Se cumplen 30 años de una frustración nacional en el campo del automovilismo deportivo. Tres décadas de aquella tarde de Las Vegas.
Treinta años atrás, el 17 de octubre de 1981, Carlos Alberto Reutemann perdió el título mundial de Fórmula 1 que tanto había acariciado. Puntero del torneo desde la tercera de las quince competencias que tuvieron validez para ese certamen, la corona se le escapó en la última de las pruebas, por apenas un punto.
¿Qué pasó esa tarde? El escenario era novedoso para la F-1, construido sobre el enorme parque de estacionamientos del Caesar’s Palace, uno de los hoteles más impresionantes de Las Vegas: hoy, en ese solar tan doloroso para la memoria colectiva del automovilismo argentino, se erige un impersonal shopping mall.
Reutemann merecía ampliamente ese título. Había llegado a amasar 17 puntos de ventaja a mitad de torneo, tras el Grand Prix de Inglaterra. Pero ya allí, mucho antes de Las Vegas, se había decidido su suerte.
“El cambio de Michelin a Goodyear fue muy malo para nosotros –cuenta el santafesino en el libro «Williams, el negocio de los Grands Prix» (1991), de Alan Henry- Después de Dijon (Francia) supe que el Brabham era más rápido con las Goodyear y a Patrick (Head) le tomó dos o tres carreras volver totalmente competitivo al FW07B”.
Brabham y Nelson Piquet eran los grandes rivales de Williams aquel año: Ligier no había mantenido la forma de 1980 con sus wing-car y Ferrari experimentaba con el turbo V6, sin prestarle tanta atención al chasis. Renault arrancó tarde el año, con un jovencito llamado Alain Prost ganando su primer Grand Prix allí en Dijon y otra escuadra que se embarcaba en un experimento clave era McLaren: el MP4/4 era el primer chasis de fibra de carbono que competía en F-1. Con ese auto, John Watson ganaba en Silverstone, delante de Reutemann.
–Felicitaciones, con 17 puntos de ventaja es imposible que pierdas el campeonato –cuenta Henry en el libro que le comentó al argentino en los boxes del circuito inglés.
–Te apuesto a que no lo gano –retrucó el santafesino.
En las primeras nueve carreras del año, Reutemann había sumado 43 puntos. En las siguientes cinco, hasta Las Vegas, apenas seis. Y Piquet, que a lo largo de 1981 había vencido en tres Grands Prix (igual que Reutemann, solo que al argentino no le computaron los nueve puntos de Sudáfrica), había transformado esos 17 puntos de deficit en uno solo. Uno solo.
“Las Vegas fue la única carrera de ese año en la cual yo no tuve completamente el control de lo que me pasaba –sigue Lole en “Williams…” –En cada carrera siempre supe qué diámetro de rueda usábamos, que neumáticos, que despeje, todo lo que necesitaba saber. Después de la primera práctica elegí el chasis muletto, el FW07B/12 con un motor Cosworth convencional, el304”.
Con ese auto, Reutemann marcó el mejor tiempo en la primera tanda clasificatoria. “Sé bien lo que usaba. Espirales de2.500 libras adelante, 3.500 atrás. La puesta a punto era muy dura, pero muy rápida. Creo que (su compañero de equipo Alan) Jones eligió1.500 libras adelante y 2.000 atrás. Estaba muy satisfecho con mi auto, lo quería tal cual para la carrera y le pedí a Patrick que no lo tocara. El motor, el comportamiento, la caja estaban perfectos. Le dije ‘dejalo así como está’ pero no creo que a Patrick le gustara mucho”.
(Hasta Jacques Villeneuve sufrió, casi 20 años después, el poder de decisión del director técnico de Williams sobre la puesta a punto de los autos que debían conducir los pilotos de la escuadra…)
“Pero en el segundo día toqué la rueda trasera derecha del Brabham de Piquet con mi suspensión delantera izquierda –recuerda el argentino- El impacto dobló un brazo de la suspensión. Lo cambiaron, pero el auto no volvió a ser el mismo, a comportarse igual. No había manera de manejarlo”.
Escribe Henry: “Cambió al FW07B/17, pero nunca se sintió confortable en él. ‘Motor diferente, diferente curva de potencia, la caja se sentía diferente también, diferente posición de manejo. Creo que fui medio segundo más lento’”.
Pero nadie le bajó el registro del viernes: Reutemann, 1m17s821; Jones, 1m17s995. Primera fila para Williams. Piquet largaba en la segunda fila junto a la Ferrari de Gilles Villeneuve.
