EL MECÁNICO QUE SE VOLVERÍA CABALLERO TUVO MUCHO QUE VER EN ESTA HISTORIA.
Al cumplirse cincuenta años de aquella gran frustración argentina, cuando Carlos Alberto Reutemann se perdió una fabulosa chance de ganar su primer Grand Prix de Fórmula 1, en tiempos de verano, cuando la actividad descansa en las pistas –aunque no en los talleres- y hay más tiempo para las lecturas distendidas, vale bien recordar esta anécdota: aquella de Reutemann fue la segunda vez en menos de cinco años, que el equipo Brabham perdió un triunfo por escasez de combustible…
Ocurrió el 18 de julio de 1970, cuatro años y medio antes de que el piloto santafesino viviera la gran frustración ante un Autódromo de Buenos Aires repleto. Ese día, en el circuito de Brands Hatch, se disputaba el Grand Prix de Inglaterra, una de las citas más importantes del torneo de aquel año.
La pole-position la marcó la comunión entre piloto y auto que dominaba ese año: Jochen Rindt y su Lotus 72C. Rindt marcó 1m24s8, y el australiano Jack Brabham, que corría un chasis BT33 de su propio equipo, le empató el tiempo. El austríaco se quedó con la pole por haber señalado antes el registro.
A diferencia de Rindt, que buscaba con desesperación su primer título mundial, Brabham ya había ganado tres coronas, la última en 1966 con un auto de su concepción.
En aquel momento, la Fórmula 1 era un deporte para especialistas, no lo consumían las masas y estaba lejos de ser algo completamente popular. Aunque era una de las tres carreras que se televisaron ese año (luego de Mónaco y antes de Monza), el GP de Inglaterra podía verlo apenas un reducido grupo en Europa. El sábado de la clasificación solo once mil espectadores pagaron su ingreso.
¿Qué ocurrió en la carrera? Tan sólo 56 mil personas la presenciaron, pese a la cercanía del circuito con Londres, la capital inglesa. Para comparar: el fin de semana del GP de Inglaterra 2023, reunió la cifra récord de 480 mil espectadores.
Veamos la crónica de grandprix.com:
“Rindt fue el más rápido en la clasificación con Jack Brabham (Brabham) y Jacky Ickx (Ferrari) compartiendo la primera fila. Jack Oliver fue rápido en el BRM y se clasificó cuarto por delante del McLaren de Denny Hulme, mientras que en la tercera fila estaban Regazzoni, John Miles (en el segundo Lotus 72) y Tyrrell March de Jackie Stewart.
“Ickx tomó la delantera de Brabham en Druids después de pasar por Paddock Hill Bend uno al lado del otro. Durante seis vueltas, el Ferrari se mantuvo en cabeza, pero al inicio de la séptima vuelta el coche sufrió un fallo de transmisión en Paddock Hill Bend. En el mismo momento, Rindt desafió a Brabham y el austriaco tomó la delantera. Brabham no se rindió y durante la mayor parte de la carrera los dos se mantuvieron muy juntos. Oliver corrió tercero durante la mayor parte del recorrido, pero en la vuelta 55 falló el motor BRM. Eso ascendió a Hulme al tercer lugar.
“En la vuelta 69, Rindt erró un cambio de marcha. En un momento Brabham estaba por delante, y parecía que la carrera había terminado hasta que en la última vuelta, el coche se quedó sin combustible en el camino hacia la línea de meta. Brabham se vio obligado a deslizarse hacia la meta y Rindt pudo descontar los 13 segundos que había perdido, y de esa forma cruzó la línea para ganar mientras el Brabham avanzaba lentamente hacia la línea de llegada. Hulme estaba demasiado atrás para conseguir el segundo puesto y tuvo que conformarse con el tercer puesto”.
El Brabham BT33 se quedó sin combustible en la última vuelta de las 80 fijadas para el GP de Inglaterra de 1970. Lo mismo que le ocurriría al BT44 de Reutemann 56 meses después en Argentina 1974…
El decano de la prensa de F-1 de entonces, el británico Denis Jenkinson, lo vio de esta manera en “Motor Sport”:
“Una vez superado Rindt, no hubo nada que preocupara a Brabham y dio la vuelta con la carrera en el bolsillo, pero por tercera vez este año el destino intervino. Mientras daba su último giro, recibiendo una ovación muy popular de la multitud, mientras todo estaba bajo control, cuando regresaba al estadio en la esquina Clearways, su motor tosió y se apagó.
Se había quedado sin gasolina y, por segunda vez este año, Rindt dobló la última curva de una carrera contento con el segundo lugar y descubrió que estaba ganando, ya que mientras Brabham avanzaba hacia la meta, el Lotus 72 pasó rápidamente para alcanzar la bandera a cuadros. Y pensar que Hollywood gasta millones de dólares haciendo películas falsas sobre carreras de motor…”.
