SANTERO CUMPLIÓ SU DESEO
“Queria ganar para dedicarle esta victoria a la hinchada de Dodge que está muy dolida por la muerte de Angelini”.
Hombre de más acciones que palabras, Julián Santero soltó sus deseos tras concretarlo en la pista y ya en la vuelta de honor rindió su homenaje con un par de trompos ante las tribunas donde lucían banderas de la marca que el recordado Tati Angelini defendió durante tantos años en el Turismo Carretera.
No sorprendió esta victoria de Santero en una tercera presentación del TC en La Pedrera que no tuvo la convocatoria de público de las anteriores. Deportivamente porque este mendocino ya está instalado en el grupo de punta de la categoría y emocionalmente porque a golpes duros de la familia del TC suelen sucederle en la pista hechos que la relacionen y reconfortan para sumarle el especial toque de emotividad.
No sorprendió tampoco porque a pesar del contundente dominio de Matías Rossi en clasificación, el propio Misil alertó el sábado sobre que “no siempre gana el auto que anda más rápido en clasificación porque en carreras hay muchas situaciones”. Un sutil mensaje en el que con esas ”muchas situaciones” abrió las chances de Santero y Facundo Ardusso, sus escoltas en clasificación. Las de Ardusso se evaporaron con su trompo en la serie, del que se hizo responsable “por querer andar más rápido…”
Perder la pole de la final ante Rossi no disminuyó las altas expectativas de Santero. Y esa determinación por atrapar la punta se vio desde el arranque junto con ese mejor rendimiento de su Dodge por sobre el Ford, algo que incluso reconoció el propio Matías. Era entonces cuestión de esperar el momento oportuno en un circuito “donde cuando intentas un sobrepaso no te podes equivocar” como destacó Santero. Y Julián no se equivocó cuando en la séptima vuelta apuró a Matías por afuera y ante la bloqueada del Ford se mandó por adentro.”No lo pude aguantar” declaró Rossi sobre un desliz extraño para alguien que hace de la defensa una de sus mejores armas.
Ahí se definió la carrera. Ni siquiera el parate por el accidente de Moriatis-Okulovich, que volvió todo a cero, cambio el panorama. De vuelta a la velocidad el Dodge fue inalcanzable para Matias, que se conformó con el segundo puesto que, ante el desastroso fin de semana de Jonatan Castellano, lo proyectó a la cima de las posiciones de la Copa de Oro. Tampoco “molestó” un manso Agustin Canapino al ver cumplido el limitado objetivo de ser el mejor Chevrolet . Se lo ganó por poco a un relevante Sergio Alaux.
Faltaron emociones en la pista pero sobraron tras la caída de la cuadriculada. Al homenaje de Santero ante los hinchas siguió su abrazo en el podio con Chori Angelini (el padre de Tati) y su familia, mientras resonaba un emotivo El Tati está presente.
“Este triunfo no repara nada pero es la forma de empujar anímicamente a esta gente” repitió Julián en una frase tan precisa como fue su victoria. Una victoria esperada y emotiva.
Fotos: Prensa ACTC