IGUALES,

MEJORES,

PEORES…:



DISTINTOS

Por Cocho López (*)

Es un tema sobre el que me preguntan en todos lados, mujeres y por supuesto mas hombres, casi en forma continua. Pienso que unos pocos lo hacen para ver si digo algo malo de los jóvenes, y esperan por supuesto algo bueno de nosotros, los de otra generación. Y se quedan casi con los ojos abiertos cuando me escuchan decir: los corredores de ahora son distintos…,ni buenos, ni malos. Así es el automovilismo de hoy, los pilotos son distintos.
Me contaba mi padre quien algunas veces corrió en Turismo Carretera en la época de las cupecitas de los años ´40, que había que manejarlas todo el tiempo. Se movían de adelante y de atrás, eran autos pesados, con elásticos y poca amortiguación; además andaban por caminos imposibles, eran así las carreras de ellos. El riesgo era total, es difícil explicar a los mas jóvenes como nuestros padres y abuelos, practicaban el automovilismo deportivo de aquellos años. Hoy sería una simple LOCURA.
Y al repasar mi época, cuando por los años 70 corríamos con el mismo auto tanto en pista como en la montaña, solamente cambiando la altura y algún amortiguador, también la peleábamos muy duro. Tuve la suerte que mas adelante, pude correr en Formula 2 CODASUR, y así empezar a trabajar con muchos elementos de suspensión, de aerodinámica y neumáticos puros para competición. Esos factores me hicieron sentir en mis manos y en mi cuerpo, todas las sensaciones que me posibilitaban luego poner a punto a mi auto de competición.
«Sacale comba, bajá la presión del neumático…; sí, se va de cola; parece que se retuerce el auto….». Eran algunas de las tantas sensaciones que un piloto percibía, y le contaba a los mecánicos para que corrigieran los defectos aparecidos.

Durante muchos años fuímos trabajando con preparadores, otros que desarrollaban, constructores y algún ingeniero, para hacer y mejorar los autos de esos años. El valor del piloto estaba dado no sólo por su manejo, personalidad, conocimientos mecánicos, valentía, etc…, sino también en gran medida por la sensibilidad para poner a punto el auto, y después para llevarlo lo mas «finito» posible. Y era ahí, donde solo pocos sabíamos hacerlo.
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Hoy y en la última década, la tecnología llegó y avanzó para quedarse, con tanta «personalidad» que, en algunos aspectos supera al piloto. En la actualidad, la puesta a punto de un auto de carrera la hacen en gran medida, ingenieros y sistemas de telemetría muy sofisticados, y en muchos casos se consiguen hasta con simuladores…

Los jóvenes actuales tienen esa ayuda extra, que hace que los valoricen menos; pero que a la vez, puedan manejar entre ellos con las mínimas diferencias de tiempos, porque todo es muy igual. Sigue el riesgo, eso sí, un tanto mas acotado por los mejores autos, mayor seguridad, pistas mas adecuadas pese a todo y mejores carreteras. De todas maneras, deben poseer valentía y sobre todo un muy buen entrenamiento físico y mental para soportar las presiones externas, como representan la televisión, la fama, el temor al papelón. Presiones que suelen superar a las conductivas. Es ASÍ.

Iguales, mejores, peores…., no; simplemente DISTINTOS.

Un abrazo; ah!, amigo de VisiónAuto, acordate «lo importante es poder hacer lo que te guste, y sobre todo disfrutarlo!».

(*) Osvaldo Abel López corrió a lo largo de cinco décadas. Fue campeón argentino de Fórmula 2 en 1972 y bicampeón del Club Argentinos de Pilotos en 1984 y 1985, entre otros halagos. Compitió en la Fórmula 2 Europa en 1979 y en casi todas las categorías del automovilismo argentino, desde el Turismo Anexo J de los ’60 y los Sport Prototipos de los ’70 hasta el Rally de los ’80, el TC2000 de los ’90 y el TC del nuevo siglo.
9-09-2010
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