UN VENCEDOR Y UNA FIGURA
No siempre el nombre del gran protagonista de una carrera coincide con el del ganador.
Emiliano Spataro fue el vencedor de la emotiva carrera, con varios sobrepasos, tres líderes diferentes y grandes avances, que entregó el Súper TC 2000 en su regreso a Rafaela, con mucho menos problemas de los imaginados con la durabilidad de las gomas, y con una concurrencia que según Ero Borgoño, el legendario dirigente del Club Atlético Rafaela, quintuplicó la de la última visita en el 2015. El informe oficial señaló que hubo 18.000 personas.
Con el recuerdo de lo visto, habrá mucha más si, como debe ser, la categoría retorna el año que viene. Está claro que Rafaela, sinónimo de velocidad, es sinónimo de los atractivos espectáculos, que se piden para el automovilismo. También está claro que el circuito necesita mejoras en su infraestructura
Ese nombre de gran protagonista del soleado y agradable domingo de Rafaela en esta 6ª fecha del campeonato se lo “robó” Martín Moggia. El jovencito, 19 años nacido en San Justo (Buenos Aires) el 4 de noviembre de 1997, campeón 2015 de la Fórmula Renault, en su 6º carrera en la categoría como piloto del equipo Citroen Total, se bancó durante 17 vueltas la punta de la carrera ante la “crema” de la categoría (Werner, Canapino, Rossi, Urcera), andando a más de unos 290 km/h sin cometer errores. Valga como ejemplo de su brillante tarea, que sus exigentes jefes técnico y deportivo Javier Ciabbatari y Alberto Scarazzini calificaron de “impecable”, la maniobra de acceso la punta en la vuelta 8 al superar al mismo tiempo a Werner y Fineschi.
Lamentablemente la película no tuvo el final feliz del muchachito quedándose con la “chica” de la victoria. A dos vueltas de la bandera de a cuadros, el deterioro de la goma delantera derecha de su Citroen C4 Lounge, clausuró la posibilidad de un triunfo consagratorioa. “Por suerte se rompió para afuera, y no de otra manera que me hubiese hecho golpear contra el muro y asustarme mucho”, explicó Moggia sin dramas, en un box Citroen donde la desazón no impedía las muestras de satisfacción por lo entregado.
“Fue un circunstancia adversa a mi que puede pasar, pero no tendría que haber pasado porque al equipo le tienen que dar los elementos para que uno pueda correr sin problemas”, le dijo Moggia a Visión, con la tranquilidad de quien sabe cumplió con su parte, y en una sutil critica a la durabilidad de los neumáticos, duramente cuestionada por varios equpos durante el fin de semana rafaelino. “Es mi primer año en el Súper TC 2000, y estoy en una etapa de aprendizaje. Por eso, para poder aprovecharla tengo que disponer de los elementos que me permitan medirme con Canapino, Rossi, Werner y las otras figuras de la categoría para saber si puedo ganarles. Demostré que puedo, solo faltó el resultado, pero el resultado es una circunstancia”, agregó Martín mientras comenzaba a ser rodeado de ansiosos periodistas con cámaras y grabadores.
Esa determinación que Moggia mostró en pista para medirse con rivales con muchísima más experiencia y que en algunos caso, como el del ganador Spataro (41 años), lo duplican en edad, quedó en evidencia también abajo del Citroen con la revelación que le hizo a Visión. “Hubiese podido levantar y llegar retrasado, pero preferí irme en punta…” , largó en una frase que define a un verdadero corredor y campeón. Qué lástima que le faltó tan poco para una victoria que seguramente hubiese herido los sensibles orgullos de experimentados y famosos colegas de Martín. Para los números de la clasificación, Moggia termino 19º a una vuelta del vencedor. Un simple dato estadístico.
“Crecen rápido estos chicos, pero no me extrañan porque forman parte de una nueva generación que ya arrancaron siendo profesionales. En cambio, cuando nosotros empezamos a correr, terminábamos de clasificar e íbamos a jugar al fútbol”, comentó Spataro a VA sobre Moggia, antes de contar que “tenía previsto intentar pasarlo en la última vuelta, pero no iba a ser sencillo porque venía haciendo una defensa muy agresiva…” .La satisfacción de revertir un fin de semana que el sábado lo llevo a decir “estoy en uno mis peores años” y veinticuatro horas más tarde, con su brillante segundo puesto, lo colocó en el campeonato como escolta de Mariano Werner ( 8º), nuevo líder del campeonato, tras el abandono Agustín Canapino ( rotura del parabrisas) no le impío a Matías Rossi elogiar lo realizado por Moggia.»No me sorprende porque es uno de los pilotos jóvenes con mayor futuro», dijo el Misil en la única voz escuchada sobre el tema en el panel de la conferencia de prensa.
“En otro circuito no hubiese podido avanzar tanto”, admitió luego Rossi, quien en su Toyota partió 11º y terminó 2º. Lo mismo destacó Facundo Chapur, superó el miedo y la incertidumbre que le generaban la durabilidad de las gomas, para escalar con su Peugeot 408 del 23º puesto de largada al último escalón del podio.
Está claro que Rafaela es única por lo que generalmente entrega para los espectáculos, tan claro como que por eso mismo, por ser única y atractiva, nunca más debe faltar en los calendarios del Súper TC 2000.
Por Miguel Sebastián (Especial desde Rafaela, Santa Fé)
Fotos: AIF y Rolando Gigli.
Estaría bueno que el STC 2000 hiciera dos carreras por año en Rafaela, una con chicanas y la otra sin chicanas. La carrera de ayer fue impresionante.