“ES SIMPLE Y TRANSPARENTE COMO LO ES BERTA”
Con estas precisas palabras en la apertura de su impecable y amena conducción, el colega Raúl Barceló anticipó las características de Motores, Autos y Sueños, el libro con la historia de Oreste Berta contada en primera persona por el Mago de Alta Gracia y que publica Editorial Universitaria de Buenos Aires (Eudeba).
Por entonces la Sala Haroldo Conti en el Pabellón Amarillo de la Fería Internacional del Libro, había rato se veía desbordada en una capacidad que por el limitado espacio dejó en evidencia el mal cálculo, vaya a saberse por qué, de los organizadores al estimar la concurrencia que podía convocar una figura del nivel de Oreste Berta. Por ese desborde quedaron afuera al Gallego Cupeiro, el Pumita Aventín, el Toto Etchegaray, Gustavo Sommi entre otros personajes ligados a la vida deportiva de Oreste. Fueron madrugadores y previsores y lograron entrar para verlo y escucharlo Néstor Garcia Veiga, Carlos Marincovich, Angel Guerra, Tito Hanley, Carlos Pairetti, Heriberto Pronello. Osvaldo Antelo, Luis Belloso y Javier Ciabbatari.
“Siempre tuve claro donde quería ir y así me moví, pero escribir un libro estaba fuera de lo pensado” arrancó reconociendo Oreste, con el mismo tono preciso y sereno que mantuvo durante toda la charla que se prolongó una hora ante la mirada de su esposa Liliana y sus hijos Orestito y Brian.
“La primera idea de contar mi vida la tuvo hace unos años le gente del Departamento Competición de Ford en Estados Unidos. Primero pensaron en hacer una película y cuando me lo comentaron no lo tomé muy en serio. Después me hablaron de escribir un libro y lo tomé de la misma manera. Pasaron unos años, se disolvió ese departamento, volvi a la a Argentina y unos amigos me dijeron: qué lindo sería escribir un libro. No tenía la menor idea lo que era escribir porque hasta ese momento las cartas me las escribía mi esposa o mi secretaria…” contó sobre el origen del libro.
Y siguió hablando Berta, ante el atento silencio del auditorio: “Me vino a ver gente que quería que en el libro hablase de los resultados deportivos, y otra para que encarase la parte técnica, pero me dije que tanto los resultados como los aspectos técnico ya estaban escritos. Quería otra cosa. Me interesaba contarle a los jóvenes cómo habían sucedido las cosas, que tuve tiempos de bonanza y otros en los que choqué contra una piedra y me caí. Mostrarle que si uno llegó a alcanzar logros importantes, lo hizo con mucho esfuerzo y trabajo” relató antes de recordar con gracia las peripecias de sus primeros tiempos en la redacción de los textos. “Comencé a escribir en un cuaderno pero terminaba párrafos y me acordaba de algo que me había olvidado y tenía que agregarlo y poner flechas para relacionarlo. Luego, estando en Estados Unidos, me compré un grabador e iba a todos lados. Poco a poco le fui tomando la mano y luego encontré la ayuda de la gente de la editorial para darle la forma final a mi relato.”
Oreste hizo una elogiosa y emocionada mención de sus padres. “La oportunidad de mi vida fue haber tenido los padres que tuve, que me dieron una buena educación y un gran ejemplo de vida” aseguró antes de hacer un rápido repaso de varios temas del libro. Así habló de James McCloud, un personaje clave en su proyección profesional, de las trabas del gobierno para la construcción de un Fórmula 1 y un F 5000, de las 84 Horas de Nurburgring, de Juan Manuel Fangio. Y estos son apenas algunos de los muchos e interesantes temas que contiene este libro. El libro de Berta, el libro que le hacia falta a la bibliografía nacional del automovilismo.
Por M.S.
Fotos: Mónica Paz
ORESTE , estoy llorando de alegría, por favor que placer.<siempre lo he escuchado del esfuerzo, empeño, pero eso solo no alcanza hay que coronarlo de conocimientos y deseos de superación, que era lo que a ud. le sobraba.
El yo voy a poder y no desfallecer, ser humilde y por sobre todo aprender de los que saben.
Nunca me voy a olvidar de una carrera en San juan de la cual Ud. era asiduo concurrente(convengamos que no era de asistir a las carreras en sí, ya los sábados a la tarde partía hacia su lugar en las sierras a desenchufarse con la naturaleza y el vuelo de los cóndores) cuando me autorizó a sacar una foto junto a toda su flia. incluídos vuestros padres, foto que presté y aún no la pude recuperar(el Cholito Cano quedó de enviarme otra por el maíl de su hija)
Muchos saludos de alguien que lo admira por sus conocimientos y por sobre todo el ejemplo que dá a los que vienen detrás, gracias ENCICLOPEDIA ABIERTA.