SOÑAR NO CUESTA NADA
Por ahora… Por eso, si dejás de lado la nostalgia del recuerdo del 10º aniversario de aquel primer Dakar sudamericano que conmocionó la Argentina y sacudió la calma de los eneros porteños, y con la amarga sensación de ver que ese aniversario coincide con la primera edición sudamericana sin tránsito por nuestro territorio, las expectativas apuntan a compensar ese vacío con las posibilidades de ver a un argentino vencedor en la rampa en Lima. Allí, el 17 finaliza la 40ª versión del Dakar que comienza el domingo, también en la capital peruana.
Paradójicamente en una edición donde descendió notoriamente (de 68 a 38), la presencia de participantes argentinos, hay varios con chances de festejar. El principal es Kevin Benavides, y nada menos que en la categoría más atractiva y disputada del Dakar como lo es el motociclismo. El salteño estuvo cerca el año pasado, donde terminó 2º. Ahora no tiene otro objetivo que la victoria sobre una de las Honda CRF 450 oficiales. “Siento que tengo todo para ganar”, anticipa un confiado Kevin, quien de conseguir ese halago entrará en la historia por ser el piloto que habrá cortado 17 victorias consecutivas de KTM.
También hay que seguir con atención e ilusión a los quads, la especialidad que hace una década elevó a la fama a los hermanos Marcos y Alejandro Patronelli. Ya retirados, son tiempos de otros talentosos jóvenes como los cordobeses Jeremías González Ferioli y Nicolás Cavigliasso. Ambos tienen sendos segundos puestos en anteriores ediciones. Ahora van por el primero.
Seguidos con más curiosidad que interés hace diez años, desde hace un par de ediciones la mirada argentina hacia los camiones cambió con el gran protagonismo que tomó Federico Villagra, con sus victorias en varias etapas. Le sigue faltando ese triunfo final, que este año como estandarte de los Iveco contra los poderosos Kamaz rusos, busca junto a Adrián Yacopini y Ricardo Torlaschi.
Más lejana asoma la chance de una celebración argentina entre los autos. Sin embargo en una carrera como el Dakar todo es posible, y allí es donde la experiencia de Orlando Terranova puede dar buenos dividendos. Participante en todas las ediciones sudamericanas, Orly, otro de los símbolos del Dakar en Argentina, vuelve a mezclarse entre los grandes sobre uno de los Mini oficiales.
Dejamos para el final a Juan Manuel Silva, habitual participante del automovilismo nacional, y el mismo que luego de varios Dakar en la división mayor de autos, baja un escalón para sumarse a la creciente (este año triplicó los inscriptos) categoría de los UTV denominada Side by Side. La forman vehículos de 800 Kg de peso, con una potencia que oscila entre los 170 y 200 HP. Por eso vamos a ver al Pato solitario sobre un Can Am Maverick del Colcar Racing Team. “Decidí el cambio porque en esta categoría, tengo la chance de pelear por un lugar en el podio”, explica Silva, Ojala se le haga. Soñar no cuesta nada.
Fotos: twitter Benavides, Prensa Ferioli, Mini y Silva.