Así terminó la carrera:
1º Jochen Rindt Lotus-72C 1h57m02s
2º Jack Brabham Brabham-BT33 1h57m34s9
3º Denis Hulme McLaren-M14D 1h57m56s4
Una curiosidad: Hulme no pudo beneficiarse del abandono de Brabham, sin poder superarlo y manteniendo el tercer lugar. Sí aprovechó, cuatro años y medio más tarde, el de Reutemann para ganar el último Grand Prix de Fórmula 1 de su campaña en la máxima disciplina.
En ese momento, Brabham tenía dos mecánicos de confianza. Durante la pandemia, en setiembre de 2020, uno de ellos, Nick Goozee, dio su versión reveladora e inédita hasta ese momento acerca de lo ocurrido, mencionando a su compañero, un mecánico que llegaría a transformarse en un auténtico caballero. Este fue su relato:
“La verdad fue la siguiente. Ron Dennis y yo trabajamos juntos en el equipo Brabham F1 durante 1968-70. Ron cuidaba el auto de Jack, mientras que mi responsabilidad era construir los autos y, a veces, viajaba a una carrera para ayudar. En esa ocasión en particular, Ron y yo trabajamos en el auto de Jack como mecánicos.
En tales situaciones era habitual que Ron calentara el motor antes de poner en marcha el coche, el Cosworth DFV lo requería para que la unidad dosificadora de combustible modificara la mezcla, de pobre a rica. En los años 60 y 70, el paddock de Brands Hatch estaba en el exterior de la pista, y el acceso a los boxes se realizaba a través de un único túnel, a menudo congestionado. Los equipos hicieron la mayor parte del trabajo en los autos antes de llevarlos a boxes”.
“Por alguna razón que no recuerdo, entramos en pánico en el auto de Jack poco antes de ir a boxes. Mientras Ron se ocupaba de eso, calenté el motor pero íbamos muy tarde, así que tan pronto como se solucionó el problema, Ron condujo el auto a boxes. Al llegar a la parrilla, Jack nos dijo que necesitábamos añadir más combustible, por lo que se produjo otro momento de pánico. Durante todo ese caos, olvidé cambiar la graduación de la mezcla de combustible a la posición de máxima inclinación para la carrera, sin embargo Jack durante su vuelta a la parrilla, no detectó que el motor estaba funcionando con mezcla rica, algo que los conductores de su calibre eran perfectamente capaces de sentir. El resto es historia».
“A pesar de su profunda decepción por perder la carrera prácticamente en la última curva, ¡una repetición de lo ocurrido en Mónaco a principios de esa temporada, cuando fue culpa suya! No se nos dijo nada ni a Ron ni a mí. De hecho, el error no se descubrió hasta que el motor se puso en marcha en la fábrica antes de partir para la siguiente carrera. Ni Jack ni Ron Tauranac me dijeron nada a modo de amonestación. Muchos años después, después de que Ron Dennis se convirtiera en un personaje importante en la Fórmula 1, la historia se filtró; sospecho que más bien en un intento de demostrar que Ron también era falible. ¡A Jack le gustaba contar la historia de cómo Ron perdió en el Gran Premio de Gran Bretaña! Años más tarde, durante una cena en mi casa, cuando Jack planteó el asunto, pude decirle la verdad y, afortunadamente, Doug Nye registró la historia real en su excelente libro sobre la vida y la carrera de Jack”.
Ron Dennis, quien en 1970 era mecánico de Brabham, en 1980 pasó a dirigir el equipo McLaren, ganando cinco títulos de Fórmula 1 en esa década. En 1990 ganó el sexto y el primero de los cuatro que lograría en la década de los ’90. Más adelante, en 2000 ya tenía contratado a un joven de 15 años llamado Lewis Hamilton, a quien en 2010 ya había sacado campeón. Ese Dennis quien en 2020, desplazado de McLaren por su socio Mansour Ojjeh, armó un esquema para repartir millones de viandas durante la pandemia, utilizando métodos de trabajo de F-1. Es el mismo Ron Dennis al que el Reino Unido acaba de ungir caballero del Rey a comienzos de año.
Sir Ron Dennis.
Otra curiosidad: Goozee dejó Brabham a fines de 1973 para ir a trabajar con el Team Penske de F-1 y, luego, en IndyCar.
El GP de la Argentina de 1974, resultó el primero en que Brabham no contaba con él desde que corría en Fórmula 1. Y pasó lo que pasó…
Momento imborrable. El Brabham de Reutemann, con la tan recordada toma dinámica caída y sin nafta. A una vuelta de la gloria, la desazón infinita.
Si te interesa saber más sobre lo ocurrido con Reutemann aquel 13 de enero de 1974, acá tenés una mirada personal de uno de los creadores de visionauto y aquí, una crónica del trascendente encuentro que el piloto santafesino mantuvo tras su abandono.
Otra joyita de Vision para pasar el verano sin carreras
Tal cual. Joyitas a las que nos tiene acostumbrados Vision.
Vale Gabriel, el cometido de visionauto es invariable, informar, opinar y brindar otra mirada del mundo del automovilismo. Para eso tenemos dos de los mejores «volantes» del periodismo especializado argentino.
Pablo, en el verano no hay que levantar el pie!, saludos