APAGA UN CIGARRILLO, desde la calle de boxes recorre con la mirada la recta principal. Está por largarse la primera serie de la última fecha de Turismo Carretera en Buenos Aires.
Busca a su hijo en la pista, mientras todo el equipo ya está preparado para seguirla la carrera por los monitores. Comienzan a girar la vuelta previa y su vista queda fijada en la pista. Se prende la luz verde del semáforo y recién cuando todos los autos largan, se hace un huequito entre la veintena de personas que hay en el box para mirar la pantalla. Es Liliana, la madre de Mauro Giallombardo.
Con el rostro tensionado a lo largo de las seis vueltas, levanta el brazo para festejar cuando La Rana de Bernal supera a un auto, e inevitablemente no puede evitar el nerviosismo y ansiedad; va y viene un par de veces de la calle de boxes al interior del box.
Una muestra de cómo vive una madre el tiempo que pasa su hijo arriba de un auto de carrera. Aunque después de tantos años de competición, Liliana asegura: “Ya no me pongo tan nerviosa, estoy acostumbrada a seguirlo desde chico”.
El recuerdo del tan doloroso accidente que le ha costado la vida a Guido Falaschi, se convierte en una referencia ineludible. “Yo estaba en mi casa mirando la carrera, y sentí mucho dolor por la mamá de Guido. Era un chico muy joven, con mucho futuro, muy amigo de Mauro también. Jamás pensé que podía pasar eso cuando vi el choque, porque son muy seguros los autos”.
–¿Qué se te pasa por la cabeza mientras tu hijo está arriba del coche?, pregunta VA.
-No sé si es inconciencia, pero siempre pienso que no le va a pasar nada. Que va a ganar, que saldrá todo bien y se lo transmito a él también. Yo sé lo que a Mauro le gusta correr. Ama correr. Llega el miércoles y le cambia la cara. Se siente pleno, canta. Es feliz corriendo. Entonces, uno lo acompaña en esos momentos.
Luego de lo sucedido en Balcarce, han sido varios los padres de pilotos que expresaron su deseo de que sus hijos no continuaran corriendo. Tal es el caso de Néstor Girolami, en referencia al “Bebu”, protagonista directo del accidente cuando impactó contra el auto de Falaschi. ¿Se te ocurrió decirle a Mauro que no corra más?. “No, no. Al igual que todos estos chicos de su edad, aman correr tanto en la vida, que decirle que no corra… Uno tiene la sensación tal vez, pero yo ni lo pienso que le puede pasar algo. Ya me insistió tanto de chico que le gustaba correr, que solo pienso que le va a ir bien, sino no podés vivir”.
Foto www.maurogiallombardo.com.ar
Por el equipo de VA
Anna, yo cocino a meundo con mi hija (dos af1os y medio). Le encanta ver cf3mo preparo el ragfa, o la tortilla de patatas (con su cuchillito me ayuda a picarlas), hacemos magdalenas (de las de toda la vida) juntas (ella bate los huevos con el aceite), etc. Se lo pasa bomba y de colorines, los de la verdura y la fruta, y a med me encanta verla jugar de esta manera.Tfa di que sed. 🙂