UN SÁBADO DISTINTO.

Enfrenta el Gran Premio de la Argentina de Motociclismo. Es que por primera vez en su historia, a la habitual prueba de clasificación, agrega minutos después, la carrera sprint (12 vueltas), la gran novedad incorporada este año y que con la experiencia única del Gran Premio de Portugal ya ha movido distintas críticas de los pilotos por su accidentado desarrollo.

Aleix Espargaró (Aprilia) criticó a la carrera sprint y en pista arrancó  la segunda fecha del Mundial con intenciones de repetir la victoria del año anterior en Río Hondo.

“Deseo que el MotoGP siga siendo un deporte en el que gana el más rápido y no se convierta en boxeo, donde gana el más agresivo. La carrera sprint  me ha parecido con un nivel de tensión y agresividad muy fuerte. Si a la gente le ha gustado, perfecto, pero lo que a mí no me gusta es que haya tantas caídas y tantos choques” disparó el español Aleix Espargaró, tras dominar sobre la Aprilia la jornada de entrenamientos en el circuito de Río Hondo y encabezar el 1-2 de la marca italiana completado por su compañero y compatriota Maverick Viñales.

«El sprint me ha parecido una locura. Todo el mundo se mostró agresivo, y esto es muy peligroso. Bastianini ya está lesionado en la primera carrera, y esto es sólo el principio» descargó el francés Fabio Quartararo, disgustado también por el flojo rendimiento de su Yamaha (13°) que lo dejó afuera del grupo de diez pilotos que inicialmente pasan directo a la clasificación.

Tal vez por haber sido el primer ganador, el campeón mundial Francesco Bagnaia fue uno de los más contemplativos con la carrera sprint.  “Están buenas porque provocan más luchas y batallas. Lo que pasó en Portugal se debió más a lo pequeño y la peligrosos del circuito“ señaló el italiano, ubicado sexto con su Ducati. Marc Márquez y Jorge Martin también defendieron al Sprint.

Tony Arbolino (Kalex) fue el más veloz en los entrenamientos de Moto 2. El japonés Ayumi Sasaki (Husqvarna) prevaleció en Moto 3. Ambas categorías clasifican en Río Hondo.

Por encima de la variedad de opiniones y las quejas, los pilotos han coincidido en que “en dos o tres carreras más nos acostumbraremos y el sprint pasará a ser algo normal”. Lamentablemente, no les queda otra muchachos, ante la inflexibilidad de las autoridades para mantener y potenciar este tipo de carrera en función de un mayor espectáculo.

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Igual veremos qué pasa en Río Hondo, un circuito con mayores márgenes de seguridad que el Portimao portugués. También, si tras el experimento inicial y sus consecuencias decrece la agresividad y ansiedad de los pilotos.

 

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