EL ITALIANO ALEX CAFFI (EX FORMULA 1) se vino a la Argentina a correr en la FórmulaTruck y de paso se comió un bife con Visionauto.
El bresciano corrió 75 Grands Prix entre 1986 y 1991 para las escuadras Osella, Italia/Dallara y Footwork, obteniendo un cuarto y un quinto puesto en los GGPP de Mónaco de 1989 y 1990, respectivamente. Este fin de semana es el único piloto no brasileño que compite en la categoría de los camiones en el autódromo “Oscar Cabalén” de Córdoba. A falta de argentinos, bueno es un italiano. Se dio una vuelta por Puerto Madero y, bife de por medio, charló con VA:
«Pasé cinco años bellísimos en la Fórmula1, probablemente los mejores de mi carrera aunque los resultados no lo indiquen así. Pero hace más de diez años que no voy a una carrera. Ya en mi época había mucha política en la F-1 pero me parece que ahora es demasiado, todo en secreto, todo oculto, los pilotos casi ni se muestran en el paddock… No es la F-1 que yo viví, en la que corrí contra grandes campeones, Prost, Senna, Mansell, Piquet, y no necesitaban esconderse».
«¿Por qué Italia no tiene tantos corredores en Fórmula 1?. Es una buena pregunta. Creo que es básicamente por un problema de costos. Siempre ha costado dinero hacer una campaña que te llevara ala F-1, había que estar preparado para invertir en los años previos e, inclusive, en los dos primeros años en la categoría, como también hice yo… Pero ahora los costos se dispararon enormemente, y en Italia es difícil encontrar dinero porque la gente no es hincha del automovilismo en general sino solo de Ferrari…».
«Cuando yo corrí en Fórmula 1 había muchos equipos italianos que te ayudaban a dar el primer paso: a mí me sucedió con la ScuderíaItalia, con Dallara, pero también estaban Minardi, Coloni, Osella… Eso se perdió y ahí tenés a un gran piloto como Davide Valsecchi, que fue campeón de GP2 y que pagó cuatro millones de euros (cinco millones de dólares) solamente para ser tercer piloto de Lotus, sin poder subirse nunca al auto. Es un comentarista de lujo para la TV italiana y poco más. Entre los costos crecientes y la escasez de oportunidades hemos perdido presencia. En mi época éramos 15 pilotos italianos corriendo o a punto de entrar. Hoy son… cero».
«No puedo quejarme de mi carrera deportiva. Tuve buenas actuaciones parciales, terminé cerca del podio en Mónaco, y cuando llegó 1991 creí que iba a ganar carreras: había firmado con Footwork, la ex Arrows, y Porsche iba a proporcionarnos un V12. Imaginé que iba a ser como el TAG-Porsche turbo de mediados de los ’80, como el que habían corrido Lauda y Prost para ser campeones, y pensaba: Michele (Alboreto)va a ser campeón con este auto y después se va a retirar, y yo voy a ganar algunas carreras y tendré mi gran oportunidad. Pero ese debe haber sido el peor motor que Porsche construyó jamás para un auto de carrera, una verdadera decepción. Así concluyó mi carrera en la F-1″.
«Puedo decir que soy un afortunado por haber llegado a los 49 años y seguir compitiendo. Tuve un accidente bravo con un prototipo en Imola no hace mucho tiempo, pero sin embargo, pese a haberme roto una vértebra, manejo un camión IVECO dela Fórmula Truck sin problemas. No, no se parece en nada a un F-1, aunque yo lo encuentro bastante parecido a un coche de turismo, por las reacciones, solo que pesa diez veces más. Andan rápido esos camiones, hay que respetarlos, es difícil no pasarse en las frenadas…».
«El año que viene volveré a correr el Dakar por tercera vez, con un camión. Me gusta mucho, porque más que una carrera es una aventura y les juro que el esfuerzo es mucho más mental que físico. Por eso siento que es un gran desafío y vamos a intentarlo de nuevo. Así que regresaré a la Argentina muy pronto…».
Por el equipo de VA
Foto: Consultora Corvus