UNA CARRERA ESPECIAL
Siempre tuvo un matiz especial Olavarría dentro del calendario del TC. Desde los tiempos de la ruta, en que como recordó Hugo Mazzacane, “era la carrera más esperada de los semipermanentes”, con concurrencias tan multitudinarias que hizo que unánimemente fuera proclamada “la capital del TC”, hasta estos tiempos actuales en que para combatir la apatía con que se lo miraba al Autódromo Hermanos Emiliozzi se le colocó el rótulo de especial a sus carreras.
Así, en el 2014 hubo una con el obligatorio cambio de neumáticos, al año siguiente la exigencia fue recargar combustible y además se armó la grilla por sorteo y en la temporada pasada el desafío consistió en 500 kms con binomios y el orden de largada determinado por el ránking.
“Las series serán como siempre pero la final será distinta», anticipó Gastón Mazzacane, con la segunda pole (la anterior fue el Mouras en la fecha final del año pasado) de su campaña en el TC, asegurada sin necesidad de mejorar su tiempo de día anterior. En ese “será distinta”, admitió el gran flanco por el que su gran candidatura para debutar como ganador encontró dudas. Es que esta vez con la contundencia exhibida por su Chevrolet del Dole Racing, y la determinación mostrada por el ex Fórmula 1 no alcanzaría. Como nunca debía estar complementado por un eficaz trabajo del equipo, no sólo en la estrategia sino también en la atención en boxes, para cumplir con el obligatorio cambio de los dos neumáticos derechos. Además se sumó el ingrediente de la lluvia, anunciada por algunos partes meteorológicos.
“Sería lindo que llueva porque abriría más la carrera. Es cierto que resultaría más caótico pero también saldría una carrera más atractiva” , destacó Matías Rossi, satisfecho con el séptimo lugar conseguido sobre un Ford, sin gran velocidad y muy “colero», como ante el comentario de Tito Bessone, lo calificó Matías por su tendencia a irse de cola. Rossi había dicho que no lo desvelaba ganar, pero por las dudas imploraba por la lluvia y por eso puso unas fichas para lograr su tercer triunfo consecutivo en Olavarría, y así seguir la serie iniciada en el 2015. Fue tras largar último por sorteo y continuada el año pasado en los 500 Kms donde tuvo como eficaz compañero a Esteban Guerrieri. Un éxitoso binomio que no podrá repetir en los 1000 Kms. de Buenos Aires del 6 de agosto, la gran carrera de resistencia de este año. La ACTC no autorizó la participación de Guerrieri, por no formar parte de los actuales pilotos que corren en categorías bajo su fiscalización. Una decisión discutible que abrió un debate que Matías aceptó sin vueltas en la extensa y distendida charla con Visión en el atardecer de Olavarría.
“Creo que hay una contradicción en la decisión, porque por un lado la ACTC no se acepta a Guerrieri pero, por otro se permite a Pechito López”, disparó Matías con más convicción que enojo. El tema Pechito dio bastante tela para cortar y hasta produjo versiones contrapuestas de los dos vicepresidentes de la ACTC. “En caso que Pechito quiera correr tendría que ser evaluado”, largó Facundo Gil Bicella, vicepresidente 1º. “Pechito siempre está invitado” ,aseguró Gastón Mazzacane, vicepresidente 2º. Paradójicamente ambos vices ocuparon los extremos de la clasificación. Gastón hizo la pole, mientras que Gil Bicella quedó último entre los 46 participantes en su regreso al TC luego de cuatro años. Pareció una calificación a sus opiniones sobre el caso Pechito.
“Los 1000 Kms. son una fiesta de la categoría y queremos compartirla con nuestro pilotos, además es una forma de potenciar a los corredores que van surgiendo del TC Pista Mouras, TC Mouras y TC Pista. Y a su vez, como toda fiesta tenemos el derecho de invitar a quienes nos parezca…”, explicó a su turno Hugo Mazzacane, descartando tácitamente interés por la presencia del triple campeón Mundial de Turismo. “Creo que Marcos Di Palma convocaría más gente que Pechito, Guerrieri y Rubens Barrichello juntos; Marcos es un hombre del TC, conoce la categoría y siempre la defiende…” , remarcó el presidente de la ACTC.
A esta altura del debate y con la figura de José María López tan tironeada por pilotos, directores de equipos y dirigentes, vale preguntarse si por encima de ser o no invitado, Pechito tiene reales ganas de hacer un alto en el Campeonato Mundial de Endurance y la Fórmula E para venir a correr los 1000 Kms de TC. Creemos que no.
“Las presencias de Pechito, Guerrieri, Barrichello y hasta de Alain Menú le aportarían mucho a los 1000 Kms, y le harían un bien a la categoría”, sostuvo Rossi en la vereda contraria de la posición del presidente de la ACTC. Y fue por más al afirmar que “esa decisión no coincide con la filosofía de la categoría de pensar en la gente. Pienso que si preguntasen a la gente se encontrarían con que al 90% le gustaría que Pechito corriese los 1000 Km. Creo que hay que ser más amplio y pensar de verdad en lo que le gusta a la gente, dejando de lado diferencias personales. Es la manera de salir adelante…”.
Gastón Mazzacane fue inalcanzable con el Chevrolet. Matías Rossi resultó contundente con sus opiniones.
Por Miguel Sebastián (Especial desde Olavarría)
Fotos: matirossi.com.ar y AIF
El pensamiento de que «es una fiesta de la categoría» es tan lamentable como muchas de las decisiones de la ACTC.
La carrera de los 1000 Km es el evento elegido para festejar los 80 años, y como tal no deberían perder la oportunidad de congregar a las figuras más importantes que puedan. Desde el punto de vista marketinero sería lo lógico. Pechito Lopez no solo es actualmente el representante argentino más importante a nivel mundial, sino un ex corredor de la categoría. Como otros, debería ser autorizado por solamente eso. Si Di Palma, Traverso, Hernandez son invitados, también lo debería ser Pechito.
También reniegan de Guerrieri, que va a corren este año en el WTCC y el año pasado corrio con Matias Rossi y gano una de las carreras especiales.
Ellos nunca reniegan de haber corrido en la categoría, pero evidentemente la categoría reniega de ellos.