LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS.
¿Existen los milagros en el automovilismo?
Parece complicado en una actividad signada por pautas técnicas y humanas. Un auto que en clasificación es 9 Km/h más lento en velocidad final (277 contra 286) como según decían era el Honda de Facundo Ardusso con relación al Renault Fluence de Leonel Pernía, dificilmente hubiera podido pelearle una victoria y menos en ese Templo de la Velocidad que es Rafaela, escenario de la segunda fecha del TC 2000 de desarrollo atractivo, si bien algo menos emotivo de lo esperado.
Igual de vez en cuando se dan esos “milagros”, con autos que un día se arrastran y al siguiente vuelan. Suelen producirse más por intervenciones humanas que por factores celestiales. Por ejemplo, el acierto en una modificación que provoque una notable mejoría en su rendimiento, o circunstancias favorables de carrera, o una arriesgada y acertada estrategia, o el infortunio ajeno.
No hubo el cambio de motor que muchos palpitaba en el Honda numero 83 luego de las quejas por su rendimiento en clasificación “Trabajamos para sacarle carga y ganar velocidad en las rectas”, fue la explicación técnica sobre el mejor funcionamiento del Honda en la final.
Las circunstancias favorables aparecieron con los abandonos de Julián Santero (golpe espectacular y afortunado contra el muro y despiste sin que fuera embestido por ningún auto), Bernardo Llaver (rotura de una goma y suspensión) y Franco Vivian (motor) que en la flaca grilla (15 autos) presentada por el TC 2000, le sacaron del camino a los tres escollos más importantes, y favorecieron su prematura escalada desde el 14° lugar de partida. La varita de la buena fortuna lo tocó a Facu con el mal funcionamiento de los push to pass en el Fluence de Pernía en las vueltas decisivas. Un inconveniente que lo dejó indefenso ante el ataque final de Ardusso. Y pensar que Leo había tomado una ventaja de seis segundos, indescontable en condiciones normales.
“Faltando pocas vueltas empezó a fallar el push to pass. La pantalla titilaba, se encendía y se apagaba, y no me marcaba los push. Me quedaron disparos sin aprovechar y no pude defenderme de Facu”, explicó un desilusionado Pernía, pero algo más tranquilo que al bajar el auto donde demoró sus primeras declaraciones porque “no quiero hablar boludeces…” ¿Esas ”boludeces” dichas en caliente tenían otra explicación sobre la forma en que se le escapó el triunfo?.
“Arriesgamos con la estrategia y ganamos. Fue clave resignar posiciones en clasificación, para tener más push to pass, porque dispuse de cuatro disparos más que Pernía”, destacó Ardusso, quien así hilvanó su segundo triunfo consecutivo en Rafalela con Honda pero el primero bajo a estructura de Roberto Valle y la asistencia técnica y deportiva de Javier Ciabbatari y Alberto Scarazzini. Responsable técnico del equipo, Ciabbatari también resaltó la gran importancia de la estrategia, y reconoció que “me hubiese gustado buscar la pole pero ante la falta de velocidad del auto, tuvimos que adoptar otra estrategia”. Tal vez esa estrategia incluyó no mostrar totalmente el potencial del Honda de Ardusso para así sacar partido de la concesión de más push. Vaya a saberse.
En medio de la alegría por la victoria, visionauto escuchó una acertada reflexión sobre el particular otorgamiento de mayor cantidad de push cuanto más atrás se clasifique: “Es una cagada, porque atenta contra lo que es el automovilismo. Cómo no vas a tratar de clasificar bien y andar lo más rápido posible que es lo más puro en las carreras de autos. Pero bueno, estaba esa ventana abierta, fue aprovechada y salió bien. No es bueno porque renuncias a la clasificación y la clasificación tiene que ser pura, porque de otra manera ¿qué nos queda?, tener que especular en todo… Para esta carrera estaba hecho así y ya pasó. Esperemos que aprendan la lección y para la próxima hagan mejor las cosas…”.
¿Habrán aprendido?
Fotos: prensa TC2000.