-publicidad-

COMO EN EL TANGO DE DISCÉPOLO, LA DUDA (COMO LA LUCHA) ES CRUEL Y ES MUCHA.

Los hechos: a la hora prevista para la partida del GP de Bélgica, llovía con fiereza sobre el circuito de Spa-Francorchamps. Después de un par de vueltas con el safety car conduciendo el pelotón, la dirección de la carrera puso bandera roja.

La espera duró cerca de una hora y 20 minutos, y la pista estaba prácticamente seca cuando, tras cuatro giros detrás del coche piloto, apareció la bandera verde. Pilotos que habían apostado por una puesta a punto para piso húmedo, se vieron directamente perjudicados por tal manipulación, desde ya dentro de lo que permiten los reglamentos.

La sensación que quedó flotando como el spray en Spa, fue que quienes controlan a la F-1, pretenden reducir los riesgos a un mínimo indispensable. Y si para eso tienen que cargarse a las carreras con lluvia, entonces así será.

 

Un poco de historia. Antes del GP de 1970 (¡55 años atrás!), cuando en las semanas previas se habían producido algunos accidentes mortales (Bruce McLaren, Hans Laine), se habló de boicotear la carrera en el antiguo trazado de Spa-Francorchamps, mucho más veloz (240 km/h de promedio) y riesgoso. Finalmente se llegó a una decisión de compromiso: se establecieron tres horarios distintos de partida. Si la lluvia era excesiva en el primero de ellos, se postergaba automáticamente al segundo. Y así: no habría una tercera postergación, sino finalmente una suspensión. El Grand Prix se disputó al cabo, con piso seco: se largó al segundo intento.

Ese recordatorio es ideal para quienes reclaman que antes se corría con lluvia, y ¿por qué no ahora? Bueno, no siempre fue así, y menos en Spa, un circuito que sensibiliza a los pilotos.

El automovilismo es cada vez menos peligroso, pero el trazado belga vivió dos tragedias en los últimos años, Anthoine Hubert (2019) y Dilano Van’t Hoff (2023). El homenaje del jueves previo al GP, canalizado a través de Pierre Gasly, recuperó esa conciencia en llaga viva.

Toda la belleza que supone el escenario de las Ardenas para Spa-Francorchamps, conspira contra el circuito cuando hay lluvia, alternativa que, hay que subrayarlo, es muy frecuente. Y a propósito del agua, los bosques circundantes impiden que el viento corra sobre la pista, y despejen el spray que generan los Fórmula 1 actuales.

Estos coches, de acuerdo al reglamento instalado en 2022, están pensados para despejar hacia arriba el aire sucio que despiden, de manera de no afectar aerodinámicamente a sus rivales, que podrían en teoría viajar más cerca entre sí. La teoría no se cumplió del todo, gracias a los intelectos de los ingenieros, pero con lluvia, el spray cumple el rol del aire sucio: se levanta detrás de cada coche, generando auténticas cortinas de agua. Así es como impide la visión.

Es decir que en Spa se da cita la tormenta perfecta (nunca mejor aplicado el término). Para colmo, las cubiertas full wet de Pirelli no sirven para nada. Su compuesto es tan duro, que como mínimo rinde el 40 por ciento más en una vuelta que una cubierta slick. Es decir, necesitan condiciones de funcionamiento en las cuales, normalmente, la dirección de la carrera pone bandera roja.

Por eso fue que en Interlagos 2024, Williams mandó a Franco Colapinto a la pista bañada con gomas intermedias, mientras los guerreros de las redes se preguntaban ¿por qué no le habían calzado las full wet?, y teorizaban sobre un complot contra el argentino… Williams, como todo el paddock, sabe que las cubiertas azules actuales son perfectamente inútiles)

Esa tormenta perfecta ocurre en un clivaje de época. Cuando recordamos aquellos años ‘60, ‘70 y ‘80, inclusive los ‘90, en que se competía aún bajo el diluvio, aquella era una F-1 copada por los aventureros, seductores sedientos de vértigo, mientras los pits estaban plagados de bellas y ardientes señoritas.

¿Qué quedó de eso? Nada. Chicos que a los cuatro o cinco años, ya compiten sobre un karting, después a los 18 ya se introducen en este mundo, con una madurez intelectual muy inferior a la de aquellos mavericks, que no asocian el automovilismo con el riesgo y que opinan en masa que en esas condiciones no se puede correr. El domingo, solo dos campeones como Max Verstappen y Lewis Hamilton se manifestaron en contra de lo decidido por la dirección de la carrera. George Russell, directivo de la Asociación de Pilotos (GPDA) y Carlos Sainz, cercano al nucleamiento, defendieron con firmeza la decisión de competir en piso seco.

La aversión al riesgo es poderosa.

No es que sean cagones: sencillamente son producto de otra época. Para ellos, la muerte a bordo de un coche de carreras es inconcebible, no una posibilidad.

Y no es el único factor. Esta F-1 esterilizada, sanitizada, ya no es una categoría de playboys, sino una familiar. Las novias que te muestra la TV, son las chicas ideales para casarse y, seamos sinceros, aparecen en pantalla menos que las madres, los padres y hermanos de los pilotos. ¿Se dieron cuenta?

