempos de avance marquetinero adicionaron desde 2016 el atractivo económico a la cita en Rafaela. La Carrera del Millón fue el pomposo título de promoción y Mariano Werner, cuando todavía no era tricampeón y gran referente actual, se llevó el “palo”. Si supo imitar a muchos operadores financieros, y al día siguiente los cambió por dólares, recibió 68.212 de la moneda estadounidense. Quien vaya a festejar al cabo de la final dominguera, y al día siguiente quisiera comprar dólares con los ocho millones de pesos del premio fijado al ganador, recibirá apenas 6.250 dólares según la cotización de 1280 pesos por dólar del viernes 14 de junio.. Una contundente muestra de cómo la tremenda inflación también, licuó hasta los premios aparentemente generosos. Igual la mayoría buscará el triunfo y esos pesos o dólares, aunque mucho, mucho no se puede a hacer entre los altos costos que genera una carrera.

Julián Santero, líder del campeonato con un Ford tradicional. Lo siguen los nuevos Mustang de Manuel Urcera y Mariano Werner. El mendocino, una de la cartas de triunfo en Rafaela con un Falcon.

A las siempre inciertas expectativas sobre el ganador en Rafaela, deportivamente este año se agrega una incógnita especial. Es la de saber qué iba a pasar con los autos de Nueva Generación, esos que de cara al futuro ya están ganando espacio en las grillas del TC. Hay una docena entre los 43 anunciados en Rafaela, y se prometen algunos más para la próxima fecha en Posadas. Precisamente ese retraso en poner autos la pista responde la incertidumbre que se tiene sobre como funcionarán en Rafaela. Los temores están localizados en el rendimiento en las largas rectas con las configuraciones aerodinámicas en las trompas de los nuevos TC que ofrecen mayor resistencia al avance y por lo tanto le hacen perder velocidad.

“Los autos de Nueva Generación van a funcionar bien en Rafaela porque pese a que tienen menos velocidad final traccionan muy bien, frenan y aceleran bárbaro y disponen de más carga”, explicó Tobías Martínez, quien con su sorpresiva victoria sobre el Torino NG en la alocada definición en la fecha inicial en El Calafate, adquirió el privilegio de entrar a la historia del TC como primero de los vencedores en la nueva era comenzada.

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Urcera en el Mustang, segundo en el campeonato encabezado por Santero.

El primero de los tres (los otros, Mariano Werner y Germán Todino con sendos Mustang), que se anotaron los de Nueva Generación en el marcador igualado en tres victorias cada uno que del lado de los autos tradicionales muestran como triunfadores a Julián Santero, Manuel Urcera (en la despedida del Falcon, ahora en el Mustang del equipo de Moriatis) y Valentín Aguirre.

Lejana en el tiempo está desde 2013, el ultimo triunfo de Dodge en Rafaela con Pechito López y el podio completo con Jonatan Castellano y Juan Martín Trucco. Estos dos últimos corren el fin de semana.

Hubo quienes no fueron tan optimistas sobre el funcionamiento de los nuevos autos, pero sin quitarles posibilidades. Facundo Ardusso, con el Chevrolet tradicional mientras espera el Camaro que Roberto Valle, director del RV Racing, le prometió tener listo “lo antes posible”, había coincidido con Tobías en los puntos débiles y fuertes enfrentados por los muscle cars que han irrumpido y a los que aguardaron los 4740 metros del actual trazado de Rafaela. Sobre la pista, vale reiterar que con la incorporación de las chicanas, el dibujo no es el mismo donde se andaba  fondo, y que dio lugar a tantas carreras espectaculares. Una prueba que no es el mismo, puede corroborarse al mencionar que Dodge, la marca favorecida por esas características ultraveloces no gana desde 2013, cuando José María López encabezó el monopolio de la marca en el podio, completado por Jonatan Castellano y Juan Martín Trucco. Con Pechito ocupado en Le Mans sobre el Toyota en repetir su triunfo en las 24 Horas, Pincho, con un Dodge tradicional, y Trucco, con el nuevo Challenger, iban por la recuperación de la marca. La tienen mucho más difícil que hace 11 años.    

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1 COMENTARIO

  1. Que lindo seria Rafaela sin la 3era y ultima chicana….
    Que lindo seria reeditar en 2026 las 500 millas Argentinas en Rafaela,para conmemorar los 100 años de la 1era edicion…
    Que lindo es soñar en estos tiempos desapacibles,como los llama Vignone…

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