SU RECORD SERA IMBATIDO: es el único campeón mundial de Fórmula 1 que no se coronó manejando su máquina, sino empujándola… Ese fue Jack Brabham.
Fue en 1959, cuando peleaba el título con Stirling Moss (Cooper) y Tony Brooks (Ferrari), en la última carrera del año, el GP de los Estados Unidos, en Sebring. Pese a quedarse sin nafta en la última vuelta, el australiano se quedó con el título al cruzar la meta empujando su Cooper durante casi 500 metros y caía exhausto tras la consagración.
No es su único record: en 1966 logró su tercer título mundial a bordo de un auto de su propia creación, el Brabham, equipado con motor Repco (un engendro fabricado en Australia a partir de un block original de Oldsmobile). Ningún otro campeón asoció su apellido al de la máquina que conducía…
Compitió en F-1 entre 1955 (fue contemporáneo de Juan Manuel Fangio) y 1970, el año de su último triunfo. Ganó los torneos de 1959, 1960 (ambos con Cooper) y al de 1966 le unió un detalle sensacional: de haber existido campeonato de Fórmula 2 lo habría conquistado también, ya que al comando de su Brabham-Honda ganó ¡diez carreras! en esa temporada.
El suyo no era un manejo pulido sino recio, como su carácter, producto de su cocción conductiva en las temporadas de midget en Sydney, dónde había nacido en 1926. Logró 14 triunfos en 128 Grands Prix de Fórmula 1, el último en Sudáfrica en 1970, el año en que decidió su retiro tras dos amarguras increíbles. La primera, cuando perdió en la última curva el Grand Prix de Mónaco, que se llevó Jochen Rindt.
httpv://youtu.be/XC2v4A_y4VI
La segunda, en Inglaterra, cuando su mecánico personal se olvidó de controlar al detalle el nivel de llenado del tanque de combustible. El Brabham del australiano se quedó sin nafta en la última vuelta, cuando marchaba en punta, y otra vez Rindt volvió a llevarse la carrera. El mecánico es el de la foto: ¿lo conocés?
Seguro: se llamaba (se llama) Ron Dennis y es el mismo que, diez años después, fusionó su equipo de F-2, el Project Four, con un equipo de F-1 en decadencia, el Team McLaren. Así nació el McLaren International que con Niki Lauda, Alain Prost y Ayrton Senna comenzó a llenarse de gloria.
Con el retiro, a los 44 años, Brabham se desprendió del equipo a fines de 1970. Su socio, Ron Tauranac, se hizo cargo, pero al año siguiente vendió la escuadra. Su comprador fue un hombre de negocios bajito, inglés, que había sido el manager de Rindt hasta el día de su muerte, en setiembre de 1970. ¿Su nombre? Bernard Charles Ecclestone. A fines de 1971, en una de sus primeras decisiones, el nuevo propietario -apenas cuatro años más joven que Brabham- contrató un nuevo piloto para 1972. Carlos Alberto Reutemann.
Corrió su última carrera en 1984, los 1.000 Kilómetros de Sandown Park, en las afueras de Sydney, con un Porsche oficial. Cinco años antes, en 1979, había sido ungido Sir Jack Brabham, caballero de la reina de Inglaterra. Sus tres hijos, Geoff, David y Gary se dedicaron con aceptable éxito al automovilismo, aunque ninguno llegó a los niveles de su padre en la F-1. David es uno de los mejores pilotos de coches sport del momento; uno de los nietos de Jack, Matthew, ganó este mes una carrera de la IndyLights en Indianápolis.
Murió hoy, pacíficamente en su mansión de la Gold Coast, en Australia, a los 88 años. Padecía una enfermedad del hígado. Su estirpe, esa no morirá.
Por P.V.
Un capo el tipo. Con nombre y apellido cortos y musicales, como las marcas que corría («cooper -cuper», «repco») ideales para que los que recién empezábamos a leer Corsa y Automundo lo tomáramos para repetirlo cuando corríamos con el karting de rulemanes: «¡El mío es el «Cuper de Brabham!». Y ni que hablar cuando ganó empujando el auto… que espíritu (bolas) y orgullo, propios de la época… Por el me fijé por primera vez en un mapa donde quedaba Australia.. En fin… otros tiempos, ni mejores ni peores pero si, seguramente, menos aburridos.