«EN EL EQUIPO CITROEN, A PECHITO LOPEZ le dicen Mister No Problem, porque nunca tiene problemas con nada».
Lo asegura una eminencia de los autos con techo, el suizo Alain Menu, el único europeo que vino a correr los 200 Kilómetros de Buenos Aires. «Tengo alguna idea de lo que sucede en el equipo Citroen -asegura con una sonrisa que nunca lo abandona- Probé para ellos en abril del año pasado, cuando disputábamos un lugar en el equipo con Yvan Müller. Finalmente él quedó: yo creo que el equipo me quería pero prevaleció el marketing, la misma razón por la cual el equipo se abrió a pilotos de otros mercados» reflexiona mientras no le perdona la vida ni a una molleja. «¿Esto es el plato principal o solamente una entrada?… Cuando me enteré de que iban a probar a Pechito, mi reacción fue ‘no tienen que probarlo, contraténlo inmediatamente’. Ahora, en el equipo él tiene esa actitud, siempre de buen humor, nunca un problema. Aunque, claro, teniendo de compañero a Muller, ¡cualquiera que sonría ya es definitivamente un Mister No Problem!»
Diez años después de su primera visita al país, el suizo ex campeón del BTCC ya supera los 50 y quizás entró en su fase declinante desde el punto de vista conductivo. Acaso ésa sea la razón por la cual el equipo Chevrolet no lo inscribió como pareja de Norberto Fontana, el lìder del torneo de SuperTC2000, para disputar los 200 Kilómetros, sino como compañero de Franco Vivian. «Es un prócer -arriesga su compañero- Cuando yo era chico y jugaba al TOCA2, elegía para competir el Renault Laguna de Menu… ¡y ahora es mi compañero! Va a andar muy bien» pronostica.
Menu volvió este año a competir en el BTCC, con un equipo privado, mientras atiende su negocio de pintura en Ginebra, su ciudad natal. En un almuerzo en San Telmo dialogó largo y tendido con VA y otros medios sobre el automovilismo de hoy.
“A mí no me sorprende lo de Pechito en el WTCC, como tampoco me sorprendería si fuera Matías (Rossi). Creo que en cualquier campeonato bueno de turismo en el mundo, hay cuatro o cinco pilotos que no desentonarían en un torneo importante. En la Argentina hay un nivel conductivo muy importante»
-¿No cree que la Argentina es un país con uno de los automovilismos más fuertes del planeta?-quiso saber VA
-Sin duda. Argentina está en un top-ten entre los países con automovilismo más potente. Acá va en directo por TV, ¿en qué otro lado ocurre eso? Una de las cosas que más me sorprendieron fue cuando gané aquí y fuimos al podio y había cerca de 60 mil personas, y tiraban papelitos, y eso…
-¿En Inglaterra, en el BTCC de los mejores años, no era igual?
-¡No! ¿Sabés dónde viví una situación parecida? Hace unos años, en Budapest, corriendo el WTCC, la gente se volvía loca por Norbert Michelisz, que es un buen piloto, muy parecido a Matías en muchos aspectos… Yo le gané pero la gente deliraba…
Para Menu, «el de aquí es un campeonato más competitivo que el WTCC. OK, no conozco el SuperTC2000, no anduve nunca en uno de estos autos, ví alguna carrera de este año en Youtube, pero lo digo por lo que conozco del TC2000. Acá hay más equipos oficiales, más marcas que en el WTCC y eso hace la diferencia”.
-¿Extraña el WTCC?
-No… Pero no sé por qué. Es una buena pregunta. La verdad, me preocupa el WTCC. Okey, es un campeonato mundial, pero fuera del ambiente no tiene tanta repercusión y si bien lo de Citroen es positivo, porque es una marca más en la categoría, se puede transformar en algo negativo. ¿Quién puede vencerlos? Los Honda, seguro que no. Los Chevrolet de Ray Mallock son buenos coches, pero no hay dinero suficiente, los Lada… El dominio de Citroen puede matar al campeonato.
El suizo descree “que le pidan a Pechito que levante. Si bien es un equipo francés y Muller es francés, él no es Loeb, que estará en Citroën hasta el día que quiera quedarse. Para la categoría sería mejor un campeón sudamericano para que sea bien Mundial, no tener un campeón tan repetido. Y para Citroën será importante porque apunta al mercado de Sudamérica, que es muy importante para ellos».
Está claro que Menu no se lo banca a Muller, a pesar de que asegura que es uno de los dos mejores pilotos contra los que corrió (el otro es el sueco Rickard Rydell, uno de los europeos que corrió la primera edición de los 200 Kilómetros, y campeón del BTCC en 1999). «Yo siempre juego dentro de las reglas. El no puede decir lo mismo. Fuimos compañeros de equipo smuchos años y de todos los tratos que hemos hecho, sé que no cumplió el 95 por ciento. Aunque él se llevaba peor con (Robert) Huff».
