“NO SÉ, HUBIESE SIDO DIFÍCIL…”
Simple y concreta fue la respuesta de Maverick Viñales, ante la consulta sobre si hubiese ganado en Río Hondo en caso de no haber abandonado el poleman Marc Márquez, claro líder hasta la tercera vuelta cuando se fue al piso en la curva inicial.
El abandono de Marc no sólo le dejó servida la carrera a Maverick, sino que truncó el esperado duelo entre estos jóvenes españoles y le quitó al Gran Premio argentino casi todo su interés deportivo. Un duelo que sin dudas tendrá lugar en el resto del campeonato y que pese a la actual diferencia de 37 puntos (una carrera y media) a favor que tiene Viñales, marcará su destino ya que apenas pasaron 2 de las 18 fechas de la temporada.”Entre ellos se repartirán el 80% de los triunfos”, pronosticó un profundo conocedor del ambiente como el español Sito Pons, campeón mundial 1988 y 1989 en la clase 250cc, actual Moto 2.
Tiene su particular pasado este intuído duelo futuro. No viene del reciente paso por las clases menores, sino de mucho antes, cuando ambos eran unos chiquilines y ya se enfrentaban duramente. “Nos vamos a divertir mucho con Marc y Maverick…”, anticipó Angel Viladons, presidente de la Federación Española de Motociclismo, con el antecedente de tres lustros atrás cuando como titular de la Federación Catalana, vió como Marc, con 8 años, y Maverick , con 7, porfiaban por la victoria en la Copa Conti, con motos similares de 50cc.
Recordó el dirigente que a ninguno le gustaba perder pero que frente a la derrota tenían diferentes reacciones. Marc, se resignaba. Maverick, se enojaba mucho y a veces lloraba.
El tiempo pasó y aquellos niños crecieron pero no dejaron de lado su pasión por las motos y la competencia. Así escalaron por distintas categorías con varios títulos pero sin volver a enfrentarse directamente. Estuvo algo más despejado el camino de Márquez a la cima del Mundial de Motos y así con 20 años debutó en Moto GP y se consagró como campeón más joven de la historia con uno de los mejores equipos como lo era y es Honda. Le costó más a Viñales. Tal vez por su espíritu rebelde que lo hizo tener asperezas con algunos equipos. Con talento y convicción salió a adelante, pero recién el año pasado tuvo una moto competitiva para poder ganar (lo hizo en Inglaterra) y recién esta temporada, gracias a la gestión de Valentino Rossi, desembarcó en un equipo, como Yamaha, que lo puso en condiciones de pelear por el campeonato.
Las vueltas del motociclismo vuelven a enfrentar a Marc y Maverick, esta vez en lo más alto del campeonato mundial, y con los mismas condiciones. Como cuando eran unos chiquilines con sueños de campeón.
Por M.S.
Fotos: Prensa Moto GP