UNA DECISIÓN FUERTÍSIMA.

Luego de que Felipe Massa accionara civilmente, entre otros contra la FIA, por el perjuicio que le causó el Crashgate en Singapur 2008, Susie Wolff fue un paso más allá y demandó penalmente a la máxima institución del automovilismo mundial.

 

La relación entre Wolff, directora de la F1 Academy -y por lo tanto integrante de Formula One Management (FOM)– y su marido Toto, Team Principal del equipo Mercedes había sido señalada por una peculiar publicación británica como causante de un conflicto de intereses. En la publicación se sugería que información confidencial de FOM llegaba a Wolff a través de su mujer.

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Toto y Susie Wolf de punta en blanco. El poder en la F-1, ¿hacia donde se encamina?

La FIA dijo en ese momento que estaba «investigando» lo que describió como una reclamo de «información de naturaleza confidencial transmitida a un director de equipo de F1 por parte de un miembro del personal de la FOM».

Ni Susie ni Toto Wolff fueron nombrados por la FIA en el comunicado, pero habían sido identificados como las partes relevantes en informes de los medios de la misma época, como resultado de lo que Mercedes afirmó que era un error.

El matrimonio, específicamente Susie, recibieron entonces el apoyo público de la Fórmula 1 y de los nueve equipos rivales de Mercedes, quienes negaron ser los originadores de «cualquier queja sobre la acusación», y profesaron su apoyo a Wolff en su rol en la F1 Academy.

Poco después siguió el comunicado de la FIA que pretendía concluir indirectamente el asunto diciendo que «no hay ninguna investigación en curso».

La propia Wolff consideró públicamente que la declaración de la FIA era insatisfactoria. «Durante dos días, se han hecho insinuaciones sobre mi integridad en público y a través de informes de antecedentes, pero nadie de la FIA ha hablado conmigo directamente», escribió.

 

«Podría haber sido un daño colateral en un ataque fallido contra otra persona, o el objetivo de un intento fallido de desacreditarme personalmente, pero he trabajado demasiado duro para que mi reputación fuera cuestionada por un comunicado de prensa infundado.»

Ahora, Wolff afirma haber «presentado personalmente una denuncia penal ante los tribunales franceses», impulsada por lo que, según ella, es una falta de «transparencia y responsabilidad en relación con la conducta de la FIA y su personal en este asunto». Asegura que la denuncia penal fue presentada el 4 de marzo.

La exTeam Principal del equipo Venturi de Formula E dio a conocer su denuncia el mismo día en que la FIA anunció en un comunicado que su presidente, Mohammed Bin Sulayem, elegido para un mandato de cuatro años en 2021, ha sido absuelto de las acusaciones de «interferencia» en relación con dos Grands Prix de F1 el año pasado. La absolución vino por parte del Comité de Ética de la FIA, que desde este año no depende del presidente de la institución sino de su Senado.

Aunque la publicación original es inglesa, la sede de la FIA está en París: la difamación es considerada una ofensa criminal en Francia, y si hay muchas personas involucradas puede ser considerada conspiración. Si la denuncia prospera, las ramificaciones pueden ser amplias. Massa radicó su proceso en Inglaterra, y va por una reparación civil, no penal.

Juntos somos más que dos. Lo creen Toto Wolf y su esposa Susie.

El año que viene habrá elecciones en la FIA y, aunque nadie se pronunció públicamente, no son muchos en la Fórmula 1 los que profesan simpatía por Bin Sulayem o desean su reelección. Esta denuncia penal es la mayor muestra de desagrado expresada desde que el expiloto de rally, quien supo correr en la Argentina, se hizo cargo de la organización en diciembre de 2021. ¿Es el principio de una campaña contra su reelección? 

Fotos: @Susie_Wolff

 

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