EL SENTIDO COMÚN.

Cuando se trata de definir prioridades entre pilotos de un mismo equipo, en el mundo y en la Argentina, salvo excepciones, no resulta sencillo escuchar definiciones de responsables en torno a la existencia de un piloto uno y un piloto dos.

Ferrari no ha sido la excepción en tiempos en que no ha habitado Maranello una figura fulgurante, Michael Schumacher habrá sido la última al momento. La dupla de las más recientes temporadas, pareció encabezarla por antecedentes, condiciones y resultados, Charles Leclerc, nacido en el Principado de Mónaco, con el español Carlos Sainz como sutil ladero.

La historia bien reciente, al cabo de lo visto en Monza (Gran Premio de Italia) y en Yas Marina (Gran Premio de Singapur), acaso podría inclinarse para el lado de Sainz en las restantes siete fechas del campeonato 2023. Para encontrar las razones, no hay que bucear casi. Las pole alcanzadas por el español en Monza y Singapur (suma cinco en total), sumadas a la gran consistencia mental y conductiva que lo llevaron al triunfo en Yas Marina, apoyado en una Ferrari revitalizada como también comprobó Leclerc, porqué no originen que Carlos afronte el resto del año con mayor énfasis del equipo puesto respecto a Leclerc. Quinto en el campeonato Sainz con 142 puntos lo apuntalan, por los 123 de Leclerc en una silenciosa pero fuerte pulseada interna.

 

Sainz subió al escalón más alto del podio por segunda vez en su trayectoria en F-1. Resultó además, la 34º victoria de un piloto de España en la categoría (32 consumadas por Fernando Alonso)

Sainz dio una exhibición de principio a fin del Gran Premio. Segundo en los entrenamientos 1 y desde entonces, Libres 2, Libres 3, clasificación y carrera, no hubo rival alguno que consiguiera superarlo en la noches. «Es un momento importante para mí a nivel personal. Bajo presión y cuando las oportunidades llegan, estamos ejecutando las cosas bien. Ganar en Singapur, me ha generado una sensación increíble», comentó Carlos a DAZN.

Desdibujados a más no poder los monopolizadores Red Bull por primera vez en más de un año, la circunstancia se unió al presente de Sainz y al salto hacia adelante más notorio de los autos del  Cavallino desde que el francés Frédéric Vasseur se hizo cargo del bastón de mando de la Scudería.

Serio, preocupado. Inusual imágen de Verstappen en Singapur (Foto gentileza The Objetive).

Como «extraño» tildaron unos que viven desde adentro a la F-1, al rotular el desempeño de los todopoderosos Red Bull en Singapur, que habían monopolizado sin atenuantes hasta la despedida de Europa por el año en curso. ¿Acaso influencian las autorizaciones para aplicar en los alerones traseros?

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A propósito de Vasseur, ante su pasado en Sauber con Leclerc como piloto años atrás, dio la impresión que Charles recibía trato de primer piloto, algo que Vasseur como era de esperar, negó. Sin embargo, se dieron ocasiones en que desde los boxes, vía radio, le «cantaran»: mantener posiciones a Sainz pese a transitar mejor que Leclerc; indicaciones no reiteradas en el caso inverso. En este aspecto, en Monza el equipo dejó en libertad a ambos pilotos para pulsear por la tercera ubicación, aún a riesgo de que Sainz o Leclerc no subieran al podio.

Con el Gran Premio de Japón por transcurrir en Suzuka el fin de semana entrante, y después de la primera derrota de Red Bull, y por nocaut que desnudó la vulnerabilidad que los puede rodear, los interrogantes han surgido. Hay siete capítulos a cumplir y un Verstappen en la cúspide inmutable, quien luego del chubasco sin embargo agregó ventaja de 145 a 151 puntos sobre Pérez, claro, en el otro Red Bull…

 

Fotos: gentileza ABC (portada).

 

 

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