El santafesino solo precisaba terminar delante de Piquet para devolverle ala Argentina el título mundial que Juan Manuel Fangio había entregado en 1958. Pero los dramas continuaban acechando la tan delicada situación:
“El sábado a la mañana, en tanque llenos, hubo un problema con los frenos. Así que no tuve la chance de elegir un buen set de gomas, algo que siempre me gustaba hacer. Así que, cuando empezó la carrera, la caja no funcionaba bien y las cubiertas no eran rápidas. No había manera…”.
En «Grand Prix Showdown» (1992), Christopher Hilton cita a Reutemann diciendo el día previo a la carrera: “Voy a correr al 100 por ciento y lo mismo hará Alan (Jones). No quiero hacer predicciones porque creo que a esta carrera la definirá la suerte, como cuando gira la ruleta…”
Jones ganó el pique, pero Piquet larga todavía peor que Reutemann, y al paso por el control tras la primera vuelta el orden es Jones, Villeneuve, Prost, Bruno Giacomelli (Alfa Romeo), Reutemann, Watson, Jacques Laffite (Ligier, con una ligerísima chance de llevarse el título) y Piquet. Había dos autos entre el argentino y el brasileño. Pero faltaban todavía 74 vueltas. Y como Reutemann admitió, no había manera de llevar el auto…
En la vuelta 5, Watson y Laffite ya habían superado al Williams. Piquet quedó directamente detrás de su gran rival en el torneo. Y lo superó en el giro 17. Quedó séptimo, con Reutemann octavo.
Sin embargo, así el resultado, Reutemann seguía siendo el campeón, porque ambos estaban fuera de la zona de puntos. Pero si Piquet avanzaba una posición, al sexto lugar, ganaba un punto, igualaba al santafesino en 49 unidades y lo batía por mayor cantidad de triunfos en el Mundial (3 a2).
En la vuelta 22 abandonó Villeneuve. Cartón lleno. Aún con muchos problemas físicos, el brasileño resistió las 75 vueltas sobre su Brabham, para terminar quinto; Reutemann perdió una vuelta respecto a Jones y se clasificó octavo. Posiciones finales: Piquet, 50 puntos; Reutemann, 49.
Escribió Hilton: “¿Qué estaba haciendo Reutemann? Diría más tarde que saltaba la cuarta marcha mientras el Williams rodaba sobre los saltos del asfalto del Caesar’s Palace, pero todos los testigos concuerdan que –especialmente en comparación directa con la manera en que Jones dominaba la carrera desde la punta, solo y sin ser desafiado- la performance de Reutemann se transformó en algo inexplicablemente ordinario”.
Y sigue más adelante: “Mucha, mucha gente malinterpretó a Carlos Reutemann, etiquetándolo como depresivo. No lo era. Era sensible, que no es lo mismo”.
Reutemann nunca repasó en profundidad lo sucedido aquel fin de semana, al menos en público. “De Las Vegas hay muchas cosas que no recuerdo –lo cita Alfredo Parga en «Los Días de Reutemann» (1998)- Sé que el auto no andaba para nada, lo que ya notaba en la largada. Sentí que si no ocurría un milagro, perdía el campeonato. Estaba intranquilo, sin la frialdad necesaria, pero no era un autómata: era un tipo impotente”.
Reutemann tuvo la posibilidad de ganar el título al alcance de un golpe de volante. Pudo haber embestido con su Williams al Brabham de Piquet cuando éste lo estaba superando en la frenada de la curva 1, en la vuelta 17 de 75 de aquel Grand Prix de Las Vegas. Un recurso al que, sin impudicia, apelaron Ayrton Senna en 1990 y Michael Schumacher en 1994. No fueron los pocos en el país quienes lo criticaron por no haber efectuado esa maniobra ilegítima y peligrosa. “Yo me venía a la Argentina con el título” afirmaba por entonces Luis Di Palma, para quien el choque no habría sido un ilícito.
“En aquella tórrida tarde de Las Vegas, Reuteman enseñó algo como deportista que solo se entendió más tarde: que el triunfo, individual o como grupo social organizado, es lícito unicamente cuandos e alcanza con respeto a las normas vigentes. Pero muchas veces, en nuestra sociedad aparece el ventajero, el chanta, el vivillo, y apela a la astucia, saca tajada y gana violando las normas. Lo triste es que esa conducta adquiere reconocimiento y lo que debería ser reprobado trastoca en proeza mítica” reflexiona Alejandro Di Giácomo en “Reutemann, rey sin corona en la Fórmula1” (2009).
