UN DÍA PARA OLVIDAR
Todo cambia muy rápido en el Dakar. Y una nueva prueba se vio en un martes para el olvido, y eso que no fue 13, que tuvieron los hermanos Kevin y Luciano Benavides, el día siguiente del paso por su Salta natal que movilizó a sus coterráneos. Tampoco fue el día esperado para el francés Adrien Van Beveren, que era líder en motos, escoltado por Kevin, al salir de la capital norteña.
Kevin recibió un duro golpe deportivo para sus chances de una consagratoria victoria al perderse con su Honda en el puesto de control número 7. Tampoco encontraron ese lugar pilotos del nivel del australiano Toby Price y Joan Barreda Bort. “Estaba mal el road book, porque no se pueden perder tantos corredores de punta» se quejó Kevin. De esa forma descendió al tercer lugar, a 41m23s del nuevo líder, el austríaco Mathias Walkner, el gran beneficiado de este caos, y quien le devolvió a KTM la esperanza de alargar la racha de 16 triunfos consecutivos, que la marca tiene en el Dakar. Entre ambos se acomodó Barreda Bort, una mala noticia para Kevin, ya que es su compañero en el equipo oficial Honda.
Luciano sufrió un fuerte golpe físico al caer de su KTM en el Km 219. Estuvo inconsciente por algunos minutos y se retiró de la carrera con fuertes dolores en la zona lumbar tras ser asistido por la española Laia Sanz. No terminaron allí las caídas violentas. A poco de terminar el especial en Belén, Adrien Van Beveren se dio flor de golpe con su Yamaha. La fractura de la clavícula derecha y fuertes traumatismos en el tórax y la columna, lo obligaron a abandonar al simpático francés, el mismo que un día antes en Salta bromeaba con Kevin Benavides (foto de apertura), sobre la forma en que definirían esta competencia. Está claro que todo cambia muy rápido en el Dakar.
Por M.S.
Fotos: Mónica Paz y Prensa Dakar