NUEVOS DESAFÍOS.
Suele decirse que “segundas partes no son buenas”. Por supuesto hay excepciones, pero Fernando Alonso puede dar buena fe de ese dicho con el recuerdo de su segunda escala en el equipo Renault, en 2008 y 2009. Sin ser desastrosa no tuvo el mismo éxito que aquella inicial que le dio 14 triunfos y especialmente sus dos títulos.
Encima la última de sus tres victorias (Singapur 2009) de esta segunda etapa se vio envuelta en el escándalo del presunto arreglo reconocido por su compañero Nelsinho Piquet y que le costó el puesto al brasileño, duras suspensiones a Flavio Briatore (director del equipo y manager de Alonso) y Pat Symonds (responsable técnico). Argumentando nos saber nada, algo que pocos le creyeron, Fernando se fue silbando bajito a Ferrari.
Habrá que ver ahora si tampoco son tan buenas las terceras etapas, esa misma que como acaba de anunciarse, Alonso iniciará en Renault partir del 2021. Un anuncio que puso fin a miles de especulaciones y terminó con una de las novelas con las que a falta de carrera se entretuvieron los seguidores de la Fórmula 1 en la extensa pretemporada. Una definición que sorprendió a quienes no creían que a punto de cumplir 39 años (29 de julio) y con conflictivas desvinculaciones de otros equipos (Ferrari y especialmente McLaren), el español volviese a tener cabida en la Máxima. Asimismo decepcionó a aquellos que pensaban que Renault podía elegir como sucesor de Daniel Riccardo a un joven de su semillero como el chino Guanzu Zhou (poleman en la carrera de Fórmula 2 en Austria) , alguien que por su origen le aseguraba un alto impacto marquetinero en el inmenso mercado oriental. Igual hay tiempo. Zhou tiene 21 años.
Renault prefirió apostar a la capacidad conductiva, proclamada motivación, vasta experiencia y reconocida imagen de Alonso. Enhorabuena porque elevará el nivel de una grilla donde actualmente sólo conviven tres campeones mundiales (Hamilton, Vettel y Raikkonen) y siete ganadores de Grandes Premios. También porque le dará al español la chance de mostrar si verdaderamente mantiene su alto rango conductivo y ambición competitiva desarrolladas en el Mundial de Endurance pero sin la gran exigencia y oposición que tendrá en la Fórmula 1.
Todo esto no quita que este acuerdo Renault-Alonso, como toda gran apuesta, tenga su dosis de riesgo. Para el piloto español, porque a diferencia del regreso de otros grandes campeones, no llega a un equipo ganador sino a uno que se encuentra estancado en el nivel medio no solo por detrás de los dominantes Mercedes Benz sino también de Red Bull, Ferrari y McLaren. Una situación que pondrá a prueba la verdadera vigencia y motivación de Fernando ya que le demandará un duro trabajo más con vistas a futuro que a presente inmediato. Un futuro que además de incierto asoma limitado para quien en el 2021 cumplirá 40 años, una edad casi prohibida para aspirantes a ganadores y campeones en esta Fórmula 1.
Para Renault queda el riesgo de seguir desandando el tiempo sin resultados que lo lleven nuevamente a la vereda del éxito que no transita desde hace casi 12 años, exactamente desde el 12 de octubre de 2008 con su triunfo en el Gran Premio de Japón. ¿Quién fue el piloto? Fernando Alonso.
Tal vez esto explique porque lo hayan buscado para esta apuesta de doble riesgo.