UN RETIRO ESPERADO.
Sin tener las estadísticas desbordantes de triunfos y títulos de Michael Schumacher y Lewis Hamilton, ni el carisma de Ayrton Senna, seguramente la historia de la Fórmula 1 le guardará un lugar particular a Kimi Raikkonen. Próximo a cumplir 42 años (17/9/79 en Espoo, Finlandia) y en la previa del Gran Premio de Holanda, anunció algo que intuía el ambiente del automovilismo: su retiro de la Formula 1 a fines de la actual temporada.
A hora del recuerdo del finés, el foco apuntará a su particular personalidad. Es que Kimi siempre ha sido un distinto. No tanto sobre un auto de carrera, donde mostró más efectividad que espectacularidad, sino fuera de las pistas. Por su forma de ser, displicente y muchas veces hasta desinteresada de lo que ocurría a su alrededor. De pocas palabra y acotados gestos, se ganó el apodo de Ice Man (hombre de hielo) porque costaba encontrar en su rostro expresiones que reflejasen sus sentimientos. Alejado de los formalismos que suelen cuidar muchos de sus colegas, y también de las presiones que son moneda corriente en el ambiente, no dio la imagen del piloto-tipo de Fórmula 1 y mechó su profesión con otros aspectos de la vida común. «Lo único que amo de la Fórmula 1 es conducir el auto», ha sabido repetir sin culpas. Lejos de crearle antipatías, su personalidad le hizo conquistar el cariño mayoritario del público; además de ponderar sus condiciones conductivas, los aficionados lo ven como un distinto, y reconocieron su autenticidad dentro del estructurado mundo de la F-1.
Mirá en el tuit del periodista Diego Luciano, a Kimi según han ido pasando los años:
https://twitter.com/i/status/1433420467436756993
Cuenta Peter Sauber, su primer jefe en la máxima, que en su debut en Australia 2001 tuvo que ir a despertarlo para indicarle que era hora de salir a la pista…Su sexto puesto final desactivó las dudas de quienes veían con cierto temor su ingreso a la categoría mayor, con el único antecedente de 23 carreras en la promocional Fórmula Renault Europea.
Una especial personalidad, pudo comprobar quien escribe. En Brasil 2007, consagrado como flamante campeón mundial llegó a la sala de prensa del circuito de Interlagos sin mayores muestras de euforia, ni siquiera con el rostro sonriente. «Simplemente hice lo que tenía que hacer, y por lo que me pagan”, contestó a los periodistas que preguntaron por su falta de efusividad, ante semejante conquista.
“Ésta es mi última temporada en F1. Es una decisión que tomé el invierno pasado. No fue fácil, pero es momento para cosas nuevas. Quiero agradecer a mi familia, todos mis equipos, y a todo el mundo involucrado en mi trayectoria, especialmente a los aficionados. La F1 se acaba para mí, pero hay muchas más cosas en la vida para disfrutar. Ya nos veremos”, explicó Kimi. Hasta el momento con 342 Grandes Premios, posee el récord de carreras disputadas en el Campeonato Mundial de Fórmula 1. Un primado que puede perder en manos de Fernando Alonso, (324), en caso que el español completase la temporada 2022. En cambio nadie le quitará a Kimi el destacado palmares de 21 triunfos, 18 poles, 103 podios y un título mundial (2007). El fruto de 19 temporadas que desde su debut en Australia 2001 lo vio transitar por Sauber, McLaren, Ferrari (en dos etapas), Lotus y Alfa Romeo.
La decisión de Raikonnen ha movilizado el mercado de pases, y seguro ha de apurar definiciones y anuncios. Todo indica que la cuota de experiencia que la partida de Kimi deja vacía en Alfa Romeo, pasará a ser responsabilidad de su compatriota Valtteri Bottas. Los medios europeos dan por descontado que dejará su lugar en Mercedes a George Russell. La presencia de Bottas estaría acompañada por la incorporación de los motores Mercedes en reemplazo de los Ferrari. Una situación que provocaría el alejamiento del italiano Antonio Giovinazzi y el ingreso de holandés Nick De Vries, campeón mundial de Fórmula E y piloto Mercedes Benz. Dicen que todo se oficializará durante fin de semana del Gran Premio de Italia. Paciencia. Faltan poco.