¿DEJAR LAS DOS O QUEDARSE SÓLO CON LA NOCTURNA?
Pasó el callejero de Santa Fé, una de las carreras más esperadas por el Súper TC 2000 y la gente. Dejó mucho según el informe de la categoría que dio cuenta de una concurrencia de 105.000 espectadores entre los dos días de carrera y de un impacto económico de 70 millones de pesos. Por encima de la exactitud de las cifras de lo que no quedaron dudas es que hubo mucha gente, pese al intenso e inesperado frío, y que la ciudad tuvo en sus distintos rubros un movimiento superior al normal. Es un lado positivo de las carreras que no todos saben mirar.
Puede encontrarse alguna deuda desde el lado deportivo, y especialmente con la carrera nocturna, la más promocionada. Un trámite lineal, con tres entradas del auto de seguridad que dolieron más por la falta de celeridad para rescatar los autos accidentados que hizo que el desarrollo de la carrera se enfriara tanto como la temperatura ambiente. Encima la carrera terminó con el auto de seguridad al frente al cumplir el tiempo máximo establecido. Una imagen que contradijo el verdadero espíritu competitivo del deporte. Es como si en el fútbol se terminase un partido sin poder patear al arco, o en el boxeo, sin que los boxeadores puedan intercambiarse golpes. Una llegada como la de Santa Fé enfría el entusiasmo del hincha más entusiasta y hasta le quita parte de la satisfacción al ganador. ¿Hasta cuándo habrá que esperar para implementar el sistema que hace obligatorio el final a todo velocidad y que ya tienen algunas categorías para evitar esta incómoda situación?,
La carrera diurna compensó en parte de la deuda dejada por la nocturna. Sin ser altamente emotiva entregó más atractivos. También este desarrollo profundizó el debate sobre el verdadero valor de esta carrera dominical, cuestionada por muchos, incluso inicialmente por el doble ganador Agustín Canapino y sus escoltas Facundo Ardusso y Emiliano Spataro, quienes el sábado por la tarde propusieron para el próximo año correr sólo la carrera nocturna del sábado. Cambiaron de opinión el domingo al mediodía, cuando se enteraron que el público, ¿o la categoría?, prefería mantener ambas competencias. “Si lo dice la gente está bien…” argumentó Agustín. “Hay que hacer lo que le gusta a la gente, porque es la que manda…” sentenció Emi.
¿Qué es lo que verdaderamente quiere la gente de esta fecha en el callejero de Santa Fe? ¿Mantener las dos carreras o quedarse con la de la noche ? El tema da para el debate. Está claro que la carrera nocturna es el corazón de esta fecha pero también que suele ser la menos interesante al reinar la especulación de muchos al recordar que a las pocas horas tienen otra carrera y que un golpe puede dejarlos sin correr. Por eso, el análisis de esta carrera nocturna no hay que hacerlo priorizando el trámite deportivo sino ese multitudinario y colorido entorno que le da la presencia de la gente y también ese ambiente tan especial que se vive en todo el circuito con un sábado tan extenso y pleno de actividad. Por ese lado hay que mirar más el sentido de la carrera nocturna que además como todas las que se corren en callejeros no suele abundar en sobrepasos. Su atracción deportiva está en el permanente peligro e incitación al error que hay en cada metro de un trazado rodeado de muros. También, en la especial experiencia que es para el público ver pasar los autos a pocos metros y sentir sus sonidos como en ningún otro circuito.
Valen todas las opiniones en este debate sobre el callejero. Se entienden a quienes propician la única carrera nocturna que, como dijo Canapino, antes de hacer doblete, potenciaría el valor del ganador porque sería el único y no tendría que compartirlo ni se vería relegado por quien festeje al día siguiente en la diurna, salvo que repita como ocurrió en tres de las siete ediciones disputadas con doble carrera. Obviamente como única competencia debería tener un recorrido mayor, algo que abriría más alternativas y dejaría de lado muchas especulaciones. Por otro lado también se comprende a aquellos que desean mantener la carrera diurna para llenar el fin de semana y disponer de otra carrera que como se vio el domingo puede recomponer la imagen dejada por la anterior.
Por encima de todas las opiniones, lo importante es que ya sea con la continuidad de las dos carreras, o con el retorno (se corrió en el 2013) a la única nocturna, la cita en el callejero de Santa Fe siga en la agenda del Súper TC 2000. Ya es un clásico cuyo valor excede lo entretenidas o aburridas que puedan ser las carreras.
Por Miguel Sebastián
Fotos: AIF y matirossi.com.ar
¿que pasa muchachos, cuando algo anda bien hay que cambiarlo? Se tienen que mantener las dos carreras, si hacen una mas larga no queda nadie…
Con el tema del final, lo mismo de siempre: mientras la TV priorice el programa que viene después, va a pasar siempre lo mismo, las carreras parecen ser un «relleno», una verdadera vergüenza. Y eso que el domingo terminaron temprano!!! El sábado si la alargaban terminaba por sobre las 22.
El circuito hay que mejorarlo mas, sigue siendo muy angosto.
Párrafo aparte para los «cráneos» que diagramaron una carrera de TC en Paraná (domingo pasado, se ve que no se dieron cuenta que Paraná y Santa Fe ESTAN PEGADAS), este finde STC2000 en Santa Fe y el próximo TC en Rafaela y TC2000 en Concordia… UN DIS-PA-RA-TE.
Teniendo un país tan extenso y con autódromos de más, inentendible.
En serio pensás que esto está bien así??? Son las carreras mas aburridas de la historia del automovilismo. No le interesan a nadie. Solo a las fábricas y a los que van al circuito. Es mas entretenido mirar el TV apagado.
Se tiene que mantener las dos, ya que el impacto $$ que genera el la ciudad es muy importante, lo que si haria es que la carrera de la noche de mas puntos que la del dia siguiente, asi obligas a que arriesguen mas, y no cuiden los autos para la carrera del domingo.
Si fuera solo pensando en las carreras, seria una sola de noche con la cantidad de vueltas de las dos carreras actuales.