ATACA Y DEFIENDE.
Quien sabe lo que quiere no necesita abundar en palabras. Se expresa con la contundencia e irrebatibilidad de los hechos. Hay muchos que hablan mucho en el automovilismo y no hacen tanto como hablan. Son menos los que entregan pocas palabras pero muchos hechos.
Valentín Aguirre pertenece a este último grupo. Sin perder su amabilidad, desde que se fue metiendo en el juego grande del TC, este arrecifeño de 22 años, hijo de Gastón (expiloto de TC y GTA) se destacó por el bajo perfil, frases cortas y actitudes medidas incluso en los momentos de mayor éxito, pero también por la contundencia de los hechos que en el arranque del 2018 con tres carreras en el TC ya le habían dado dos poles.
Pasó el tiempo de maduración y en el avanzado 2019, vemos la versión de un Valentín Aguirre que, de continuar por ese camino, apunta a instalarse en el primer nivel del automovilismo nacional. Un concepto que suscribe un exigente analista del automovilismo, como lo es Guillermo Kissling, jefe técnico de Aguirre en el JP Carrera. En el lluvioso sábado de Termas de Río Hondo, Willy no sólo lo candidateaba para el triunfo en la carrera santiagueña, algo que Valentin logró, sino también como uno de los postulantes a ser campeón de TC.
No dijo nada Valentín frente al elogio. Respondió al día siguiente con los hechos y la victoria. La segunda de su campaña en TC y del año, que lo convirtió en el primer piloto en repetir festejos en esta temporada. Es un dato para no soslayar en el competitivo TC, donde la mayoría se conforma con obtener el único triunfo obligatorio para pretender el campeonato, y luego se dedica a sumar puntos.
“Ganar es importante por los puntos plus (8 por cada una) que da cada victoria para el inicio de la Copa de Oro”, explica Valentín, quien ya tiene asegurado 16 para el caso de entrar en ese grupo que admite a los 12 primeros de la etapa regular. Todo indica que lo hará porque marcha 5º, pero en el TC nunca se sabe.
Este triunfo en Termas demostró que Valentin no sólo sabe atacar cuando tiene un buen auto, como el que le entregó el equipo y como hizo en la parte inicial para instalarse en la punta, sino que también sabe defenderse. Dos veces en los relanzamientos, el Pato Silva le tiró toda su experiencIa y picardía buscando el error o el lugar por donde meter el Ford pero no pudo quebrarlo. Igual Valentín reconoció que “fueron los momentos más complicados porque el Pato se tiró con todo.”
¿Cómo tomó la situación Silva al no poder quebrar a su joven rival? Con tranquilidad y esta particular reflexión: “No considero una frustración no haber podido pasarlo a Valentín, porque por más que tengan pocas carreras en el TC, estos chicos vienen con la gran escuela de las categorías promocionales de la ACTC y son bravos”.
(Especial desde Termas de Río Hondo, Santiago del Estero)
Fotos: Prensa ACTC y AIF.