LOS SÁBADOS SON DE…
…Facundo Ardusso. Así parece ser en la actualidad de las dos principales categorías del automovilismo nacional. Lo ha confirmado su triunfo sobre el Honda, en el Sprint del TC 2000 en el Oscar Cabalén, siete días después de aquella pole con la que el piloto de Las Parejas sorprendió, y se sorprendió en el TC de Concordia.
Ambas conquistas llegaron en un momento oportuno, para mostrar que la capacidad conductiva de Facu se mantiene, en una temporada donde los resultados no lo han venido acompañando en las dos categorías. Un buen aliciente anímico para Ardusso y sus respectivos equipos, aunque el propio interesado aclarara que “anímicamente siempre estuve bien porque sé quién soy y cómo son las cosas… “.
Quedó claro por la forma en que Facundo aprovechó las oportunidades. En el TC, con esa vuelta perfecta que hizo sobre el Chevrolet. En la fresca tarde cordobesa del TC 2000, con esa pole que, ante la inversión de la grilla, accedió tras su octavo lugar clasificatorio, luego sin muchos problemas transformada en victoria sin tener nunca la amenaza de su permanente escolta Matías Milla.
Paradójicamente la victoria llegó un par de días después que se anunciase la continuidad de Honda en 2023, aunque sin confirmar y tampoco descartar a sus pilotos actuales. “Ojalá puedan seguir Ardusso, Yannantuoni y Cravero”, dice Juan Manuel Silva, director deportivo. Se verá. Por de pronto, una buena noticia es la continuidad de la marca para contraponer a la mala imagen de ver sólo 16 autos (menor cifra del año) en la grilla.
Los sábados recientes fueron de Ardusso, pero los domingos resultan diferentes. Pasó en el TC y todo indicaba que se repetirá en TC 2000. Lo reconoció el propio Facu al ver que su octava posición de largada, no era la mejor para pensar en una victoria en un circuito difícil para los sobrepasos, como también lo señalron el campeón Agustín Canapino (largaba quinto) y Julián Santero (sexto). “Llegar y sumar”, era el objetivo coincidente de quienes en eso orden, ocupan las dos primeras posiciones del campeonato. Seguramente habría más ambiciones en el poleman Bernardo Llaver y su escolta Ignacio Montenegro, protagonistas de los principales sobrepasos que hubo en el monótono Sprint ante tribunas cuyo color azul resaltó más de la cuenta ante la escasez de gente.
Llaver se quedó con las ganas de un sobrepaso más. No era uno más. Era pasarlo a Canapino, su compañero en el equipo Chevrolet. ¿No pudo o no lo dejaron?; el fastidio del Bernie que prentendió ocultar el equipo indicó que de nuevo, no lo dejaron…