Es una enseñanza de Las Vegas, que no prendió.
httpv://youtu.be/VJx57CWgeDo
Por Pablo Vignone
Un lujo la cronología y el epilogo es para poner en un cuadrito !
excelente recuerdo y excelebte como la escibe amigo Vignone, para los que vivimos ese dia tan triste, esta nota es unba pintura. saludos
Creo que ibas muy bien, hasta que entraste en lo de rquope Carlos Slim no regala su dinero. Para eso, mejor le pedimos a Apple, Microsoft o Google, entre infinidad de empresas que hagan los mismo. PLOP, ese argumento es para cadenas de correo…Yo estare9 con la empresa que me trate mejor. Si el ICE resulta ser la mejor opcion y la diferencia es tan drame1tica, como has indicado, pues creo que es hora que el ICE como empresa empiece a pensar en brindar sus servicios fuera del territorio nacional.Muchos estan confundidos con el patriotismo, usar un servicio rquope es mejor, es inteligencia y prudencia, si no resulta ser el ICE, eso no me quita ni un gramo de patriota, ni un gramo del amor que le tengo mi pais.Diste numeros basado en tarifas, es bueno, pero es tu experiencia personal, creo que tendras que leer mejor las especificaciones, para un caso futuro. Quedemonos ahi, como marco de referencia, y comparemos cuando la cosa este jugando. Y recordemos que la ARESEP es la que va a regular. Elegir una opcion por simple «huevonada», solo dice que eres un huevon. La competencia es buena, la mejor opcion sera la que gane, pero dejemonos de cuentos fantasticos y de miedo como los que salieron para cuando se iba para el referendum sobre el TLC, de AMBAS partes.Aca, lo mas facil, es esperar, informarse, y que cada quien tome lo que mas le convenga. Por cierto, es cierto que muchas empresas se niegan a llevar sus servicios a ciertas areas rquope no resulta redituable $$$, pero segun me han comentado algunas personas que conozco en otros paises, que dependiendo de la legislacion y permisos entre otras chacharas de este tipo, se ha obligado a las empresas a corregir eso, pero eso es aparte.:)ps: Disculpen la ausencia de acentos, pero estoy en un medio en el cual brillan por su ausencia.
30 años ya!, que impresioante, yo me pregunto porque hay periodistas que no tienen ni idea de lo que paso hace 30 alos con lole reutemann, perdon no proque uds son periodistas, pero hay algunos periodistas que no saben nada
Muy buena la nota salvo lo que dice de Senna, hay que aclarar que lo hizo para pagarle con la misma moneda a la rata de Prost
Podés no estar de acuerdo, pero no podés ignorar que sucedió así. Senna lo tiró a la mierda chocándolo de atrás a 200 Km/h. Un año antes, Prost estiró la frenada en una chicana cuando iban a 50 km/h. En el primer caso ninguno pudo seguir y tuvieron suerte de no haberse lastimado; en el segundo, Senna pudo continuar. Y si mirás la maniobra varias veces, te vas a dar cuenta de que el brasileño no había ganado la posición; más bien pretendía forzarla. Senna fue un fenómeno pero allí se equivocó, y ni que hablar de Suzuka 1990
La forma en que varios pilotos ganaron campeonatos es antideportiva y a algunos nos da asco, pero en este caso pienso como Di Palma con un pequeño agregado, yo me volvía a Argentina con el título y una bonita foto de la cara del viejo Frank, que hizo todo lo posible para que Reutemann no fuera campeón. Después de todo le cambiaron la marca de gomas para favorecer al Team de Bernie, le cambiaron el chasis y el motor, o sea que entre Frank y Patrick le dieron una heladera con ruedas…………EL QUE A HIERRO MATA, A HIERRO MUERE. Igual Lole como piloto siempre te respetaré y recordaré como un grande.
El fin nunca justifica los medios. A mi humilde criterio
Thanks for hleipng me to see things in a different light.
he was favourite, but like I say after what Kimi did last year annithyg is possible. After the Canadian Grand Prix I considered gambling for the first time ever, by placing a bet on Kubica winning the WDC before Hamilton. Earlier on this season I was glad I hadn’t placed the bet after all, but now I’m not so sure
A fascinating wneeekd approaching!As usual, I totally agree with your comments; this WC is only for Lewis to lose, as it happened last year.Be prepared to hear strong criticisms from the Anti-Alonso pro-Lewis crusade Some quite innocent words from Alonso this week have produced such a revolution that it is hard to believe. In a sense I would like Lewis wining so those guys would give me a break, but, there is no hope really. Fernando will always be the evil.I was thinking today that somehow reading the comments on the English blogs on this matter is giving me some knowledge on the cultural differences between English and Spanish, which are/seem amazingly different. The point is that your comments are normally very close to what I think (I not being an expert at all); you write of many other things besides F1, so I guess that’s why you sound so different to most F1 threads including those of prestigious newspapers. But I certainly hope the mean English is similar to you (apologies since you happen to be Scottish, so I shall say British?).