El suizo develó algunas intimidades del equipo Citroen de WTCC : «Gastan mucho dinero, pero la gastan bien. Probaron de todo; inclusive, un día hicieron una prueba que jamás había visto en mi vida: probaron choques. En autos de turismo uno vive teniendo contacto con los rivales, así que ellos salieron a probar qué se rompía en los autos a partir de contactos repetidos. Eso habla de la preparación y el presupuesto que tienen. Citroën está gastando hoy mucho más que lo que gastaba Chevrolet. Por eso no creo que alguien pueda ganarles. ¿Se habla de Alfa Romeo para la pròxima temporada? Habrá que ver, son rumores…»
-¿Cuál fue el mejor auto que manejó? -quiso saber VA
-En Fórmula 1 probé el Williams con suspensión activa del ’93, pero me impresionó más el Williams del ’95. Era mejor coche, me producía sensaciones más agradables. Sin embargo, en monopostos nada se compara al Reynard 90D de Fórmula 3.000 que manejé para el equipo de Eddie Jordan. Con ese auto se podía hacer lo que uno quería.
-¿Y en coches de Turismo?
-Nada como el Ford Mondeo con el que fui campeón de BTCC en 2000. También el Renault Laguna de 1997 fue un buen auto. Esos coches de SuperTurismo eran muy atractivos para conducir. Y también el Cruze del WTCC.
Al respecto, el suizo relata una interesante anécdota: «Cuando se armó el equipo Chevrolet yo les propuse a Rossi, porque lo conocía y además de ser un gran piloto era un gran pibe, muy ubicado. El equipo ya tenía dos pilotos, Muller y yo, dos experimentados, que le íbamos a dar resultados, así que me pareció que tenían que formar a alguien joven, para el futuro. Al principio pensaron que era un riesgo, después pensaron en una prueba de tres o cuatro pilotos, finalmente contrataron a (Robert) Huff, que era «chubby» (gordito). Corrió con nosotros el primer año, el 2005, y al final de la temporada se vio que solamente no había bajado de peso, sino que ¡había aumentado ocho kilos! ¡Yo lo habría despedido automáticamente! pensar que se perdieron de firmar a Matías…»
-¿Usted cree que Rossi es tan bueno como Huff?-insistió VA
-Huff mejoró mucho, claro, fue campeón mundial, pero en ese momento Rossi era mejor, sin dudas…
Para el postre, Menu deja un bombón suizo. «Tuvimos conversaciones para que pudiera correr todo el torneo del SuperTC2000. Al final, no dieron frutos por más de un motivo, no solamente por lo económico. Para mí no es sencillo venir, no tener pruebas con el auto porque aquí no se puede ensayar, y sostener las expectativas porque todo el mundo creería que tengo que estar peleando la punta de entrada. Además, al no haber pruebas, no tenía sentido que me quedara a vivir acá, y habría tenido que estar viajando constantemente. Eso sin contar que era imprescindible aprender castellano, un idioma que entiendo si lo pronuncian con lentitud, pero que no hablo».
UN DIA MAS TARDE, Menu toma contacto con el Chevrolet Cruze de SuperTC2000. «¡Uh! Qué ruidosos que son… Es un auto completamente distinto a lo que manejé en el TC2000. Las gomas son muy duras y tengo poco grip, siento como que estoy manejando sobre hielo. Pero acelera mucho y hay que ser muy gradual con el pedal, irlo llevando no con la punta de los dedos pero sí con suavidad. ¿La potencia? A eso uno se acostumbra rápido…». Cuando le pusieron las gomas nuevas para que cumpliera su mejor tiempo, acusó precisar dos vueltas para calentarlas. «Creo que las gomas pueden ser la clave para la carrera, 59 vueltas con estas cubiertas y tracción delantera, se pueden desgastar mucho y tornar inmanejable el auto. El que las trate mejor tendrá más chance». En ese intento vuelta rápida, dos autos le taparon la trayectoria. «Pero yo nunca fui rápido los viernes» asegura, mientras guiña el ojo y deja la última reflexión:
«Eso de que cuando uno es padre pierde un segundo por vuelta, que le atribuyen a Enzo Ferrari, es la mentira más grande que hay en el automovilismo. Por el contrario, tener hijos a mí me produjo mayor sentido de responsabilidad. Antes corría para mí, era más egoísta. Después tuve que correr más concentrado. Mis hijos nacieron en 1992 y 1994, y mis títulos llegaron después…»
Por Pablo Vignone
Fotos: Prensa equipo Chevrolet
Que maestro este Menu, un grande.
Piola el tipo. Dice las cosas sin guardarse, nada pero sin ofender.
Gracias Pablo por las notas que publicás, ni hace falta que las firmes: cuando no puedo dejar de leer y disfruto mucho al hacerlo, fija que es una nota tuya.
Excelente profesional y muy buena nota. También creo que Matías hubiese hecho gran campaña en el automovilismo europeo.