DIO EL SALTO QUE NECESITABA.

Lo dijo Gabriel Furlan apenas finalizada la carrera. Y tiene razón. Si bien la victoria se la llevó Néstor Girolami, la misma fue clave para que Franco pudiese doblegar al todopoderoso Agustín Canapino por apenas un punto y, así, ganar el campeonato del Top Race, el primero que conquista en las grandes ligas (ya había sido campeón de la Fórmula Renault Plus y del TC 2000).

Y no puede decirse que le faltó emoción a la definición, que pasó por varios momentos de expectativa y que cambió de manos en un par de oportunidades. De movida, Franco largó mejor que Canapino (otra vez lo madrugaron…) y dio el primer golpe. Pero el de arrecifes, fiel a su estilo, comenzó a buscarlo por todos lados y le devolvió la gentileza con una gran parada en boxes que le permitió salir por delante del de Isla Verde.

Uno de los momentos clave fue la largada, donde Franco superó a Canapino.

Mientras tanto, y en pleno avance, hubo una situación que pudo haber cambiado el rumbo de la final y del campeonato: el polémico toque del Bebu a Martín Ponte, compañero de Canapa en el Sportteam, que para muchos era sancionable, pero no para los comisarios. Lo cuestionable del asunto, más allá de que pareció que el toque merecía algún castigo, es que las autoridades recién se expidieron un rato después de finalizada la carrera. Claro que, al no cambiar el resultado, quedó todo en una anécdota.

Precisamente, fue el Bebu el que, con una remontada espectacular y un paso por boxes soberbio, le dio la manito que necesitaba a su hermano, porque su victoria, el segundo lugar de Canapino y el tercero de Franco, le alcanzaba al menor de los Girolami para ser campeón por apenas un punto, más allá de que en algún momento Caíto Risatti fue la esperanza de Agustín para dar el golpe.

“Sabía que había mucho en la largada, me la jugué a largar bien y capturar la punta. Me pude defender de los embates de Agustín a capa y espada. El segundo bloque venía con estrategia y me sorprendió la parada Agustín, que fue más rápida que la nuestra, que había sido perfecta. Y sobre el final apareció Bebu, que me termina favoreciendo”, comentó el campeón.

El festejo loco entre los hermanos tras la consagración.

Enseguida, se refirió a la polémica que levantó la maniobra entre el Bebu y Ponte: “En ningún momento me enteré de la maniobra de mi hermano con Martín Ponte, me dediqué a disfrutar después de la carrera. Pareciera que está de moda que los campeonatos se definan en el escritorio y es algo que no es nada positivo para el público”.

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Por último, confesó que con Néstor habían hablado de qué estrategia seguir en carrera: «Fue algo muy loco, por la victoria de Bebu, por la forma que se dio el campeonato. El sábado cenamos juntos con mí hermano, planificamos no menos de 10 estrategias y salió nada que ver a lo que habíamos hablado, salió a la perfección”.

 

Fotos: prensa Top Race.

 

 

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