CARRERA A CARRERA.
Y triunfo a triunfo. Así va construyendo Toyota su dominio en el Campeonato Mundial de Rally, donde tiene como objetivo renovar la conquista del título de Pilotos, logrado el año pasado con el francés Sebastien Ogier, y atrapar el Trofeo de Constructores, resignado en 2020 ante Hyundai por apenas cinco puntos.
En ese camino, el Rally de Portugal resultó un buen paso, dado el triunfo de Elfyn Evans, el tercer puesto del campeón Ogier y el cuarto del japonés Takamoto Katsuta. Entre ellos se “cólo” el Hyundai de Daniel Sordo; el español salvó el honor y sumó unos puntos para la marca asiática, que por sendos golpes contra las rocas en las dos etapas anteriores había sufrido las bajas de sus principales espadas, el belga Thierry Neuville y el estonio Ott Tanak.
Todo despejó el camino de Evans rumbo al tercer triunfo del Toyota Yaris, sobre cuatro fechas disputadas. También permitió el avance de los autos de las clases menores, entre ellos los Skoda del boliviano Marcos Bulacio (12°) y el chileno Emilio Fernández (26°| navegados por los argentinos Marcelo Der Ohanessian y Rubén García.
La victoria le permitió a Evans, reivindicarse de la que se le escapó en la curva final en el anterior Rally de Croacia ante Ogier. Asimismo lo colocó como cercano escolta del francés (79 a 77 puntos) en las primeras posiciones del campeonato de pilotos. Por su parte el firme andar de Toyota por la patria de Cristiano Ronaldo le permitió llegar a 183 puntos en el torneo de Constructores, y establecer una clara diferencia de 37 sobre Hyundai. No es definitiva pero marca una tendencia hacia donde apuntan las definiciones de los campeonatos.