EN CHICAGO.

Sí, en Chicago, EE.UU, en mayo del ´54 nació Ernesto Gonella, «Ernie». Luego sus padres resolvieron establecerse en la Argentina cuando el tenía 6 años, en nuestro país creció como un argentino más. Le encantaron los fierros desde chico, y gustaba correr; así se acercó al mundo que lo atraparía en adelante. En los Sport Prototipos, una de las categorías zonales que más ha perdurado, debutó y llegó a campeón en 1990. Saltó después a la Fórmula Renault y Super Renault, y no sólo manejó, también volcó en los autos su impronta técnica con otras soluciones que fueron certificadas por entonces por el ACA. «Tulio Crespi ha sido un gran creador, un fuera de serie», comenta sobre el «padre» de la F-4 en Argentina, posteriormente convertida en F-Renault.

Ernie le comenta a VA, detalles del auto del Juncos Racing de IndyCar.

En el ´94, se subió a un Turismo Carretera cuando lo invitó Sergio Guarnaccia para compartir su Ford en las «2 Horas» en Buenos Aires, pero no pudo debutar porque Guarnaccia abandonó antes. Se enganchó con la categoría y corrió entre 1997 y 2001 en 27 carreras, la mayoría con un Falcon alquilado al Vasco Jorge Oyhanart de Pilar, al que recuerda con afecto «pese a que tuvimos nuestras fuertes «agarradas que con el paso del tiempo quedaron en recuerdos, je!; un buen tipo el Vasco».

Gonella en sus tiempos de TC con un Falcon de Oyhanart (Foto Historia del TC)

La crisis de 2001 en la Argentina, como a tantos, lo llevó a replantear su vida, «dije me voy, y me vine a EE.UU; nooo, no empecé enseguida a trabajar en el automovilismo; trabajé en varias cosas hasta que conocía a Marcelo Occhionero (hermano y apoyo de Alejandro en los años 2000 cuando corrió en TC). «Ellos -cuenta Ernie a Visión en el box del Juncos Racing en Indianápolisellos habían encarado el proyecto con Guillermo Ortelli para correr en ARCA (una division mejor del NASCAR). Después también conocí a Tato Ferrea (el argentino radicado en Fort Lauderdale, en La Florida, destacado como preparador y proveedor de partes para competición en EE.UU y cuyos elementos desarrollados fueron también habituales en el TC) y a Daniel Urrutia, estrecho colaborador de Tato quien hasta supo correr en EE.UU.

El diálogo con Vision en el box del Juncos Racing en Indy.

Gonella ganó terreno hasta afianzarse y convertirse en un ingeniero técnico reconocido en IndyCar, al frente por completo del área en el Juncos Racing con base en Indianápolis (Ernie vive en las cercanías de Miami). «A Ricardo -dice- lo conocí en Miami donde ambos vivíamos, el salió varias veces campeón de karting con su equipo, y bueno en el 2007 me llamó para trabajar en su equipo en la parte de ingeniería. Y bueno, la verdad me ha ido bien; estoy conforme con lo que he conseguido en el automovilismo en EE.UU».

El técnico muestra el volante, un elemento muy cuidado y costoso, «viaja» en un compartimiento especial hasta que es colocado en el auto

Sus comienzos en el Juncos Racing «al principio fueron en la ingenierí en pista, luego se me fue ampliando hasta la actualidad en que me encargo de la ingeniería de los autos del Juncos Racing en IndyCar, Indy Lights y Pro Mazda».

Desde que desembarcó el Juncos Racing en IndyCar en las 500 Millas de Indianápolis del año pasado, avalado por títulos conseguidos en Indy Lights y Pro Mazda (monopostos con motores Mazda con unos 280 caballos), comenta Ernie «estamos apuntando a hacer algunas cosas en los autos y en el funcionamiento de una manera diferente al resto de los equipos; unas podrán salirnos bien y otras no, así son las cosas, eso lo sabemos, lo tenemos claro».

El Dallara-Chevrolet del equipo de Juncos en IndyCar.
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Resalta Ernie lo sabido a la luz de otros ejemplos que ocupan espacios desde hace años en el automovilismo mundial, «la capacidad de la mano de obra argentina especializada es innegable. La Argentina es el segundo país en el mundo en número de pistas de automovilismo, y los que lo hacen son muy profesionales y distintos al resto. En nuestro caso la podemos ver en IndyCar; ingenieros y gente de otros equipos de la categoría, han venido a ver como trabajamos en el Juncos Racing, y eso nos impulsa aún más, indica que algunas cosas las estamos haciendo bien, je!. Todo es muy difícil, complejo, asusta ver a un auto de IndyCar corriendo en un óvalo!».

Fotos: Visionauto (especial desde Indianápolis, EE.UU)

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