LEDESMA LARGABA ADELANTE PERO NO LE ASEGURABA NADA
Desde el último al primer lugar. Fue el recorrido que Christian Ledesma hizo de un año para el otro en la grilla del Desafío de las Estrellas. No fue en la pista sino en el bolillero del sorteo, habitualmente utilizado para la carrera en cuestión, a modo de determinar el orden de largada de la, novena del campeonato y penúltima de la Etapa Regular a cerrarse en Buenos Aires. Paradójicamente la mejor ubicación la consiguió el marplatense, como consecuencia de su integración al tercer grupo, es decir el formado por aquellos pilotos con resultados más flojos, en la combinación de las posiciones actuales del campeonato. Allí Christian ocupa el 30° lugar.
“El año pasado saqué la bolilla «53» y este año me tocó la «1». Fue una compensación, je…”, comentó Ledesma sobre la dispar ayuda de la fortuna en ambos sorteos. Además sin querer, dejó un dato. El año pasado la bolilla 53 fue la última. Este año esa poco deseada bolilla le tocó a Marcos Quijada y tenía el número 41… Es decir que hubo 12 participantes menos, un descenso de algo más del 20%; no ha sido poco recordando que el Desafío de las Estrellas es una de las carreras más convocantes. Podrá ser por los problemas económicos, frecuentes en tiempos tan difíciles como los actuales, o también por el deseo de no juntar demasiados autos en pista. ”Es una carrera complicada y cuanto menos autos haya, mejor…” se escuchó decir en los boxes de El Villicum.
Es cierto, el Desafío de las Estrellas es una carrera distinta y atractiva pero complicada. Siempre están todos los autos participantes en pista, y con dos obligatorias detenciones para recarga de combustible y cambio de las gomas del lado derecho, ambos procedimientos entre las vueltas 10 y 30, y con los pilotos divididos en tres grupos. Cada corredor y su equipo con las tensiones y riesgos, que suelen generar este tipo de situaciones. Particularidades que junto al sorteo y a la mayor exposición mediática, entusiasman por un lado a los defensores de estas carreras, mientras que desde otro ángulo, las ven con escepticismo aquellos que no se sienten muy a gusto. Desde una mirada objetiva, es bueno tener una carrera distinta que quiebre la rutina de series y finales.
A las características particulares, el Desafío sumaba la de dar la posibilidad para largar en las primeras filas a pilotos no acostumbrados a esos lugares de privilegio. Andrés Jakos (segundo), Gastón Ferrante (tercero), Martín Vázquez (cuarto), Augusto Carinelli (quinto) y Kevin Candela (sexto) fueron en la edición 2024, los principales ejemplos. La pole de Ledesma fue la excepción.
El marplatense buscará aportar lo suyo entre tanta atipicidad, con su deseo de hacer doblete y convertirse en el primer vencedor desde un pole lograda por sorteo. ”Voy a dar pelea porque tengo un auto que funciona muy bien», avisó Christian sin asegurar ni descartar nada sobre el desarrollo de 35 vueltas que a las incertidumbres propias, sumó la incógnita sobre el real funcionamiento de los autos de Nueva Generación; por primera vez en la temporada mayoría (24 a 17). Por ahora los con los coches tradicionales más destacados que resisten, y no por mucho tiempo, los Chevrolet de Ardusso (largaba 22), Mangoni (30) y Fontana (séptimo), los Ford de Ponce de León (octavo y con motor para pruebas por rotura del principal) y Spataro (noveno); los Dodge de Castellano (13) y Fritzler (24) y el Toyota del Tubo Gini (34).
Desde las 12,50 horas se verá qué pasaba en las 35 vueltas de una carrera, donde además de la necesaria presencia de un medio mecánico bueno y la fortuna, los pretendientes a la victoria debían acompañar con un adecuado ritmo, eficaces y rápidas detenciones y una acertada estrategia, incluso con el consumo de combustible. Estará bueno ver como se vendrán desde atrás los candidatos habituales como el líder campeonato Urcera (arrancaba 28), su escolta Santero (36), Werner (33), Ciantini (31), Trosset (29), Mangoni (30), Aguirre (35) y Lambiris (32). ¿Podrán aguantarlos?
