MIENTRAS LOS FORD eran derrotados en Junín, otro Falcon de TC se robó la atención en el Gran Premio Histórico del Automóvil Club Argentino, que terminó en San Luis tras una semana recorriendo caminos del centro de la República.
Un Falcon muy curioso: modelo ’72, es una réplica del auto que hace 40 años conducía el tucumano Nasif Moisés Estéfano y que perdió el título de TC en la última carrera de aquella temporada en Zapala.
Es el auto con más pinta de carrera de los más de 200 que corrieron este GP Histórico del ACA, y seguramente el que más ruido hace. “Nosotros vamos con los auriculares puestos, para comunicarnos –explica el navegante Heber Roccabruna– pero aún así, después de la carrera me dura en los oídos un zumbido durante tres o cuatro días”.
Es que el motor tiene fierros originales de José Miguel Herceg, el preparador de los autos del equipo oficial Ford de TC en aquel entonces. “No es el original” reconoce su conductor, Rosendo Pablo Godoy, “pero es una copia bastante fiel. Hay elementos del auto que eran del coche de Nasif”. La firma del Polaco Herceg está estampada en el capot…
Pintado con los colores azul y blanco originales, el Ford hizo estragos en los caminos entre San Juan y Calingasta, dónde 40 años antes Nasif vencía a un jovencísimo Juan María Traverso… “El Flaco nos pidió que hiciéramos una réplica del auto de él, de cuando corría en el equipo oficial” cuenta Godoy, representante de Pergamino, una ciudad fierrera como pocas. “Nasif nunca fue batido entre San Juan y Calingasta” recuerda.
Y el Flaco Traverso, que también participó en el Gran Premio, acota: «la otra noche cenábamos con Carlos Marincovich, que también corrió alguna vez en Nurburgring como yo, y no nos pusimos de acuerdo; para mí, el circuito alemán es el más difícil en el que yo corrí; para el Ruso, la San Juan-Calingasta era más complicado…«. En ese 1972, Marincovich le dio a la cupé Chevy la primera victoria en la historia del TC, precisamente en el triángulo pergaminense.
Los muchachos de Pergamino cuentan que tienen otro Falcon, pero que no pueden transformarlo en una réplica de un auto de Traverso porque los faros traseros del casco con el que cuentan son distintos al modelo que corrió el Flaco en 1975. Pero con ese casco harán una réplica del Falcon que corrió Juan Carlos Iglesias, uno de los dos hijos de Jesús Ricardo, todos originarios de Pergamino. «El del equipo Peñaflor» recuerdan…
“¿Por qué hicimos una réplica del coche de Nasif? -arranca Godoy- Lo conocí cuando vino a correr a Pergamino, yo tenía siete años. Lo ví en la concesionaria en la que se preparaban los autos, y mi familia lo invitó a comer un asado el día de la carrera. Nadie creyó que fuera a venir, pero después de ganar su serie se apareció… No había mejor tipo que Nasif en esa época”.
El Ford nº 64 ganó la categoría velocímetro en el Gran Premio, sin usar relojes sofisticados para calcular la regularidad, y terminó en el puesto 64º de la general, con más de 60 horas en el camino. “Ahora estamos haciendo un auto igual para el museo de Nasif, en Concepción (Tucumán), pero sin motor” cuenta Roccabruna.
Estéfano perdió el torneo de 1972 en la última carrera, cuando una bolsa le tapó el radiador; su compañero Héctor Gradassi le arrebató el título. «En el Gran Premio Histórico del 2011 -rememora Godoy- pasamos por Zapala y un señor nos paró en el mismo lugar en el que ocurrió el episodio, para contárnoslo con lujo de detalles. Se acordaba como si hubiera sucedido ayer»
Esas anécdota son frecuentes: Godoy asegura que el Falcon les hace vivir momentos increíbles. “Es increíble la pasión que despierta. El año pasado, veníamos discutiendo en el auto por cosas de las carreras y en Aluminé bajamos dispuestos a agarrarnos a trompadas: justo en ese momento un señor se paró delante del auto y se puso a llorar de la emoción. Terminamos los tres abrazados y llorando…”
Por P.V.