LA FECHA ES UNA SIMPLE ANÉCDOTA.
Puede haber sido el domingo 7 de agosto en el mismo Autódromo de Olavarria, cuando sorprendió con un “no corro” a Marcos Laborda, el por entonces responsable técnico del equipo que recibió esta respuesta cuando fue a buscarlo a la casa rodante para que se suba al Torino y largara la serie.
Puede haber sido al día siguiente cuando en la conferencia de prensa, largó el “hasta acá llegué”, como anuncio oficial de que desde ese momento pasaba a convertirse en un ex piloto, tras 35 años de andar por rutas y pistas y cosechar tantas victorias y títulos, como polémicas, rivalidades, fanáticos seguidores y punzantes detractores.
Con el recuerdo de tantos otros anuncios incumplidos, hubo quienes no le creyeron. Esa vez lo cumplió. Hizo bien porque dejó intacto su recuerdo que, como tantos, se agigantó con el paso del tiempo..
Días más, día menos, pasó ya una década del retiro de Juan María Traverso. “Se pasó volando” descubrió asombrado Omar Martínez, uno de los tantos rivales que tuvo el Flaco y el mismo que anda cerca del retiro, cuando se lo recordaron tras su reciente victoria en Paraná. El Gurí fue tercero en aquella carrera de Olavarría que Traverso nunca corrió y que ganó Juan Manuel Silva seguido de Christian Ledesma. Un podio con vigencia en el actual TC.
Es cierto. Pasaron rápidos estos diez años, tan rápido como andaba Traverso sobre los autos de carrera. Sin embargo esa velocidad no es la responsable que ese lugar tan especial de gran referente e ídolo que Traverso ocupó durante tanto tiempo en el automovilismo y que lo hizo trascender fuera de ese ámbito, permanezca vacío una década después. Es más, su figura sigue sobrevolando los circuitos y ni que hablar cuando aparece de visita en alguno. Opaca al resto aunque repita lo que dijo hace una semana u opine lo contrario de lo que aseguró un año atrás.
Habla bien de Traverso esta vigencia de su figura suprema una década después del adiós a la pistas. Da la idea del valor deportivo que tuvo en tiempos que el piloto era lo más importante y no se hablaba tanto de técnicos, reglamentos, marketing. No deja bien parado al automovilismo actual que ese recuerdo tenga una dimensión superior a la que provocan los actuales pilotos, algunos tan rápidos como lo era el Flaco pero sin esa fuerza y desenfado que irradiaba su figura tanto dentro como fuera de los circuitos. Algo de Traverso puede encontrarse en Matías Rossi, su mejor discípulo, tal vez en Agustín Canapino, pero sin llegar a alcanzar ese status especial que tenía Traverso.
Hace diez años no se avizoraban herederos para el lugar que dejaba vacante Traverso. Hoy menos. Difícil que aparezcan los Traverso en una actividad donde hay categorías que anuncian sus resultados con los nombres de las marcas, en una sistema que los adoctrina a recitar como loritos felicitaciones a quienes les ganan y en carreras en las que los más veloces son recargados, las grillas se invierten y por si fuese poco ahora se descubrió la novedad de largar por sorteo… ¿Cuántas figuras convocantes como Traverso surgieron con estos inventos más acordes al show televisivo que a la esencia de las carreras?
Ya van diez años sin Traverso en las pistas. Una ausencia que es más fuerte que muchas presencias.
Por Miguel Sebastián
Fotos: Mónica Paz y Archivo Clarín
Y si !!!!!!!!!!!!!!
Todos tienen su momento, el Flaco fue un grande pero ya pasó. A disfrutar a los buenos que quedan.
Es Marcos Laborda…
El problema de los dirigentes del automovilismo es que están desorientados como Adán en el día de la Madre….queriendo ganar público para sus espectáculos solo logran perderlo.
Es difícil convencer de ver automovilismo al que no le gusta, mirará una vez, mirará un ratito, mirará un palo espectacular, pero seguramente no va a pasar de eso. Lo que no entienden los dirigentes es que con otro deportes es lo mismo, al que no le gusta el tenis mirará una vez, mirará un ratito, mirará un blooper, pero no más allá de eso, pero si hago que Federer juegue con un ojo tapado o sin zapatillas o con cualquier otro «lastre deportivo» para emparejar con los demás, no solo no van a ver tenis los que no les gusta, sino que van a dejar de verlo los que sí les gusta.
Algo parecido están haciendo con el automovilismo. Siempre digo lo mismo, la gente antes iba a ver las carreras aunque por mucho tiempo ganara el mismo, ya sea Gálvez, los Emiliozzi, Copello, Traverso, etc. Algunos iban a verlos ganar y otros a ver cuando alguien les podía ganar.
Con estas «modernidades marketineras» de invertir grillas de largada, recargar el peso del que gana, sancionar al que quiere pasar por afuera o arriesga en una curva, no solo no consiguen atraer al que no le gusta el automovilismo, sino que están alejando al los que amaban este deporte.
Lo mismo sucede con esas «carrerras?!?» que no son otra cosa que tandas de clasificación extendidas, que duran un ratito y donde el piloto que tiene el más mínimo inconveniente, le conviene más abandonar y no gastar el auto, ya que sus chnces de ganar o entrar en el podio se torna imposible. Por suerte he escuchado que paracería ser que algunos dirigentes están pensando en volver a hacer carreras con una duración acorde a lo que es este deporte y a lo que siempre fueron las carreras, más allá de las exigencias de horario televisivas. Se suponía que la TV iba a ayudar crecer al automovilismo, no a destruírlo.
Un abrazo.
Y no creo que suceda, con los actuales reglamentos, donde ganar se castiga.
Pablo.
Las palabras de Pirulo más claras no podrías ser.
Hay que hacer reglamentos económicamente racionales y no negocios envueltos en color de reglamentos. Así se ganarán participantes.
Hay que buscar que los autos sean diferentes, así habrá competencia y disputa de posiciones. Hay que buscar circuitos que sean complicados (Balcarce, San Juan, Potrero de los Funes, Salta por citar algunos) y hay que hacer dos vueltas de clasificación y carrera. Eso de las tres series es una chantada.
La carrera no puede durar menos de dos horas (las normales o cortas).
Ahí la cosa puede empezar a ganar seguidores, y por ende el circo mantenerse vivo. Otros mecanismos no mantienen el circo vivo, administran la agonía….
Pablo.
Plenamente de acuerdo con Jorge. Miremos objetivamente, que el Gran Flaco sea nota por cumplirse 10 años de su retiro,significa que nada notorio tiene para ofrecer,el automovilismo argentino, en estos días.