UN COCHE DE FORMULA 1 podría andar pegado al techo a gran velocidad. ¿Qué pasaría con un Turismo Carretera?
La F-1 es el pináculo de la técnica, y la ciencia aerodinámica ha generado la mayoría de sus avances en los últimos tiempos, congelado el desarrollo en motores y sin mayores novedades en el terreno de la dinámica del auto de competición. Un coche de F-1 es esencialmente el mismo en cualquier equipo en cuanto a la disposición de los elementos básicos (motor, caja, tanque de combustible, radiadores).
La gran diferencia la hace la aerodinamia, que influye decididamente en la resolución deportiva de los campeonatos. El RedBull RB8 era un auto con potencial hasta que Adrian Newey lo desbloqueó en el final del certamen, como ya te contamos en VA.
Para que te des una idea: la fuerza aerodinámica que genera solo el alerón trasero de un F-1 puede alcanzar hasta cuatro veces el peso del automóvil. Es decir que, a 300 km/h un F-1 podría correr invertido, pegado al techo de un túnel, por ejemplo: su peso querría arrastrarlo en caída, pero una fuerza cuatro veces superior lo sustentaría. Siempre en el terreno hipotético, claro está.
¿Y un TC? ¿Qué pasa con uno de esos autos de más de 1.300 kilos? ¿Qué fuerza aerodinámica generan? La respuesta la da Alberto Canapino:
“Los Chevrolet puede generar una carga de unos 350 kilogramos–apunta- una cifra parecido generan los Ford, lo que supone que en términos aerodinámicos la marca del óvalo no está tan perjudicada. Por supuesto que siempre los Dodge generaron más carga, por la forma de su carrocería, calculo que con el reglamento actual deben andar cerca de los 420 kilos”. Más carga significa, entre otras ventajas, más velocidad en curva.
Canapino pone en perspectiva esas cifras: “Un SuperTC2000 actual tiene que estra generando entre300 a350 kilos, pero por ejemplo, los 405 con los que salimos campeones en 1995, hace casi 20 años, podían generar hasta 500 kilos de down-force, y eran autos de 900 kilos de peso. Eso, gracias a la trompa que no era la original del modelo”.
Se acaba diciembre, un mes de ensayo en el que se puso mucho acento en el avance aerodinámico. “Yo siempre le digo a mis clientes que si tienen un presupuesto equis para gastar, un diez por ciento hay que gastarlo en este periodo, para desarrollo aerodinámico, que después es muy eficaz”. Según el técnico, “siempre se puede ganar en aerodinámica, porque son muchos los detalles en los que se puede trabajar»
Queda la duda: ¿cómo se pueden medir esas cargas aerodinámicas? Los equipos de Fórmula 1 usan túneles de viento durante las 24 horas de los siete días de la semana, utilizando tres turnos distintos de operarios. Si la Ferrari F2012 no fue rival para el RedBull RB8 en el Mundial 2012 de la F-1, eso se debió en gran parte que a que Ferrari no pudo usar el túnel de viento de Maranello, cerrado por reparaciones, y debió calibrar sus resultados en otros túneles que alquiló. ¿Cómo se hace con un auto de TC?
“Usamos la pista como túnel de viento –explica Canapino- En pruebas trabajamos con adquisición de datos, está permitido, así que hacemos la tirada y cuando llegamos a los 240 km/h sacamos el cambio… es la situación más parecida a la que se produce en un túnel de viento, solo que no trabajamos con un modelo a escala sino directamente con el auto. Entonces, a esa velocidad, medimos la compresión que se produce en las suspensiones por efecto de la carga aerodinámica. Tenemos una precisión de dos a tres kilos, bastante precisa”.
Canapino sabe cómo se trabaja en Fórmula 1. “Mariano Alperín, el ingeniero argentino que está en Sauber y antes estaba en Honda, me mostró una vez su trabajo, cómo pensaban, y me enseñó que la interacción de los distintos elementos aerodinámicos permite avanzar”. ¿Qué significa eso? “Hay muchos detalles para trabajar. Por ejemplo, las puertas más adentro o más afuera, el agujerito de la ventanilla más adelante o más atrás… Lo que importa es la interacción de las soluciones, cómo se comporta cada una en relación con el resto, y es la combinación más adecuada la que te permite ganar más carga”
Por P.V.
Fotos: Lop