OTRO CAMBIO DE MANDO.
Ver cuantas posiciones podía escalar Lewis Hamilton desde su undécimo lugar de partida era la gran incógnita del Gran Premio de Turquía. Estaba claro que Valtteri Bottas disponía de su gran oportunidad para lograr el triunfo tan esquivo y que Max Verstappen tenía la gran posibilidad de recuperar el liderazgo del campeonato.
No respondió Hamilton a las expectativas creadas y que parecieron camino concretarse cuando en las vueltas iniciales escaló a la quinta posición e incluso avanzó a la tercera aprovechando el ingreso de sus rivales a boxes para los cambios de neumáticos. Precisamente a la hora de su cambio de caucho, su Mercedes Benz no encontró el rendimiento esperado en el compuesto intermedio. Por eso no pudo doblegar la tenaz resistencia de Sergio Pérez, v terminó defendiendo el quinto puesto ante Pierre Gasly.
En cambio esta vez cumplió sobradamente Bottas y con una solvencia que hizo recordar sus mejores días sumó su 10ma victoria, que tiene muchas chances de ser la última sobre un Mercedes Benz. Se lo merecía este finés como compensación a una temporada no muy afortunada y su trabajo en favor del equipo. En este rubro se anotó el mérito de quitarle 7 puntos a Verstappen. Puntos que pueden ser clave en la reñida lucha que el holandés mantiene con Hamilton por el título.
Resignar esos 7 puntos no aplacaron la satisfacción de Verstappen por el segundo puesto, que le dio 18 y ante los 10 cosechados por Hamilton por su quinto lugar, le permitieron volver a tomar las riendas del campeonato con 6 de ventaja. Como Hamilton por el triunfo de Bottas, Verstappen debe agradecerle a su compañero Checo Pérez el haber contenido el avance de Hamilton. Una actuación que levantó las acciones del mexicano dentro del exigente equipo Red Bull . ”Sergio hizo una excelente carrera y lucho cuerpo a cuerpo con Hamilton. Era lo que esperabamos de él” destacó Christian Horner, director deportivo de Red Bull. Un «mimo» que Checo necesitaba recibir.