VOLVER A EMPEZAR.
El veterano español Carlos Sainz del equipo Audi, líder de la clasificación general en Autos en el Rally Dakar 2024, pidió durante el día de descanso, que la última semana de carrera que ha comenzado, no tuviese “problemas mecánicos y así inalizar en la en la posición actual, consciente de que «a los que van detrás ser segundos no les vale para nada».
Preguntado sobre si aflojará el acelerador para administrar la ventaja de 20 minutos al segundo, Sainz dijoentó que habrá días que «se deberá apretar más y otros menos», aunque tiene «muy claro» que los de detrás apretarán «a fondo, por eso «defenderé la punta lo mejor posible”.
No quiso hablar Sainz acerca de en caso de ganar en 2024, sería la más especial de su carrera deportiva, porque «hablar de lo que puede pasar en unos días es irrelevante«, intentando poner distancia a un sueño más que posible, pues aventajaba por 20m21 al sueco Mattias Ekström (Audi) y 29m31s al francés Stéphane Loeb (Prodrive).
Otro gran animador, en su caso en Motos, Luciano Benavides (Husqvarna), octavo a 47ms del líder, aseguró que tuvo un comienzo difícil en «la semana más dura que todos los Dakar» , pero encaró la segunda semana con la moto bien lo mismo que su estado físico y con aspiraciones de llegar al podio luego de haber cambiado el motor por rotura.
Su hermano Kevin, ganador 2023, dijo “la segunda semana será muy positiva porque físicamente me encuentro bien y la moto lo mismo, y sobretodo porque «siempre le cuestan más los primeros días» hasta que agarra ritmo y se empieza «a soltar y a disfrutar».
Una segunda semana llena de posibilidades, la última del Dakar 2024 en curso.
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DOS DÍAS A ARREGLARSE COMO PUDIERA HASTA QUE LLEGÓ EL ANSIADO DÍA DE DESCANSO EN RHIAD, Y AL TOQUE NOMÁS DE NUEVO A CONTINUAR.
En Motos, los hermanos argentinos Kevin y Luciano Benavides integraban el pelotón de vanguardia, una vez finalizada la primera parte de la etapa Maratón, contemplada en el Dakar 2024, recorrida sobre las arenas del desierto Empty Quarter, en Arabia Saudita.
Los salteños se ubicaron entre los 12 primeros arribados al kilómetro 513 para descansar en el punto F, uno de los siete campamentos montados por la organización de ASO. Autos, motos, camiones, cuatriciclos, volvieron a ponerse en marcha este viernes, para completar el sexto parcial. El mejor tiempo era propiedad del francés Adrien van Beveren (Honda), escoltado por el estadounidense Ricky Brabec (Honda) y el australiano Toby Price (KTM).
Luciano Benavides (Husqvarna con el motor reemplazado por lo que fue recargado con 15 minutos, se encontraba quinto y Kevin (KTM), campeón 2021 y 2023, séptimo.
La clasificación general la liderada al comienzo del parcial, el botsuano Ross Branch (Hero), con Brabec como puntero proyectado de mantenerse los resultados provisorios.
En Cuatriciclos, el argentino Manuel Andújar de gran actuación a bordeo del Yamaha, era segundo después del francés Alexandre Giroud (Yamaha), bicampeón defensor y actual escolta en la general.
En Autos, se centraban las miradas; el español Carlos Sainz se perfilaba como nuevo líder tras su recorrido por el km. 398 al frente de la clasificación, delante de su compañero de equipo en Audi Matthias Ekström a más de un cuarto de hora. El qatarí Nasser Al-Attiyah, defensor del título ganado en el Dakar 2023, a unos 22 minutos retrasado y Sébastien Loeb, tercero en la etapa a 5m19s y cuarto en la general a 37 minutos.
