¿SUERTE DE CAMPEÓN?.
Ante la pregunta, a medias lo reconoce Matías Rossi en pleno tránsito rumbo a su nueva corona en el Súper TC 2000.
“Tuvimos la cuota de suerte que se necesita en este tipo de carreras” admite sin vueltas el Misil tras su triunfo en Paraná pero centralizándolo en la cuarta victoria del campeonato y la quinta en la categoría en el trazado entrerriano. Por eso no sólo menciona el reventón del neumático delantero derecho del Renault de Leonel Pernia, que a 7 vueltas del final, le abrió el camino a un éxito que parecía más lejano de lo que estaba su Toyota del Fluence del campeón, qulen tras digerir la bronca del abandono contó que “tenía todo controlado” rumbo a repetir el triunfo de la carrera clasificatoria.
Como clave en esa cuota de suerte, Rossi destacó también su avance desde 12° lugar de partida. “En la primera vuelta ya pude quedar sexto y esto me abrió el panorama para seguir escalando” resaltó con la particular acotación de que “luego pude pasar bien a otros rivales que me respetaron…”
Claro que no todo fue suerte y poca combatividad de sus rivales. También hubo el clásico manejo distintivo de Matías para ir hacia adelante y esa reconocida superioridad técnica que muestra su Toyota en esta temporada. Sólo el Renault de Pernia y en menor medida el Chevrolet de Canapino estuvieron a su altura en la ventosa jornada de Paraná, como lo reconoció Manuel Urcera, escolta de Pernía en la carrera clasificatoria y de Rossi en la final. Dos actuaciones que por fin le permitieron subir al podio y terminar la mala racha que perseguía al Chevrolet del equipo privado de Luciano Monti.
Agustín Canapino compartió con Rossi las notas más destacadas de esta 10ma fecha del campeonato. “Era impensada” comentó sobre esa otra brillante escalada que desde el 19° y último lugar lo llevó con su incontenible Chevrolet Cruze al tercer escalón del podio y a terminar muy cerca de Urcera. ”No me alcanzaron las vueltas para pasarlo a Urcera” agregó el Titan que se mantiene como escolta de Matías en el campeonato, pero no se ilusiona con darle pelea, no sólo por la diferencia de puntos (159 a 118) que los separan sino porque según dice «todo esta dado a favor de Toyota…”
Fiel a su característica de hábil declarante, Rossi es más cauto sobre sus chances al título de cara a las dos fechas finales a disputarse en el Oscar Gálvez porteño el 7 y 14 de febrero, todavía sin circuitos definidos. “Pensamos carrera a carrera y por eso no nos vamos a relajar. Todo puede pasar…” es su mensaje.
Es cierto, todo puede pasar en las carreras restantes, pero por lo visto, difícilmente pase algo que impida el nuevo título de Matías.