¿LO TENÍAN AL FACU?
Si como reconocen muchos pilotos, una victoria en una categoría incentiva anímicamente para encarar un cercano desafío en la otra, tras este triunfazo en el TC de El Villicum, Facundo Ardusso irá con la moral a pleno a la definición de su segundo título de Súper TC 2000 del fin de semana en el Cabalén para el que tiene las mejores chances.
Además este trunfo en el TC guiará su motivación para comenzar a encarar la posibilidad de la Doble Corona (TC y Súper TC 2000), impensada hasta hace poco, pero que se abrió con esta victoria que lo elevó al segundo lugar del campeonato, por encima de un Agustín Canapino, que como contrapartida, por tercer fin de semana consecutivo perdió su condición de líder de un campeonato, como antes lo había hecho en el Súper TC 2000 y Top Race.
“Voy a ir por todo a San Nicolás, ya que ahora dependemos de nosotros para ser campeones” proclamó un sonriente Facu, conocedor que una cosecha plena el 9 de diciembre en el cierre del campeonato es la alternativa más directa que tiene para diluir la ventaja de 7 puntos que le lleva Matías Rossi, como nuevo líder, y llegar a esa corona que por apenas un cuarto de punto de le escapó el año pasado ante un Canapino, que, ahora a sólo un punto de Facu, sigue siendo una amenaza pese que tras su 10º puesto final declaró que “con este reglamento que tiene relegados a los Chevrolet es casi imposible defender el número uno…”
Desde que el sábado, el equipo dirigido por Esteban Trotta, encontró el rumbo al Torino número 2, Ardusso potenció su confianza para quedar en la historia como el primer vencedor del TC en Villicum, un circuito donde la categoría cumplió la anteúltima escala de la Copa de Oro con una buena concurrencia pero sin la multitud que podía esperarse tras 45 años de ausencia en territorio sanjuanino.
“Le dije a mi novia que iba a ganar”, reveló Ardusso a visiónauto sin disimular su cansancio por el gran esfuerzo fisico que demandó el circuito más lento de la temporada, pese a que la temperatura ambiente no tuvo los valores elevados de los días previos. Seguramente le recordó ese pálpito a Gina, su novia, cuando a la medianoche se encontraron en Cañada de Gómez en el casamiento de un primo. Para ese momento ya estará en el recuerdo este 6º éxito en el TC y 2º del año, que desde afuera pareció más cómodo que lo que contó Ardusso. “Fue una carrera con una permanente exigente en un circuito propenso al error y donde también tuve que cuidarme del desgranamiento de la curva 2” relató Ardusso, antes de reconocer que la temprana (segunda curva) superación a Juampi Gianini, resultó clave para comandar con mayor tranquilidad una carrera sin demasiados sobrepasos en el lote puntero.Apenas el mencionado de Ardusso a Gianini y el de Ortelli a Rossi.
“Lamento haber perdido el segundo puesto, pero Guille me hizo una muy buena maniobra” admitió Matías, que prefirió mirar el vaso medio lleno de un fin de semana donde como dijo “la felicidad no fue completa”. Su amenaza por la contundente pole sabatina comenzó a atenuarse al integrar la serie inicial, esa misma disputada bajo un manto de cal, consecuencia de la forma en que con ese elemental producto se buscó controlar el deterioro del pavimento en distintos lugares del circuito. “No hubo mala intención, sino mala suerte” se consoló Rossi, que igual venció en la serie pero al ser la más lenta lo dejó en el tercer lugar de la grila para la final. La superación de Ortelli la compensó con el abandono de Gianini. Asi mantuvo el tercer puesto en el clasificador defintitivo. Esto junto con el opaco domingo (10º) de Canapino, le permitieron trepar por primera vez a la cima del campeonato. Justo, justo, antes de la carrera decisiva en San Nicolás, y por la diferencia (7 puntos) que imaginaba.
Quedó asi certificada en los números esa imagen de principal candidato al titulo que todos ven en Matías y su Ford desde que con lo justo ingresó a la Copa de Oro.
Fotos: Prensa ACTC.