ETERNA DISCUSIÓN.

Ser el más ganador de la Fórmula 1, ¿otorga también automáticamente el diploma del mejor de la historia? Esta es una pregunta recurrente ante cada nuevo récord que cae y especialmente si lo es con las cifras exuberantes que exhibía Michael Schumacher y ahora muestra Lewis Hamilton. Siempre son odiosas las comparaciones y a veces lo son más, como en este caso de la Fórmula 1 se ponen frente a frente a hombres que compitieron en circunstancias y épocas diferentes en un deporte con permanentes cambios técnicos.

Juan Manuel Fangio corrió en la época más riesgosa de la Fórmula 1 y logró sus cinco títulos con cuatro marcas diferentes. Además tiene el mayor porcentaje (47,06 %)) de victorias. Por eso muchos lo consideran el mejor piloto de la historia.

Durante uno de sus últimos pasos por Argentina en la década del 90, el recordado Gerard Crombac, un periodista suizo que cubrió los primeros 50 años del Mundial fue claro sobre el tema ante a consulta de quien esto escribe. “No hay un mejor de todos, hay un mejor de cada época, Fangio, Clark, Stewart, Lauda, Prost, Senna y ahora Schumacher lo fueron en las que les tocó competir. Creo que es un error decir que uno solo fue el mejor, porque la mayoría compitió en épocas diferentes” explicaba con el respaldo de sus grandes conocimientos y amplia experiencia. Crombac no alcanzó a ver a Hamilton en la Fórmula 1. Murió en 2005, según dijo en sus últimos días, “con la tranquilidad de haber vivido la vida que elegí…”

Es cierto, no hay un mejor de todos en la historia de la Fórmula 1 por encima de lo que marquen las cifras. Por eso es tan arriesgado decir que por sus 92 triunfos Lewis Hamilton es el mejor de la historia como asegurar que ese lugar le corresponde a Juan Manuel Fangio como lo señaló un reciente análisis del economista británico de Andrew Bell de la Universidad de Sheffield basado en cifras de carreras y resultados de todos los pilotos. Rígidos como son, esos números no contemplan las distintas circunstancias que vivieron los pilotos en las épocas en que les tocó competir. Los grandes riesgos y la mayor bohemia de los 50, 60, 70. Las mejoras en la seguridad y las enormes presiones actuales. Los grandes cambios técnicos, el progreso en los circuitos y los desarrollos de las carreras (menos extensas) y los calendarios (más nutridos).

Jim Clark es el indiscutido referente de la dorada pero peligrosa década de los 60 en la Fórmula 1, Además fue el primer vencedor europeo en las 500 Indy. Su muerte impidió una mayor cosecha de triunfos y campeonatos.

Tampoco esas cifras contabilizan esa diversidad de actividades que además del campeonato mundial tenían los corredores de las tres primeras décadas. Casi no disponían de fines de semana libres con participaciones en carreras de Fórmula 1 sin puntaje, Fórmula 2, Sport, Indy, Copa Tasmania. Y generalmente eran protagonistas importantes en esas otras categorías.  Nada que ver con los pilotos actuales, dedicados con exclusividad a la Fórmula 1 y no sólo porque los calendarios son más nutridos. Esa diversidad de actividades, sin dejar de ser exitosos, tal vez provoque una mayor admiración hacia los pilotos de las primeras décadas sin que esto signifique una superioridad.

Tiempos pasados, tiempos actuales; lo indiscutibles es que siempre los mejores de cada tiempo construyeron sus dominios a partir de dos bases comunes e imprescindibles: mostrar un gran talento conductivo e integrar el mejor equipo del momento. A partir de ahí se disparan una serie de factores que marcan diferencias. La edad con la que ingresó (39 años) a la Fórmula 1 y una temporada sabática (1952) por el accidente en Monza impidieron mayores conquistas de Fangio. El accidente mortal en Hockenheim, tronchó a Jim Clark en la plenitud de su campaña.

Ayrton Senna y Alain Prost mantuvieron una terrible competencia que les hizo dividir triunfos y campeonatos. Fueros dos grandes campeones que convivieron en una misma época.
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Competir en la misma época e incluso por dos temporadas en el mismo equipo dividió las victorias y títulos de Alain Prost y Ayrton Senna. Una competencia externa e interna que casi no tuvieron Schumacher y  Hamilton. Esto facilitó esa avalancha de victorias con las que se despegaron del resto.¿Qué hubiese sucedido con Schumi y Lewis de haber tenido que competir en sus años de gran dominio con un Prost o Senna y bajo el mismo techo?. Hubiesen ganado varias carreras y festejados campeonatos, pero no tantos  Valga recordar que el alemán flaqueó cuando tuvo que decidir títulos mano a mano con Jacques Villeneuve (1997), Mika Hakkinen (1999-2000) y Fernando Alonso (2006).

Siempre sin tentadoras y atractivas las comparaciones entre los grandes del deporte de todos los tiempos. Pasa en el fútbol con Di Stefano, Pelé, Cruyff, Beckennbauer, Maradona, Ronaldo, Messi. Pasa en el tenis con Laver, Connors, Borg, Lendl, Sampras, Federer, Nadal. ¿Por qué no iba a pasar con la Fórmula 1 y especialmente luego de este impresionante récord de Hamilton. Valen tomarlas para charlas de café entre amigos y colegas. No, para sentenciar quién fue  mejor. Fangio, Clark, Prost Senna, Schumacher y ahora Hamilton lo han sido en sus respectivas épocas y sus distintas circunstancias. Simplemente y sin comparaciones.

 

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