CUESTIÓN DE TIEMPO.
Como dicen los pilotos, esta parece ser la clave para empezar a aceptar a las carreras sprint como parte de las jornadas de Moto GP del Campeonato Mundial de Motociclismo. “En dos o tres fechas más nos acostumbraremos y correremos más tranquilos” coinciden los corredores, tanto lo que se muestran a favor como aquellos que están en contra de la novedad.
Rio Hondo marcó la segunda de esas experiencias. Y su trámite respondió a esos pronósticos de los pilotos. Es que, sin dejar de ser emotivo, especialmente la parte inicial con permanentes ataque de posiciones, su trámite no tuvo el mismo nivel de agresividad que la del debut en Portugal. El par de caídas de Joan Mir y Aleix Espargaró se produjeron en solitario sin toques previos. Mir llevó la peor parte con un traumatismo craneoencefálico y el tobillo derecho bastante golpeado.
Hubo asimismo mayor fortuna que en Portimao. Tal vez estaríamos hablando de otras cosas, si esa impresionante largada de Brad Binder que desde el 15° lugar lo elevó al 5° en la curva inicial filtrando su KTM en medio del nutrido lote no hubiese terminado bien. “Fue una maniobra super ajustada “ reconoció el piloto sudafricano que no detuvo allí su avance. Un par de curvas más tarde escaló al tercer lugar y en seguida atrapó el liderazgo en un arrollador avance. Lo defendió hasta el final ante el ataque de Marco Bezzecchi para lograr así una brillante y espectacular victoria. Dificilmente la hubiese logrado en una carrera final con más vueltas y exigencias, donde no todo es es cuestión de atacar y atacar como ocurre en los sprint.
Sera otra cosa el verdadero Gran Premio que sobre 24 vueltas le pone el broche de oro a esta segunda fecha del Mundial. Y así lo reconoce el propio Binder, que como corresponde al ordenamiento de las pruebas de clasificación vuelve a partir desde el 15° lugar que tuvo en la grilla del Sprint. “No creo que pueda volver a avanzar tanto como en el sprint, pero lo intentaré” adelanta Binder. No todos los días es sorprende a gente como el poleman Alex Marquez, el ascendente Marco Bezzecchi y el campeón Francesco Bagnaia, integrante de una primera fila monopolizada por Ducati, la marca que busca el primer triunfo en Argentina.