MEDIA SORPRESA.
No por intuido dejo de sorprender el anuncio oficial de Sebastian Vettel sobre su alejamiento de Ferrari al finalizar este año. Resultó la consecuencia de una historia que comenzó a escribirse el año pasado en pista con las mejores actuaciones de su joven y ascendente coequiper Charles Leclerc y en las negociaciones con la decisión de la Casa de Maranello de extender el contrato del monegasco por cinco años y dejar pendiente de renovación el de Vettel que expiraba este año.
No hubo renovación. Vaya a saber si porque no se llegó a un acuerdo económico (Ferrari quería rebajarle el sueldo como manera elegante de inducirlo al alejamiento) o porque creyeron cumplido su ciclo sobre los autos rojos o porque Vettel, próximo a cumplir 33 años (3/7/87) con una familia (esposa y dos hijas) constituida, piensa más en el retiro que en seguir intentando reverdecer laureles de campeón cada vez más marchitos.
Lo cierto es que, de no mediar una excelente actuación que lo proyecte al título en esta todavía incierta temporada 2020, Vettel seguirá los pasos de su antecesor Fernando Alonso y se convertirá en el segundo campeón mundial consecutivo que pasa por Ferrari sin darle ese título mundial de pilotos que no festeja desde 2007 y para el que fue contratado. Además se irá sin el halago personal que para todo piloto significa ganar una corona con la marca más legendaria de la Fórmula 1. En el caso de Alonso, paradójicamente esas ambiciones chocaron contra el dominio ejercido entre 2010-2014 por Vettel en sus épocas con Red Bull. Para el alemán, el muro fue el contundente dominio que desde 2014 mantiene Mercedes Benz, mayoritariamente con Lewis Hamilton.
El alejamiento de Vettel abre dos grandes interrogantes. El prioritario es saber quién ocupara su lugar en el 2021. Carlos Sainz(h), Daniel Ricciardo y Antonio Giovinazzi conforman una lista donde la posibilidad de un sensacional retorno de Alonso no parece encontrar lugar. Sainz tiene a su favor su crecimiento conductivo, regularidad, juventud (25 años) y expectativas económicas razonables. El australiano muestra como carta importante su mayor experiencia y su condición de ser ya un ganador en la Fórmula 1 pero también demandaría una mayor erogación económica. La alternativa de Giovinazzi es la más lejana por su menor experiencia. Está sostenida por ser integrante de la Academia Ferrari y la esperanza que un italiano vuelva a manejar una Ferrari de Fórmula 1.
¿Qué hará Vettel? es la otra pregunta que revoloteará en el ambiente de Fórmula 1 mientras se espera el regreso de las carreras. Volver al Red Bull de sus amores y grandes conquistas no asoma como la más indicada porque Max Verstappen ya tiene marcado su territorio preferencial secundado por un eficiente, disciplinado y económico Alex Albon. Lejana pero más factible asoma la chance de ir a Mercedes Benz para competir con Lewis Hamilton y de paso incentivar a la marca alemana con la posibilidad de volver a consagrar a un piloto de esa nacionalidad. Una tercera opción puede estar en McLaren, si finalmente Sainz se va a Ferrari.
Por ahora la Fórmula 1 no entrega carreras pero este anuncio de Vettel deja mucha tela para cortar sobre quien lo reemplazará en Ferrari y qué será de su futuro. No está mal para entretenerse hasta que vuelvan a sonar los motores.