EXPECTATIVA Y PRESIÓN
Estas fueron las sensaciones predominantes en la presentación del nuevo McLaren MCL 33, efectuada en el circuito español de Navarra y que incluyó algunas vueltitas. La novedad técnica es la incorporación del motor Renault en reemplazo de Honda.
Esas sensaciones las resumió Fernando Alonso al comentar que “me siento emocionado pero también nervioso. Soy consciente de la importancia que este auto tiene para el equipo y para todos nosotros, y por lo tanto espere que funcione bien”.
La importancia de la que habla Alonso es la presión existente para de una vez por todas comenzar a desandar el camino que devuelva tanto al equipo como al piloto español a los festejos triunfales. Vale recordar que McLaren no gana desde el Gran Premio de Brasil que cerró la temporada 2012 y lo vio vencedor con el inglés Jenson Button mientras que también es prolongada la abstinencia ganadora de Alonso que no sube al escalón mayor del podio desde el Gran Premio de España 2013, época en que era la estrella de Ferrari. Pasaron 91 carreras, mucha para un bicampeón mundial y uno de los pilotos mejor remunerados de la grilla de F 1.
De un auto “con líneas limpias y bien pensado”, como señalaron tanto Alonso como su coequiper Stoffel Vandoorne, se destaca a simple vista el predominante color naranja papaya, el mismo que Bruce McLaren eligió para destacarse entre los colores nacionales tradicionales de los equipos de la época cuando en 1966 debutó con su un auto de su propia construcción en Mónaco.
Sobre un McLaren M7 A número 5, color naranja, Bruce McLaren ganó el 9 de junio de 1968 en Bélgica la primera carrera como piloto-constructor y la que inició la serie de 182 victorias que ostenta la marca. Medio siglo después el equipo vuelve a ese color original en busca de la gloria perdida.
Por el equipo de VA
