PODEROSO CABALLERO.
“Entre los 1.300 chinos tiene que haber uno que pueda manejar un Fórmula 1” planteaba y se preguntaba Bernie Ecclestone en sus tiempos de pope de la Máxima cuando sus deseos de encontrar un piloto chino no se correspondían con la por entones mayor apertura de la categoría los mercados orientales. Apenas pudo colocar Qing Hua Ma sobre el modesto HRT en los entrenamientos de Estados Unidos, Abu Dhabi, Singapur e Italia de la temporada 2012 y un año más tarde sobre otro poco competitivo Caterham en China. Hasta allí llegó el deseo de Bernie y el sueño del pobre Hua Ma, que buscó otros rumbo entre ellos el WTCC, donde fue compañero de Pechito López en el equipo Citroen.
¿Qué dirá ahora Bernia al ver que sus sucesores de Liberty Media lograron lo que él no pudo durante varios años, o sea, colocar a un piloto chino a tiempo completo en el Mundial de Fórmula 1?. Un privilegio que es de Guanyu Zhou, tras su confirmación como compañero del finlandés Valtteri Bottas y reemplazante del italiano Antonio Giovinazzi en el equipo Alfa Romeo.
Nacido en Shanghai el 30 de mayo de 1999, Zhou llega a la cima del automovilismo mundial tras pasos por la Fórmula 3 Asiática (campeón 2015), Fórmula 3 Italiana (subcampeón 2015), Fórmula 3 Europea y desde 2019 hasta ahora por la Fórmula 2 donde con tres victorias marcha como escolta del australiano Oscar Piastri. Coincidentemente Piastri, representado por su compatriota el ex Fórmula 1 Mark Webber, era el otro candidato para la última butaca que estaba disponible en la Fórmula 1. Incluso exhibía mejores antecedente deportivos con los títulos de Renault Europeo en 2019 y Fórmula 3 Europea en 2020. Sin embargo deberá conformarse con ser piloto de reserva de Alpine, lugar que deja vacante Zhu, quien tuvo en el aporte económico de 30 millones de euros una carta decisiva para llegar a Alfa Romeo. Una situación que no es nueva en la Fórmula 1.
Por encima de su entendible bronca por quedar afuera, Giovinazzi planteó esta situación que describe una cruel realidad de la Máxima.” La Fórmula 1 es emoción, talento, coches, riesgo, velocidad, pero cuando el dinero manda puede ser despiadada» expresó Giovinazzi en Twitter junto a una imagen suya de niño, donde se lo ve al mando de una Ferrari de juguete. Para su fortuna ya encontró trabajo en la Fórmula E con el equipo Dragón Penske pero su alejamiento deja a Italia sin pilotos en la Fórmula 1 donde tiene dos equipos (Ferrari y Alfa Romeo) y dos Grandes Premios (Monza y Mugello).
Distinta a la de Giovinazzi, con quien mantuvo serios enfrentamientos en los últimos tiempos, fue la opinión a Fred Vasseur, director deportivo de Alfa Romeo «Todo el mundo está emocionado por la llegada de Zhou. No se trata sólo de Alfa Romeo, Orlen 8patrocinante del equipo) u otro, todo el mundo está tratando de desarrollar vínculos comerciales con China, y esta es la mejor manera de hacerlo» dijo sin ruborizarse enfocando el tema desde el lado estrictamente comercial. Lamentablemente no es una novedad sino una costumbre cada vez más arraigada en la Fórmula 1.
De todas formas, creo que que el nivel de giovinazzi fue menor al esperado. Me hace acordar a vitantonio luizzi otro italiano que prometía y paso sin pena ni gloria.