UN BUEN COMPAÑERO.
El gesto de Diego Azar expresó mucho más que los elogios que minutos después descargó sobre Juan Manuel Sapag, tras el abrazo con el piloto neuquino y Dario Ramonda, el director deportivo del Toyota Gazoo Racing.
Al llegar como ganador al sector de estacionamiento de los tres primeros en el Sprint del Top Race en Rosario, el bicampeón desvió levemente su marcha y ocupó el segundo cajón. El primero lo dejó libre para que inmediatamente después Sapag estacionase su Toyota. A diferencia de otras veces en que esa decisión de no ir a lugar del vencedor parte de órdenes de las autoridades por alguna maniobra en pista, esta vez la actitud de Azar fue genuina y representó el agradecimiento para quien con sus distintas actitudes en pista fue clave para su triunfo.
“La victoria es de Manu, no todos los compañeros son como él…” explicó, por si era necesario, un agradecido Azar tras rubricar esta afirmación con nuevos hechos y entregarle el trofeo de ganador a su compañero. Fue el merecido reconocimiento no sólo para su actitud de cederle el primer puesto al promediar le 9 vueltas del Sprint, sino para la brillante tarea de guardaespaldas. que desde ese momento hasta el final, ejecutó Sapag ante el permanente y por momentos, desesperado ataque de Josito Di Palma, el gran rival contra el que Azar pelea el campeonato. Una defensa sólida y limpia que no le dejó ningún hueco al impetuoso Josito quien tranquilamente aceptó la situación. “Se veía venir que iban a hacer juego de equipo. Los felicito porque anduve al filo, y no los puede pasar” se limitó a comentar Josito. Hoy tiene revancha.
”No hubo ninguna órden específica pero algo habíamos hablado. Diego venía más rápido que yo y necesitaba los puntos para el campeonato. En cambio a mi no me dolió, ni perjudicó, resignar la vicroria” explicó Sapag sin bronca ni arrepentimiento. Como quien hace lo que debe hacer, estaba en paz con su conciencia.