EL GRAND PRIX DE ESPAÑA de 1975 fue la única carrera en la historia del Mundial de Fórmula 1 en el que ambos sexos sumaron puntos…
Este fin de semana, la F-1 inicia su periplo europeo con el GP de España en Montmeló, el circuito de Granollers en las afueras de Barcelona, inaugurado en 1991, con el que Catalunya recuperó la F-1 que había perdido, precisamente, en 1975…
Desde la institución del GP puntable en la península, en 1968, la carrera alternó en dos trazados, el Circuito Permanente del Jarama, en las afueras de Madrid, y el Circuito de Montjuich, utilizado desde la década del ’30 y enclavado en el Parque del Montjuich, a minutos del centro de la bellísima ciudad mediterránea. Allí se corrió en 1969, 1971 y 1973 (cuando Carlos Reutemann venía dando caza a Emerson Fittipaldi hasta que se rompiera la transmisión de su Brabham BT42) antes de la edición final de 1975.
Resumiendo: el circuito callejero se presentó muy desmejorado, los pilotos se negaron a girar, los organizadores apretaron a los constructores y solo se realizó una sesión de entrenamientos/clasificación, el sábado 28 de abril de 1975 a las 16, que duró escasas dos horas. El campeón del mundo, el propio Fittipaldi, en desacuerdo con la situación, salió de boxes con su McLaren, dio unas pocas vueltas a marcha reducida y con un brazo en alto, y sin haber marcado un registro válido empacó luego sus cosas y se marchó a su casa en Suiza. Una muestra de dignidad pocas veces vista.
La primera fila fue monopolizada por las Ferrari de Niki Lauda (1m23s4) y Clay Regazzoni (1m23s5). Desde la duodécima fila partían el BRM de Bob Evans (1m28s8) y el March-Cosworth de la italiana María Grazia “Lella” Lombardi (1m30s3). Era su tercer Grand Prix y solo había podido girar 1s5 más lenta que quien la precedió, casi siete segundos más lenta que Lauda.
Fue una carrera de demolición. Las pésimas condiciones del circuito provocaron más de un accidente. Wilson Fittipaldi con su Copersucar y Arturo Merzario con su Williams dieron una sola vuelta a marcha lenta y abandonaron, en solidaridad con Emerson. Lauda duró apenas una vuelta: tocado por Regazzoni, golpeó de trompa contra el guard-rail; Patrick Depailler (Tyrrell 007), en el segundo giro, Alan Jones (Hesketh 308) y Mark Donohue (Penske PC1) en la quinta vuelta, James Hunt (Hesketh 308) en la octava, iban quedando eliminados por sendos incidentes o despistes en una pista que no estaba en condiciones. En el giro 10 de una carrera prevista a 75 solo continuaban compitiendo 16 de los 25 coches que habían partido.
Desde atrás, sin complicarse, el March n° 10 avanzaba: desde la 24ª posición de largada, ya era 19° en la segunda vuelta, 15° en la séptima y 13° en la vuelta 10, una antes de perder un giro respecto a la punta. En aquella época, los seis primeros se llevaban puntos para el Mundial.
El Montjuich seguía volteando muñecos: Mario Andretti, que era puntero, y Ronnie Peterson quedaban fuera de concurso por toques contra el guard-rail y, de golpe, en la vuelta 17, el alemán Rolf Stommelen con un Lola-Cosworth de la escuadra del ex campeón mundial Graham Hill se ubicaba a la vanguardia de la carrera, habiendo largado noveno. Lo perseguía Carlos Pace, el coequiper de Reutemann; el santafesino por entonces venía corriendo en el noveno lugar, cuatro puestos por delante del March de Lombardi.
De golpe, la tragedia: tras nueve vueltas en la punta, trepando el rasante de la recta principal, el Lola de Stommelen perdió el alerón trasero y salió despedido por encima del guard-rail, hacia la derecha.
Aterrizó trágicamente sobre un grupo ubicado del otro lado de la doble fila de contención metálica, en posición prohibida: cuatro personas (un bombero, dos periodistas y un comerciante) fallecieron en el acto. El piloto alemán sufrió varias fracturas y Pace, por esquivar al puntero, chocó con el guard-rail de la izquierda.
httpv://youtu.be/wznN4kLa59I
En la vuelta 24, dos giros antes del tremendo accidente, Lombardi había alcanzado el octavo lugar… Con dos autos más eliminados, de repente el March n° 10 quedaba sexto en la clasificación, detrás del McLaren de Jochen Mass, el Lotus 72 de Jacky Ickx, el Shadow de Jean-Pierre Jarier, el Brabham de Reutemann (que perdió la posición con Jarier porque “frenó apreciablemente al llegar al escenario del drama y fue lentamente desde el mismo hasta la horquilla donde pudo comprobar que su compañero Pace se hallaba bien y salía del coche por su propio pie” en palabras de Javier Del Arco, historiador del Montjuich) , y el March de Vittorio Brambilla. La bandera roja apareció minutos después, en el giro 29. En la confusión, la italiana perdió otro giro.
El gobernador civil de Barcelona, Rodolfo Martín Vila, decidió que la carrera no podía ser reanudada. Mass era declarado vencedor pero como solo había cumplido 29 de las 75 vueltas previstas, la carrera solo otorgaría la mitad del puntaje. De manera que Lella Lombardi se hacía acreedora a medio punto para el Mundial. Su mejor tiempo en carrera había sido 1m30s2, más de cinco segundos más lenta que el record de vuelta de Andretti (1m25s1); el mejor tiempo de Reutemann fue de 1m27s2, y el vencedor había llegado a girar en 1m25s8.
La Lombardi corrió otros 13 Grands Prix hasta 1976, y llegó séptima en el GP de Alemania de 1975, que ganó Reutemann y que, a causa del intenso calor, se produjo otra ola de abandonos: había largado 25° pero llegó a 25 segundos del sexto colocado, el holandés Gijs Van Lennep (Ensign) que había partido delante suyo. De manera que aquel trágico GP de España, el 28 de abril de 1975, fue la única ocasión en que una mujer sumó puntos en una carrera de Fórmula 1 válida por el Mundial.
Lella Lombardi murió en 1992, a los 50 años, devorada por un cáncer, cinco años después de haber dejado de correr.
Por P.V.
Fotos: «Montjuich 1933-1975» de Javier Del Arco.