NO SON POCOS.
Sí; no son pocos los que sueñan con presenciar un duelo entre el ex bicampeón del mundo Fernando Alonso y el arrecifeño Agustín Canapino en las venideras 24 Horas de Daytona, en las que ambos correrán sendos Cadillac de la clase mayor Dpi (Daytona Protoype International), especialmente ahora que el Titán renovó su título de campeón de Turismo Carretera.
Pero Canapino ya bajó la ansiedad de los hinchas, descartando la posibilidad de pelear por un triunfo, mientras que Alonso está a la búsqueda de una vida fuera de la Fórmula 1 y, por qué no, también más allá del automovilismo.
El español hará Daytona como otro entrenamiento para las 24 Horas de Le Mans del 2019, cuando acabe la super temporada del WEC, y también competirá en las 500 Millas de Indianápolis (con un auto equipado con motor Chevrolet y alquilado al equipo de Ed Carpenter), en procura de la famosa Triple Corona.
Pero su ambición está puesta mucho más lejos de la pista. Habrás visto a lo largo del 2018 cómo utilizó un gorrito con la marca Kimoa; una marca que también se vio sobre la carrocería del McLaren MCL32. Kimoa no es un sponsor personal, sino una compañía que fabrica ropa y complementos de orientación californiana, para hombre y mujer, ¡y que le pertenece!
Correr en los EE.UU. le sirve a Alonso para promocionar ese negocio, que en 2019 abrirá comercios (hasta ahora vende todo por internet). Según Forbes, su fortuna actual alcanza los 250 millones de dólares, tras 314 carreras en Fórmula 1. Pero no se contenta con eso. De acuerdo al diario El País, el actual piloto de Toyota en el WEC se asoció con la empresa china Shanghai Yi Qian para construir 40 pistas y escuelas de conducción deportiva en los próximos cinco años en el país asiático, a semejanza de la que posee en Asturias.
La relación que Alonso estableció hace un par de años con la supermodelo italiana Linda Morselli (ex de Valentino Rossi) parece haber fructificado también en el terreno de los negocios: ella es quien lo asesora en sus inversiones.
Canapa, pasalo en el peralte, si podés; pero no te olvides de sacarte el sombrero cuando lo hagas…