SIEMPRE AL FRENTE.
“Sin Max, las posiciones estarían más reñidas y sería un campeonato apasionante”, teoriza Toto Wolf, director deportivo de Mercedes Benz, quien integra como uno más la corte de los resignados escoltas del neerlandés y su Red Bull.
Es cierto, si lo sacamos a Verstappen, la Fórmula 1 tendría un campeonato disputado y apasionante, con varios pilotos y equipos separados por pocos puntos. Pero Verstappen, está y vaya si está, con un contundente dominio reflejado en sus 10 victorias (las ultimas ocho consecutivas) sobre 12 Grandes Premios, que le han permitido tomar una ventaja de 125 puntos, sobre sus compañero Sergio Pérez, y de 165 y 166 con relación a Fernando Alonso y Lewis Hamilton, sus más “cercanos” escoltas.
Esta situación ha teñido de una gran monotonía el desarrollo de las carreras y en consecuencia el campeonato. Sobran los dedos de una mano para contar las veces que Verstappen encontró oposición fuerte en sus rivales, sea ya su coequipier Pérez o en los pilotos de otras marcas. Ejemplo reciente, el Gran Premio de Bélgica que Max arrancó desde el sexto lugar y terminó primero con un ventaja de 22 segundos .
Lejos de lamentarse por estas situaciones que no ayudan al interés del espectáculo, Verstappen se regocija y no lo oculta. “Es cierto que mi dominio puede ser aburrido para mucha gente, pero personalmente disfruto de ganar por mucha diferencia. A mis rivales. Es la mejor manera de mostrar la real superioridad que tenemos y que es posible gracias al gran auto que disponemos” dice Max en una declaración que muestra que su autoestima es tan alta como su talento.
También lo dicho por el neerlandés, muestra cómo cambian los tiempos y la visión de los los campeones. Recordemos que el gran Juan Manuel Fangio, quien en otra época más peligrosa, supo dominar la Fórmula 1 en su paso por Mercedes Benz a mediados de los 50, aconsejaba, «hay que ganar por la menor diferencia posible, para nos mostrarle a los rivales todo el potencial…».