EN SMOKING, DE NOCHE Y QUERIENDO SOBORNAR AL CHOFER.
Hace casi dos años que dejó de ser el mandamás de la máxima categoría del automovilismo mundial, pero Bernie Ecclestone se las arregla para dar un golpe de tanto en tanto.
Liberty Media modernizó la F-1 desde que licenció al inglés, tras quedarse con los derechos comerciales de la categoría. Mucho despliegue en redes sociales, mucha más atención a los jóvenes, mucho esfuerzo por abrir el juego. No se lo extraña tanto…
Ecclestone, que todavía tiene muchos amigos que le publican declaraciones, salió hace poco a hablar sobre sus intenciones de comprar el autódromo de Silverstone, dónde se lleva a cabo el GP de Inglaterra, una carrera muy complicada económicamente desde hace rato, es que Ecclestone nunca tuvo reparos en cobrarle derechos cada vez más caros, y porque el gobierno inglés jamás la subvencionó.
Cerca de Silverstone está la base del equipo Racing Point, ex Force India, ex Spyker, ex Midland, nacido como Jordan en 1991. Su creador, el irlandés Eddie Jordan, amasó mucho dinero en la máxima categoría; su equipo casi se funde en 1992, pero cuando lo vendió en 2005, se retiró con una fortuna cercana a los cien millones de dólares. Su amistad con Ecclestone tuvo mucho que ver con eso.
“Encuentro a menudo que la gente fuera del deporte quiere saber más de Bernie que de los pilotos” Eddie Jordan
En su autobiografía, Jordan relata un episodio muy jocoso, en el que interviene el veteranísimo manager, uno de los hombres más ricos de Inglaterra –con una fortuna calculada en más de 5.000 millones de libras– pero que una noche tuvo que viajar inesperadamente en un tradicional autobús inglés de dos pisos.
Tanto a Jordan como a Ecclestone les gusta mucho el fútbol. Bernie fue, en un tiempo, el principal socio del Queen’s Park Rangers, el equipo de la Premier League (ahora en segunda división), antes de vendérselo al malayo Tony Fernandes, el mismo que creó la escuadra Lotus, luego Caterham. Así, el irlandés invitó al inglés a Stanford Bridge, el coqueto estadio del Chelsea, para una función que celebraba el centésimo aniversario del club, en 2005. A partir de aquí, lo cuenta el propio Jordan:
“Yo había arreglado que un coche nos llevara. Durante el trayecto, Bernie le preguntó al chofer si tenía hijos. Cuando el hombre repuso que tenía chicos, Bernie le pidió que no se preocupara en esperarnos sino que fuera con su familia y que nosotros veríamos cómo volver a casa”.
“Por supuesto, cuando salimos de la función, no había taxis. Después de un rato, un ómnibus 414 apareció. Le dije a Bernie que no estaba preparado para esperar más un taxi. Para mi sorpresa, Bernie me siguió. Le dijo al chofer que era un jubilado, pero que yo no calificaba y que tenía que asegurarse de que pagara el pasaje”.
Hay que imaginar el momento: el hombre que creó la Fórmula 1 moderna, sentado en un bus de línea en Londres, junto al dueño de uno de los equipos de la categoría… ¡Insólito! Lo que vino luego fue más disparatado:
“Después de diez paradas a lo largo de Fulham Road, Bernie salió disparado de su asiento y golpeó la ventanilla del conductor. ‘Necesito que doble aquí a la derecha y bordee la plaza´, le dijo. ‘Le doy un score’”.
“Desafortunadamente el chofer era asiático no sabía que un ‘score’ era 20 libras. El pobre tipo probablemente pensó que ‘score’ tenía algo que ver con drogas. Pidió disculpas pero dijo que no podía doblar. Uno podía ver que estaba bastante confundido cuando este jubilado de cabellos blancos vestido con un smoking le pedía que se desviara de la ruta y diera vuelta a la plaza. En la siguiente parada, le dije a Bernie que ya había sido suficiente y bajé del bus. Me siguió y fuimos caminando a casa”.
“Casa”, para ambos, eran sendas mansiones en Belgravia, una de las zonas más lujosas de Londres. ¡Una locura!
Bernie, en la actualidad:
https://twitter.com/Nuzzl33man/status/1073655708065955845
Fotos: Transport for Lyndon (TFL) y gentileza Motorsport
Habrá hecho enorme fortuna personal.
Habrá hecho millonarios a sus amigos.
Pero arruinó la Fórmula 1.