La primera mitad del Maratón tuvo un precio inalcanzable para uno de los grandes animadores, cuando comandaba la general en Autos debió abandonar el saudí Yazeed Al-Rajhi, tras un accidente en el que dañó gravemente su Toyota HiluxDespués de pasar la noche en el desierto, mirando las estrellas, durmiendo carpas y con raciones de comidas provistas por la organización, los corredores retomaban el Maratón de 48 horas en el desierto Empty Quarter. Debían completar los 781 kilómetros (572 cronometrados). Una experiencia límite.
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EL DAKAR ENCARA UN DESIERTO QUE METE MIEDO
EL MÁXIMO DESAFÍO DE LA CARRERA.
Es el Gran Desafío dentro de ese Grandísimo Desafío que representa una carrera como el Dakar. Es el Empty Quarter Desert, ese imponente territorio desértico (650.000 Km2 de superficie), el mayor del mundo, que espera a los competidores con todos sus peligros y misterios en los límites con territorios de Oman Yemen y Emiratos Arabes Unidos. Un desafío que los hará transitar por caminos de arena, con dunas de hasta 300 metros de altura y sólo con esa geografía como testigo, dado que el Empty Quarter o “Cuarto Vacío” como también se lo denomina, es una de las zonas más inhóspitas y deshabitadas del universo. Paradójicamente debajo de su superficie se encuentran los yacimientos de petróleo más ricos del mundo.
Por si todo el panorama fuese poco, los competidores debían cumplir el paso por el Empty Quarter bajo el régimen Maratón 48 Horas. -Qué quiere decir esto? Que durante sus dos jornadas, los pilotos no podrán tener asistencia de sus equipo, aunque si podrán intercambiar cosas entre ellos, y personalmente dispondrán de lo mínimo necesario para subsistir en tan poco agradable ambiente. A esto hay que sumar las variantes en las temperaturas que una misma jornada oscilan entre 0 Grado y 55.
Semejante panorama genera una diversidad de sensaciones entre los pilotos, pero la coincidencia que es la parte más brava de una carrera que ya con cinco etapas demostró la alta exigencia anunciada por Joan Castera, el encargado de diagramar su recorrido.
“Las dunas son lentas, difíciles, y es necesaria una gran conducción y tener una muy buena técnica de navegación para no perderte, porque no hay señales ni referencias a la vista, son sólo dunas. No hay nada. Ningún punto de referencia” adviertía Nasser Al Attiyah, uno de los más entusiasmados con meterse en las dunas. El qatarí llegó entonado tras ganar en el quinto parcial del Dakar con el Hunter Overdrive su primera etapa en el 2024 (la 48 en la historia de la carrera) y acceder a la segunda posición que hasta la etapa anterior ostentaba Carlos Sainz con el Audi. Su próximo objetivo era el líder de la general, Yazeed Al Rajhi (Toyota Hilux), el árabe con el que fuera de las carreras, Nasser compite en la acumulación de riquezas.
Esta etapa de 48 horas es la mayor novedad del Dakar en los últimos años y apunta a convertirse en un gran filtro. “No he ganado amigos por ponerla en el recorrido“ bromea Castera. Para dejarla atrás, los pilotos tienen que enfrentar en dos jornadas de ida y vuelta un duro recorrido en un terreno de dunas interminables, blandas, y traicioneras en algunos casos. Sólo la travesía por lagos secos resulta un respiro. A estas complicaciones se agregan las de la navegación, con ‘waypoints’ que no resultarán fáciles de encontrar.
Los coches y las motos iban por caminos separados, y en el caso de los primeros debían recorrer un especial de 572 kilómetros. Un momento determinante se daba a la diez de la noche en la Argentina. Los pilotos reciben una señal para que se detengan en el campamento o área de descanso más cercano. En esos sitios deben pasar la noche con el mínimo equipo que les facilita (tienda de campaña, saco de dormir, ración de comida militar, agua y poco más) la organización para reemprender la marcha al amanecer. Y sin ningún tipo de asistencia, salvo la buena voluntad de un colega en las mismas condiciones.
Suerte muchachos. Y no se olviden que se trata del Dakar…
