ALEGRÍA COMPARTIDA.
El retorno del Turismo Nacional a Oberá luego de siete años dejó dos aspectos para destacar: uno, el tan buscado triunfo de Julián Santero con el Focus del GC Competición. El otro, que Leonel Pernía, campeón defensor, desplazó de la cima del campeonato a Manu Urcera tras finalizar segundo y aprovecha el abandono del de San Antonio Oeste.
Tal vez no fue de las mejores carreras que pueda entregar la Clase 3, ya que terminó por tiempo debido a los varios ingresos del auto de seguridad. Lo que sí dejo es un campeonato muy apretado en los primeros puestos, con cinco pilotos separados por tan sólo 20 puntos, con cinco fechas por delante.
Santero se hizo de la punta en la primera mitad de carrera relegado a Pernía, que tuvo detrás de su VW Vento al pibe Rudi Bundziak que, ante su gente, buscaba su primer podio en la categoría. Este trío de punta no varió a pesar de algún que otro relanzamiento, por lo que cada uno se centró en su objetivo primordial: el mendocino, en lograr el triunfo; el tandilense, en hacerse de la punta del campeonato y, el misionero, en regalarle un podio a los suyos. Y de eso no se movieron.
El que no tuvo un fin de semana para recordar fue Urcera, que no dio pie con bola desde el comienzo: en las primeras vueltas de carrera tuvo que cumplir con un pase y siga por un toque a Juan Pipkin (llegó 12°), mientras que en la sexta vuelta terminó abandonando por un problema en la rótula de la parrilla de suspensión del Civic. Y encima se quedó sin la cima del torneo. Todo mal.
«Era cuestión de mantenernos adelante cuando lo pase a Pernía, porque sabía que su auto se iba a caer un poco más que el mío y, además, tuve en cuenta que está peleando el campeonato, por lo que no iba a arriesgar. Se dio una linda carrera», explicó Santero, quien estrenó de la mejor manera la nueva motorización del Focus, a cargo de Luis y Mario Riva: «Cuando se hace un cambio grande es una incógnita, pero se dio de buena manera. Estábamos pasando un momento duro en el equipo donde no se nos daban las cosas».
Una mención especial merece Ernesto Bessone, que compitió por última vez en el Turismo Nacional y, a pesar de lidiar con una ida de trompa y fallas en los frenos de su Corolla, completó el total de vueltas para arribar 14° a la bandera de cuadros. «Ahora estoy tranquilo, ya sé que mi función es otra, es estar abajo. Lo de hoy con un auto que no hubiera tenido problemas, seguramente hubiese sido mucho más divertido», comentó Tito.
En cuanto al campeonato, tomá nota porque está al rojo vivo: Pernía tiene 158 puntos, Pipkin 156, Urcera y Chapur (llegó 5°) 150, y Moriatis (fue 8°) 138.
LE GUSTA REPETIR
En la Clase 3 ya lo había hecho Leo Pernía y sólo faltaba saber quién lo iba a hacer en la Clase 2. Y no fue otro que Ever Franetivich que, con el Fiat Palio, se convirtió en el primero de la temporada en repetir victoria, lo que le posibilitó despegarse de sus rivales en la punta del campeonato.
El de Venado Tuerto llegó a la punta de la prueba luego de superar a Agustín Herrera (Renault Clio), quien lideró la primera parte de la competencia y que terminó abandonando por un problema en un neumático. Así, Franetovich le ganó la pulseada a un competidor directo por el título y amplió su ventaja. Nicolás Posco, con el Ford Fiesta, arribó segundo, mientras que Gastón Iansa, con otro Fiesta, completó el podio.
Pasando en limpio el campeonato de la Clase 2, Franetovich tiene 203 puntos, Herrera 177 y Posco 168. La próxima, el 1° de septiembre en Termas de Río Hondo.
Fotos: prensa APAT.