En Bélgica, la señora Cisca apareció a menudo en TV durante viernes, sábado y domingo. Cisca es belga, claro, pero también es la madre de Lando Norris. Y también se mostró a los padres de Gasly. Y a la madre y el abuelo del ganador, Oscar Piastri.

 

Esa es la imagen que Formula 1 Management (FOM, propiedad de Liberty Media) quiere transmitir al mundo. Un entretenimiento de masas y familiar para familias. Si la intención es capturar nueva audiencia y muy joven, ese es tan buen recurso como evitar que se cuele alguna tragedia en la pantalla. Eso no solamente está relacionado con la audiencia sino, en especial, con los sponsors.

Esta F-1 globalizada está atrayendo patrocinantes famosos más un poderío muy superiores a los habituales. Es una fiesta, que tiene lugar en un circuito determinado (si es callejero, mejor, así los sponsors no tienen que desplazarse demasiado hasta los autódromos), y se televisa a todo el planeta. ¿Cómo van a permitir que allí se cuele la desgracia? El incendio del Haas de Romain Grosjean los tomó con la guardia baja en Bahrein 2022, pero tardaron un segundo en reaccionar. Las llamas no se apreciaron nunca más, y la cámara volvió al incidente una vez que el piloto emergió vivo de ese infierno. ¿Qué patrocinante desea que su marca quede asociada con un episodio trágico?

En fin, nos alejamos de la cuestión central. La F-1 vive con mucha sensibilidad el fin de semana de Spa-Francorchamps cada vez que llega: en otro autódromo acaso no haya tanta sobrerreacción.

Los cambios técnicos que ha experimentado la categoría, han complicado la manera de correr en la lluvia; y las mutaciones sociológicsas, sin ninguna duda, generaron un cuadro de situación en el que competir en esas condiciones, resulta completamente inadecuado a ojos de sus operadores. Las audiencias actuales y (sobre todo) los sponsors del actual momento, no se bancan el más mínimo riesgo. En su cosmovisión, las desgracias mortales son cosas del pasado.

Y, a partir de esa lectura, parece que las carreras en lluvia en autódromos desafiantes, también.

 

PD: el GP de Bélgica de 1970 se terminó en tiempo y forma. Dos semanas después, Piers Courage, que había tomado parte en esa carrera, perdió la vida en el GP de los Países Bajos, en Zandvoort. Tres meses más tarde, en setiembre, Jochen Rindt murió durante la clasificación para el GP de Italia, en Monza.

¿Alguien cree que la F-1 actual podría tolerar una durísima doble tragedia como esa? ¿Alguno cree que no estarían dispuestos a sacrificar las carreras con lluvia, o algo más, con tal de evitarlo?

-publicidad-
Blue Def
Fate

6 COMENTARIOS

    • Lo escucho a Vignone en Campeones decir que «las grandes carreras con lluvia de los mejores pilotos deberian ocupar la sala principal de un imaginario museo de la historia de la F1».
      Mas claro,echale lluvia!!!

  1. Pero por mas que nos resulte chocante es logica pura…. cualquier deporte se desvirtua con la lluvia.
    A nadie le sirve que en la primera vuelta 5 o mas autos queden afuera.
    Creo ademas que hay una necesidad excesiva de buscar heroes y situaciones epicas como se hizo por ejemplo con Senna en su momento, sobrevalorando e idealizando carreras como Monaco 1984 o Donnington 1993 (la vuelta de los dioses).
    Saludos

  2. Senna en Monaco 84 o Donington 93 jamas se podran sobrevalorar porque fueron simplemente genialidades de algo mas que un gran piloto…los heroes existieron Guillermo,una pena que esta F1 moderna con su correccion politica y su marketing obsceno nos impida volver a verlos.

    • Claro, pero fijate que la misma F1 de Donninton 1993 un año más tarde estrelló a Senna contra el muro en Tamburello.
      Yo viví todas esas épocas, por ejemplo las batallas de Senna/Prost en 1989/1990, algo que tampoco se volvió a repetir.
      Entiendo la nostalgia, por las carreras con lluvia y por los circuitos clásicos, que visualmente son impactantes e irremplazables, pero la verdad es que con los autos actuales generan carreras aburridas. Por eso hay que acostumbrarse a los nuevos circuitos, por ejemplo este año en un circuito de mierd**** como Miami la verdad que la carrera en las primeras 20 vueltas aprox. fue muy entretenida. O lo mismo pasó en otros años con Jeddah…
      Lo mismo pasa con el sonido de los motores, quien no extraña los V12/V10/V8 aspirados que giraban a 20mil RPM…. Pero la verdad es que se rompían bastante, había una cantidad de abandonos impensada hoy en día.
      Otro tema que no estamos viendo es que hay muchas más carreras, es decir que de algún modo estamos viendo mucha más F1 que hace 30 años, incluidas todas las instancias previas de cada carrera que antes se televisaban en cuenta gotas.
      Y ni que hablar de la paridad que hay, con 20 autos en 1 segundo en la Q1 en muchas carreras. Yo recuerdo esa F1 que tanto anhelamos con diferencias de 2 segundos al 3ro en una clasificaciones y diferencias de 1 vuelta al 2do en una carrera.
      Saludos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí