UNA VIDA DE LEYENDA.
El 1 de agosto de 1976 estuvo tan en la antesala de la muerte que hasta recibió la extremaunción en el hospital alemán de Heidelberg, donde parecía agonizar afectado por las serias quemaduras e intoxicaciones con las que varios colegas lo rescataron milagrosamente del infierno terrenal en que se había convertido su Ferrari en la segunda vuelta del Gran Premio de Alemania, en el inolvidable y peligroso Nurburgring de las infinitas curvas.
“Escucharlo al sacerdote me dio más ganas de seguir viviendo”, recuerda Niki Lauda sobre aquel episodio. No sólo siguió viviendo sino que a los 42 días estaba de vuelta sobre la Ferrari en el Gran Premio de Italia, a los 84 dias perdió el título por apenas un punto ante James Hunt y al año siguiente lograba su segunda corona.
Todo esto acompañado de un proceso de recuperación de sus quemaduras en el rostro que le demando varias intervenciones y que mechó con una campaña deportiva que tuvo un parate de dos años hasta un nuevo retorno en 1982 que un par de temporadas despúes coronó con su tercer campeonato mundial. El retiro en 1985 ya fue definitivo aunque sin alejarse totalmente del ambiente del automovilismo.Su salud volvió a estara jaqueada en 1997 y 2015 con sendos transplantes de riñones.
En otro agosto, pero del 2018, la muerte volvió a golpear fuerte en la vida de Niki Lauda. Debio cambiar sus vacaciones en Ibiza, por su internación en una sala de teparia intensiva en un hospital austríaco. afectado por una infección que obligó a un transplante de pulmón. La recuperación no fue sencilla ni breve, pero nuevamente y con la conocida perseverancia de los piscianos, Niki salió adelante. Ahora espera reintegrarse a la brevedad a sus funciones de director no ejecutivo del equipo Mercedes Benz de Fórmula 1.
Niki Lauda ha cumplido 70 años. Felicidades y por muchos años más de una vida con varias vidas. Una vida de leyenda que milagrosamente llegó a las siete décadas.