AUDAZ COMPARACIÓN, MMM…
De cambiantes alternativas, el duelo entre Max Verstappen y Sergio Pérez dentro el equipo Red Bull da que hablar. Y más allá del contundente triunfo del holandés en Miami, que estiró a 14 puntos su ventaja sobre el mexicano, todavía hay visiones que imaginan un áspero duelo entre ambos en el largo camino de 18 Grandes Premios que todavía debe desandar el campeonato mundial. Una mirada especial, especialmente por lo afectiva, es la de Antonio Pérez Garabay, padre de Checo, que incluso se ha atrevido a comparar el duelo entre su hijo y Max, con el que a fines de los 80 enfrentó en McLaren, a dos múltiples campeones del nivel de Alain Prost y Ayrton Senna
«Esto es lo mismo que cuando McLaren tenía a Prost y Senna, ese duelo lo estamos viendo de nuevo. Son dos tigres, gramo por gramo, en la misma jaula. Ambos piensan lo mismo, desayunan lo mismo. Ves que ambos intentan quitarle la vuelta más rápida el uno al otro. En la clasificación quieren la pole position, quieren ser los más rápidos en los entrenamientos libres», dijo Pérez padre al diario mexicano Esto.
“Por sus dos títulos mundiales y el mayor tiempo que está en el equipo ,Verstappen es considerado el piloto líder y entonces tiene mucha ventaja, pero Checo ahora puede ir al ritmo de Max. Creo que solo hay unas milésimas entre ellos a favor de Max, pero en pistas difíciles los veo muy parejos”, agregó Don Antonio.
Según su padre, Pérez ya tiene contrato para 2024 y esto lo tiene motivado “Actualmente veo a un Checo Pérez diferente. Por la forma en que habla, camina, se ve es distinto. Lo noto como padre cuando hablo con él y me dice ‘no, no, no jefe, acuérdate que soy el número 1’ y yo le digo “’no, no, no te confundas'» contó Pérez padre antes de cerrar con un “si Checo hubiera tenido esta oportunidad desde el principio de su campaña en la Fórrmula 1, como la tuvieron otros jóvenes pilotos, ya sería varias veces campeón del mundo, no tengo ninguna duda. Creo que todos veremos a Checo Pérez durante los próximos diez años y ciertamente lo veo como un campeón mundial».
Mirada de padre, generalmente más emocional que racional. Se entiende.