LOS TRISTES CAPRICHOS DE LA VIDA Verborrágico, entrador, cercano a los periodistas (también lo era por su participación en el tradicional programa Rojo 7000 que creó su padre. Jorge Molinatti solía aparecer por las salas de prensa, y tras los saludos y comentarios de ocasión, hablaba de un joven piloto que además de ser su amigo, representaba. «La está rompiendo en las categorías promocionales de la ACTC. Acordate que va a llegar al TC y y será campeon», profetizaba, convencido ante interlocutores que lo asentían más por complacencia que por convicción.
El tiempo fue transcurriendo y ese joven piloto se coronó campeón del TC Mouras en el 2010, del TC Pista dos años más tarde. Y en el Mouras, que conocía como pocos, cumplió la profesía de Molinatti al atrapar en el 2012 la corona del Turismo Carretera. Ese joven piloto era Mauro Giallombardo.
Como muchas veces pasa, la vida distanció por algun tiempo a los dos amigos , que finalmente volvieron a reencontrarse. Lamentablemente ya no vendrían momentos felices. El pasado 13 de agosto Giallombardo, acompañado por amigos, chocó contra un micro en Villa La Angostura, y desde entonces libra una dura y todavía inconclusa pelea por salvar su vida. Jorge fue el encargado de comunicar las novedades sobre su estado de salud. «Ya lo vamos a ver recuperado a Mauro», repetía con ese optimismo que era una marca registrada en su personalidad. Si así lo fuera, Jorge Molinatti ya no lo verá este este mundo. Esa terrible y maldita enfermedad que hace un tiempo había invadido su cuerpo, terminó con su vida. Vaya nuestro recuerdo, y la reflexión sobre esos caprichos de la vida para enlazar los destinos tan dolorosos de dos amigos.
Por M.S.